Por sorprendente que pueda parecer, el Museo Británico de Londres cuenta entre sus fondos con unas peculiares piezas que, durante los siglos XVI y XVII, fueron utilizadas por un sabio británico con fines mágicos y sobrenaturales.
John Dee (1527-1609) fue una de las mentes más brillantes de su tiempo, y llegó a destacar en numerosos campos del saber: fue un consumado astrónomo y un destacado matemático y geógrafo pero, al igual que otros muchos sabios de su tiempo, mostró también un gran interés por disciplinas pseudocientíficas como la astrología, la magia o la alquimia.
Por si fuera poco, su llamativo y sorprendente currículum se completa con el hecho de que, durante algún tiempo, formó parte de la Corte de Isabel I de Inglaterra, convirtiéndose en su astrólogo personal, a quien consultaba para tomar importantes decisiones de Estado.
A partir de cierto momento de su vida, y de forma especial después de conocer a un siniestro personaje llamado Edward Kelly (prominente personaje del ocultismo renacentista) , Dee se mostró especialmente interesado en hallar una forma de contactar con los ángeles. Los manuscritos de Dee dan a entender que estaba convencido de haber logrado dicho contacto, dejando constancia de lo que él denominaba "lenguaje enoquiano", de los ángeles que, según decía, le había sido revelado.
La fama de Dee llegó incluso a generar anécdotas, presumiblemente místicas, como el haber conjurado un hechizo contra la armada española en su tentativa de invadir la isla británica, al parecer se trató de la publicación de sus profecías que llegó a manos de los españoles y los predispuso, debilitando su moral, a ser derrotados.
Dee utilizaba el espejo en diversas prácticas (entre ellas la síntesis del modelo enochiano): se trata de un espejo de obsidiana que fue llevado desde México hasta sus manos. Al parecer era un dispositivo que los brujos aztecas utilizaban en sus rituales y el cual, por sí solo, afloraba un extraño poder. Este tipo de objetos son populares en el arte de la adivinación (se dice que Nostradamus tenía el suyo), y de acuerdo con algunas versiones, los ángeles que transmitían información a Dee y Kelly, se hacían presentes gracias a la superficie de este espejo de obsidiana.
Dentro de la cultura azteca la pieza se asociaba a Tezcatlipoca “el espejo humeante”, deidad de la noche y la oscuridad, y quien formaba parte de los cuatro dioses creadores, figuras de enorme relevancia en la cosmovisión de está sociedad. El Specularium de Dee, su famoso espejo de obsidiana negra, pasó a planos de algunos coleccionistas hasta que finalmente terminó en las arcas del Museo Británico, donde actualmente se exhibe. Este instrumento pasaría a la historia como uno de los grandes catalizadores de magia , herramientas que si bien poseen un cuerpo palpablemente físico, tenían la cualidad de incidir en las estepas sutiles de dimensiones alternas.
Fuente: http://misteriosconxana.blogspot.com.es/2013/02/john-dee-y-su-espejo-de-obsidiana-azteca.html
muy bueno
ResponderEliminarYO ME IMAGINABA UN ESPEJO MÁGICO PERO NO DIABÓLICO POR EL SIGNO QUE TIENE LA FOTO ES EL PENTAGRAMA AL REVÉS ESO REPRESENTA AL MAL NO ME GUSTARÍA UNO PODRÍA SER MAS QUE MÁGICO UNA ARMA DE DOS FILOS DONDE PODRÍA ABRIR UNA PUERTA DONDE TRASPASARÍA MAS ENTES MALOS QUE ALGO BUENO
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