Desde el inicio de la guerra contra el narcotráfico los desplazados por la violencia en México aumentan, aunque hay expertos que hablan de más de un millón y medio de personas afectadas, el gobierno mexicano no ha realizado aún estadísticas.
La estadística es un recurso esencial para dimensionar la realidad –aunque sea únicamente un acercamiento, pues aporta “fotografías” útiles para la planeación y resolución de problemas. Parte de la función de los gobiernos es generar este tipo de información para conocer el estado de las cosas, y posteriormente procurar su mejora.
En México, el incremento de la violencia derivada de la guerra contra el narcotráfico, declarada por el gobierno federal en el año 2006 –y aparentemente orquestada desde Estados Unidos, recordemos la Iniciativa Mérida, un tratado negociado por el entonces presidente George Bush en apoyo a esta lucha–, ha producido daños sociales cuyos alcances aún no podemos terminar de dimensionar. Además de los miles de muertos (más de 80 mil hasta finales de 2012 según cifras oficiales), padecemos una creciente cultura de la violencia, existen miles de desaparecidos, y un sinnumero de desplazados –aquellos que se “ven forzados” a cambiar de residencia, es otro de los fenómenos que ha crecido desde el inicio de esta “guerra”.
La organización Amnistía Internacional advirtió a finales de 2012 que el gobierno del ex presidente Felipe Calderón había desplazado a por lo menos 150 mil personas a raíz de la violencia de la “lucha contra las drogas”. Por su parte la organización suiza Internal Displacement Monitoring Center (IDMC), dio a conocer recientemente un reporte denominado “México: desplazamiento forzado a consecuencia de la violencia de los carteles de la droga”, en el cual se revelan la existencia de al menos 230 mil desplazados.
Entre otros casos, el anterior informe detalla el de Ciudad Mier –un pequeño municipio fronterizo con Estados Unidos, en donde en el 2010, los Zetas, uno de los cárteles de drogas más sanguinarios, amenazaron con asesinar a todos los habitantes, orillando a la mayoría de su población al exilio.
El reporte de (IDMC), fue abalado por la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), a la cual el gobierno mexicano no ha pedido apoyo para resolver una investigación sobre el problema de los desplazados. Además, según Fidel López García, investigador del Instituto Dr. José María Luis Mora y también consultor de la ONU, las cifras podrían ser más alarmantes. En una conferencia de prensa llamada “Desplazamiento forzado en México: ¿Una tragedia menor?”, declaró que la cifra podría llegar a más de 1 millón 600 mil personas (de acuerdo a una encuesta de Parametría). Otro investigación reciente publicó que en México hay por lo menos 5.5 millones de casas abandonadas.
Lo cierto es que ninguna instancia de gobierno en ningún nivel ha realizado un estudio “serio” y continuo sobre el fenómeno de los desplazados. El hecho de que este asunto carezca- al menos de una “medición”, revela un desconcertante desinterés del gobierno, y tal vez también de parte nuestra, como ciudadanía, para exigir su atención.
Autor: Ana Paula de la Torre
Publicación: 05/08/2013 9:59 am
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