El Deustche Bank, el principal banco alemán, podría estar al borde de la quiebra. Y no sería la única gran entidad europea con problemas. Al menos esa es la opinión de Thomas Hoenig, el vicepresidente del Fondo de Garantía de Depósitos de EEUU (FDIC, por sus siglas en inglés).
En unas declaraciones exclusivas para la agencia Reuters, Hoenig, ha aseguraos que el Deustche está "horriblemente descapitalizado y no tiene margen de error". Según él, si esa situación no trasciende es sólo gracias a la forma de medir la solvencia fijada por los reguladores internacionales en el acuerdo Basilea III que, gracias a extraños y complicados cálculos, hace posible que se mantenga oculta la verdadera situación.
Reuters solicitó también la opinión al respecto del propio banco, cuyos portavoces afirman que, tras la ampliación de capital realizada este año, de 5.000 millones de euros, la entidad se ha convertido en una de las más solventes del mundo.
Pero Hoenig lo pone en duda. Aunque la FDIC deja claro que esa es la opinión individual de su vicepresidente y que este organismo no hace comentarios sobre la situación de ningún banco en concreto.
Otros expertos sitúan la diferencia abismal entre las cifras del Deustche y las del vicepresidente de la FIDC en la manera de contabilizar el riesgo de los derivados que la entidad germana tiene en el balance.
Y no ha sido la única voz crítica con respecto al peligro que pueden generar las reglas de Basilea III y a la posibilidad de que en poco tiempo se genere una nueva crisis financiera global por no haber realizado una limpieza real y efectiva de los balances dañados de algunos grandes bancos.
En sus polémicas declaraciones a Reuters, Hoenig, señaló a otras grandes entidades financieras como potenciales bombas de relojería de similar peligro al Deustche Bank. En concreto, UBS, Morgan Stanley, Crédit Agricole y Societe Generale.
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