El exdirigente conservador Santiago Abascal madura la salida inminente de una nueva formación que podrían apoyar un considerable número de descontentos con Rajoy. Vidal-Quadras también estudia romper con el Partido Popular tras su descarte de la lista europea
ANA PARDO DE VERA Madrid 02/01/2014
De izquierda a derecha, Santiago Abascal, Alejo Vidal-Quadras y José Antonio Ortega presentan la plataforma crítica con el Gobierno 'Reconversión'. EFE
Si por algo se ha caracterizado 2013 es por la cantidad de voces discrepantes que se ha elevado en el Partido Popular contra las políticas de Mariano Rajoy y que recuerdan a los preparativos y celebración del XIV Congreso del PP, en Valencia, cuando en 2008, el liderazgo del hoy presidente del Gobierno fue puesto en entredicho con mayor contundencia.
Desde esa fecha, sin embargo, el descontento con las políticas de Rajoy no ha parado de crecer y, lejos de atemperarse con la inédita mayoría absoluta obtenida en noviembre de 2011, ha resurgido con más fuerza y, por segunda vez -tras la ruidosa salida del PP Francisco Álvarez-Cascos en enero de 2011 y el alumbramiento del Foro Asturias, que llegó a hacerse con el mando del Principado-, amenaza con el surgimiento de una nueva formación de derechas que repare los incumplimientos programáticos del PP y afiance los valores que, en opinión de los discrepantes, Rajoy ha abandonado.
A saber: defensa contundente de la unidad de España sin concesión alguna a los "separatistas" catalanes y vascos; "volver a aplicar las leyes" con los terroristas (ilegalización de las formaciones abertzales otrora brazo político de ETA, como Bildu, que ya gobiernan instituciones públicas u ocupan escaños o recuperar la doctrina Parot), y -en esto coinciden con críticos de otros partidos- terminar con las férreas estructuras de las cúpulas de las grandes formaciones para dar más voz a militantes, simpatizantes y bases en general, controlar estrictamente su financiación y, en definitiva, terminar con la corrupción y los movimientos opacos.
El presidente de Denaes (Fundación por la Defensa de Nación Española) y ex parlamentario vasco, Santiago Abascal, representa en estos momentos, y desde que salió dando un portazo del PP y haciendo pública una durísima carta enviada a Rajoy (sin respuesta),
la opción más clara sobre las posibilidades de que un nuevo partido vea la luz integrado por un sector de militantes y simpatizantes del PP muy decepcionado con la gestión del Gobierno y el comportamiento con él de la actual cúpula de la formación -liderada por el propio Rajoy y la secretaria general, María Dolores de Cospedal-.
Mucha gente traslada a diario a Abascal la necesidad de una alternativa al PP con la que canalizar su descontentoAbascal -hijo de Santiago Abascal Escuza, veterano concejal del PP en Amurrio (Álava)- admite estar "valorando" la posibilidad de dar luz verde a una nueva formación política de "centro-derecha", donde dice ubicarse ideológicamente.
Reconoce la dificultad de un proyecto semejante, además, después de haber salido con tanto ruido del partido que gobierna actualmente España y la mayoría de las comunidades autónomas y ayuntamientos, pero dice ser consciente de que quedarse de brazos cruzados no es lo que mucha gente espera de él, gente que le traslada a diario la necesidad de una alternativa al PP por la que apostar en las urnas.
Efectivamente, nadie puede discutirle la "coherencia" que dice que está intentando mantener, pues voces críticas con Rajoy se oyen casi a diario en el PP,
aunque -de momento- casi todas ellas mantienen su escaño (Jaime Mayor Oreja, Carlos Iturgaiz o Alejo Vidal-Quadras, europarlamentarios) o puesto orgánico (Esperanza Aguirre, presidenta del PP de Madrid)
Sólo María San Gil (expresidenta del PP vasco) abandonó la actividad política en el PP en 2008, meses después de haber renunciado José Antonio Ortega Lara a su militancia en el mismo año, ambos reconociendo sus profundas discrepancias con el partido liderado por Rajoy.
El fruto de varias movilizaciones
El caso del vicepresidente del Parlamento Europeo y expresidente del PP catalán, Alejo Vidal-Quadras, es diferente al de Mayor Oreja, por ejemplo, que quiere repetir en su puesto actual de portavoz del PP en el Parlamento Europeo y en las últimas semanas mantiene un cuidado silencio de sus opiniones para no incomodar a la dirección del partido, en pleno proceso de elaboración de la lista europea.
Mayor Oreja ha silenciado sus discrepancias con el PP a la espera de poder repetir como cabeza de la lista europeaVidal-Quadras sí ha encabezado una oposición muy activa a las políticas deRajoy estos dos años y todavía la semana pasada, el partido le trasladaba, por boca de Alicia Sánchez-Camacho, que no cuenta con él para las elecciones de mayo de 2014.
El dirigente conservador, que lleva tiempo esperando esta reacción del PP y asegura que no habría aceptado el puesto aunque se lo mantuvieran, ha dicho que "toma nota", aunque todavía se reserva su posición sobre si darse de baja en el PP como Abascal, encabezar un nuevo proyecto político o apoyar al presidente de Denaes si ésteconcreta el movimiento de escisión de la derecha.
Tanto Abascal como Vidal-Quadras han protagonizado -juntos o por separado, pero siempre en la misma línea crítica con Rajoy- diferentes actos en los que han reunido a un considerable grupo de militantes y simpatizantes descontentos con el Gobierno y la cúpula del PP.
Uno de los que generó más inquietud en la calle Génova tuvo lugar en octubre, en un céntrico hotel madrileño, y abarrotó el salón de plenos de discrepantes con la línea oficial del PP.
También la Fundación Denaes obtuvo un numeroso respaldo en su convocatoria en Madrid, el pasado 6 de diciembre, de un acto de apoyo a las víctimas de ETA tras la derogación de la doctrina Parot y laaplicación de políticas antiterroristas continuistas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por parte del Ejecutivo del PP.
Que este colectivo de víctimas recupere la consideración institucional que merece, según Abascal, es precisamente, otra de las prioridades de los críticos con Rajoy.
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