domingo, 18 de agosto de 2013

La intolerable desvergüenza de un tal Bosch

Lo escribió en su día Gerald Brenan: si alguien quiere encontrar un país con decidida vocación para la autodestrucción que se instale en España. Es lo que él hizo después de nacer en Malta y diñarla en Alhaurín el Grande.

Esta semana hemos asistido a la comprobación fáctica de que el hispanista británico nos conocía como la madre que nos parió. 

Hete aquí que un tal Alfredo Bosch ha mandado una carta al tal Fabian Picardo, que se titula ministro principal de Gibraltar, expresándole “todo nuestro apoyo (vuestra libertad es nuestra libertad)” y de paso arremete contra la “colonialista España”. Lo ha hecho desde la sede del Congreso de los Diputados y se supone que con membrete de la sede parlamentaria que representa la soberanía del pueblo español.

La acción, desleal en grado sumo e insultante para el conjunto de los españoles, le hubiera permitido a Brenan escribir un magnífico tratado acerca de cómo no se puede ser más traicionero, contradictorio y estulto. 

Sólo un Estado débil y acongojado permite que acciones de esta calaña queden impunes. En pleno corazón de Europa donde sus instituciones (UE) viajan por todo el mundo dando lecciones por doquier.

Resulta que Bosch defiende la colonia corrupta de Gibraltar, a su corrupto y títere autogobierno, mientras se queja de que España practica elcolonialismo en Cataluña. Lo hace el mismo día en que su partido (ERC) se niega a investigar la desnutrición de casi cien mil niños que viven en esa comunidad autónoma mientras dedica sus energías a soltar patochadas y de paso insultar, zaherir y vituperar al conjunto del sufrido pueblo español, eso sí, disparando con pólvora del rey.

ERC se autotitula de “izquierdas”. ¿Cómo ha dicho? Un partido de “izquierdas” que apoya el narcotráfico en Gibraltar. Que apoya el paraíso fiscal impune de Gibraltar. Que sostiene el acoso indecente a los humildes y esforzados pescadores españoles de La Línea. Que defiende las acciones antimedioambientales en esas aguas. Que de paso apuntala la soberanía de la metrópoli londinense sobre la última colonia en el corazón de Europa. Que da pábulo y alienta la política de las “cañoneras” que realiza el muy izquierdoso David Cameron con el envío de lo más granado de la Royal Navy a la Roca.

El homólogo de Bosch/Junqueras en Escocia (¡qué crudo lo tenéis!), Alex Salmon, no ha osado siquiera separarse ni un milímetro de la política colonialista intolerable que en pleno siglo XXI lleva a cabo Downing Street. He aquí una pequeña diferencia entre los independentistas escoceses y los independentistas catalanes/españoles. Si se hubiera conducido como lo ha hecho Bosch -la carta tampoco merece literariamente un premio Jaume I- probablemente a estas horas no estaría de vacaciones en las Highlands.

Lo que escribo: una pequeña diferencia.

Mientras tanto, su compatriota Catherine Ashton, dando vueltas por el mundo enseñando a los demás lo que su gobierno no practica.

¡Qué desvergüenza!


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