Las diferentes maneras de grafía para designar el Vudú, es decir “woodoo”, “vodoo” “vaudou“, provienen de adaptaciones fonéticas del inglés, el italiano y el francés que intentaron transcribir el termino originario de una de las llamadas “civilizaciones sin escritura” como eran denominados los primitivos pueblos africanos.
Pero independientemente de la manera como se mencione o se pronuncie, este tipo de magia, ritual o religión, es de sumo cuidado y no es en juego. Para muchos, el Vudú es un juego, un tipo de magia usado en contra de las personas, pero en realidad es una religión, un complemento de creencias y mitos, algo sagrado y que por muchos años, décadas o quizás siglos ha sido practicado.
Un compendio de principios metafísicos y prácticas que representan aspectos sacros, iniciativos y mágicos además de paranormales y que por mucho tiempo han desempeñado un papel histórico – social muy importante en la estructura de los pueblos que creen en él. Los estudiosos de este tipo de temas, han afirmado que el Vudú hace referencia al conjunto de ritos, prácticas de magia negra o brujería que determinados pueblos de civilizaciones primitivas han conservado a manera de usos y costumbres a través de la historia.
Ceremonia vudú en Haiti.
El Vudú puede resultar horrible y misterioso; es un ritual sanguinario lleno de fantasía y fascinación que tiene sus orígenes en las costas occidentales de la África negra, en el golfo de Guinea. De los “Ewe”, un grupo negrosudanes, podría depender el nacimiento de esta práctica.
Una explicación rápida y sintetizada sería: En los orígenes todo aquello que era sagrado recibía el nombre de “vaudoun” y el sacerdote de las tribus se llamaba “Vaudou-non” y la sacerdotisa “Vaudou-Si”. También se utilizaban términos como “hungan” que venia a ser “sacerdote – Maestro de Dios” y “hunsi” que era el de la “Esposa de la Divinidad”. Con el tiempo el termino se generalizó en regiones limítrofes y tomó el significado de “vaudou” es decir “dios o espíritu”.
En nuestra América, Haití “La Isla mágica”, es el epicentro del Vudú. Millones y millones de hombres y mujeres fueron embarcados como animales en las galeras y galeones europeos, cantidades indeterminadas de nuevos esclavos fueron traídos con sus tradiciones. En ese pequeño y pobre país del caribe, confluyen miles de costumbres milenarias de aquellos pueblos africanos esclavizados en la época de la colonia por españoles, ingleses, franceses y holandeses y aún hoy se conservan, pasando de generación en generación.
Diversos grupos étnicos del golfo de Guinea como los Ashanti, Ewe, Fon, Yoruba e Ibo, fundieron progresivamente sus creencias en una única religión: El Vudú. E independientemente mantuvieron la idea de un ser superior, que para unos fue Mawu, para otros Obatala y Olorum para unos cuantos mas. Teniendo como intermediarios de ese dios a unos dioses secundarios o menores, que muchos estudiosos han denominado como “domésticos” que eran los más cercanos a ellos.
Que no estaban tan lejanos como el dios omnipotente, que protegían el clan, el pueblo y la familia. Estos eran los “Loa”. Los brujos que practican el Vudú, (bokors) guardan celosamente ancestrales y dantescas ceremonias, manteniendo al abrigo de los “no iniciados”, siniestros ritos que aun practican los “hougans“, miembros de herméticas sociedades en Haití.
Los componentes de estas sectas se mantienen en el sagrado compromiso de no revelar los iniciáticos secretos de las antiguas religiones africanas importadas por los esclavos hace casi 500 años y que se han venido transmitiendo.
Hoy en día el único bagaje que los esclavos negros llevaban consigo al ser forzados a salir de África, persiste gracias a haber logrado camuflar su “apocalíptica cultura” mimetizando sus cultos y advocaciones en el santoral cristiano de los europeos.
LA IMPORTANCIA DE LA MÚSICA EN EL VUDÚ
El Vudú es un misterioso mundo de magia en donde los rituales tienen como propósito principal, provocar un efecto en algo o en alguien, recurriendo a las “Viejas Creencias” de los antepasados y un vasto conocimiento de lo que se viene a denominar “Farmacopea Natural“.
La música rítmica y las danzas tribales forman parte de un extraño ritual, mediante el cual los sacerdotes o “hougans” pueden, según reza la creencia, extraer el espíritu de una persona y depositarlo en un recipiente o botella. A partir de aquel momento la persona “tratada” es un Zombie, es decir un hombre o una mujer “sin alma”. Y es que la religión Vudú interpreta que el cuerpo humano esta habitado por 2 espíritus: el “grobonanj” o “Gran Angel” y el “Tibonanj” o “Pequeño Buen Angel”.
A partir de esta consideración y gracias al poder de la Magia, los “Bokors” tienen el poder para expulsar a ambos espíritus del cuerpo humano y aprisionarlos en una botella. Una vez conseguido esto, se logra controlar totalmente el cuerpo del “embrujado” y este despojado de su identidad, pasa a convertirse en esclavo. También existen otras explicaciones más lógicas, aunque aterradores, que nos llevarían a la “Potente Influencia” de la farmacopea natural o incluso a la química.
LA QUÍMICA DEL VUDÚ
La intervención de un misterioso polvo Zombie llamado “Poudre” podría jugar un importante papel. Esta arcana y por pocos conocida formula, varia según la zona en donde se ha podido emplear, pero en análisis químicos fidedignos, contiene un denominador común o componente: “La Tetrodotoxina“. Una droga según los químicos 60.000 veces más potente que la cocaína y 500 veces mas potente que el cianuro.
Al parecer este veneno se encuentra en mucha cantidad en el cuerpo del “Pez Globo” muy común en el Caribe. La droga en cuestión, provocaría en el ser humano una especie de muerte, pero que no llegaría a concretarse, sumiendo al sujeto en un estado catatonico que junto a los efectos de una encefalopatia letárgica hipertensa, lo dejaría a merced del “Bokor”.
Lo que si es cierto es que en Haití, se respira temor y miedo y en sus aldeas, los cementerios o campo santos, se reducen a nichos familiares, que se vienen a ubicar frente a las viviendas, para de esta manera poder ejercer una vigilancia sobre los brujos, e impedir el expolio de algún “no muerto”.
El Vudú es una tradición milenaria que para muchos resulta aterrador y a la que se le debe guardar recelo y mucho respeto por todo lo que involucra. Cuídate de usar estas artes que podrían dañarte o dañar a los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario