Rusia considera la medida de EE.UU. basada en construir en Kazajistán un laboratorio biológico de doble uso, como una guerra biológica estadounidense y una amenaza para su seguridad y la de los países de Asia Central.
El director del Centro de Análisis del Instituto ruso de Estudios Estratégicos de los Urales, Dmitri Popov, denunció el miércoles que este centro de doble uso junto a otras instalaciones semejantes levantadas a lo largo de la frontera rusa cumple objetivos de guerra biológica de EE.UU. y se considera una amenaza para Rusia y Asia Central.
La construcción de este centro en Almaty sobre la base de un antiguo centro soviético de investigación de prevención de plagas comenzó en 2012 con el apoyo financiero del secretario de Defensa estadounidense.
Está previsto que el laboratorio se pusiera en marcha para 2015 y va a funcionar en colaboración con una nueva estación de alerta temprana contra brotes de enfermedades en Asia Central.
“Al mismo tiempo, una serie de circunstancias indica que dicho laboratorio efectivamente podría utilizarse para investigaciones militares biológicas de EE.UU”, resaltó el experto en un artículo publicado en el portal Fundación de Cultura Estratégica.
Este centro se está construyendo bajo la supervisión del senador Ríchard Lugar, quien desempeñó un papel clave en desmantelar las instalaciones nucleares soviéticas en Kazajistán y otras repúblicas exsoviéticas y más tarde por abordar asuntos de armas biológicas en Ucrania y Georgia.
Los expertos argumentan que esa situación es una amenaza a la seguridad biológica del país y permite a EE.UU. realizar varias tareas militares, como llevar a cabo investigaciones biológicas militares, como por ejemplo la prueba de cepas de enfermedades fuera de su territorio y, por consecuencia, sin generar protestas por parte del público estadounidense ni poner en riesgo a los civiles de su país.
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