Los macabros restos de calaveras infantiles encontrados alrededor de yacimientos de la Edad del Bronce podrían haber servido, según los arqueólogos, como sacrificio para los dioses del lago para evitar inundaciones.
En la década de los años 1970, cerca del Lago de Constanza, en la frontera entre Suiza y Alemania, un equipo de arqueólogos de la Universidad de Basilea (Suiza), comenzó con la excavación de restos arqueológicos de asentamientos pertenecientes a la Edad del Bronce, tres asentamientos en concreto que fueron descubiertos en 1854. Entre los descubrimientos excavados se encontró todo tipo de herramientas de caza, huesos animales, cerámica, joyería, estructuras de vigilancia y defensa, entre otras cosas.
Sin embargo, lo que más llamó la atención a los arqueólogos fue el hecho de hallar restos de calaveras de niños pequeños acumuladas en distintos puntos alrededor de los poblados.
Estas calaveras se han convertido en un misterio para los investigadores y arqueólogos, ya que estas se encontraron formando círculos y con señales claras de violencia, tal y como indican las enormes grietas que tienen en el cráneo, presumiblemente provocadas por un hacha u otra arma similar.
Lo curioso de las calaveras de estos tres poblados es que no se hallaron en lugares al azar, si no que todas fueron colocadas en puntos orientados al lago. Varios expertos manejaron la teoría de que estos niños fueron sacrificados en el lugar, como ofrenda a los dioses para que no les castigase con inundaciones.
Según un estudio publicado en la revista británica ‘Antiquity’, esta conjetura no está mal encaminada, pero discrepa en algunos matices. En aquella época, los habitantes de estos poblados habrían sufrido varias inundaciones a lo largo de su vida debido a la proximidad de sus asentamientos al Lago de Constanza, aparte de combates, robos e invasiones entre los propios poblados. Es por eso que las estructuras halladas demuestran que estaban diseñadas como método de defensa y para protegerse de las fuertes lluvias.
Los análisis de los restos de los niños, de unos 10 años de edad, indican que podrían haber muerto antes de ser colocados, posiblemente durante alguna guerra o enfrentamiento y con la ayuda de un hacha o una barra, descartando el hecho de haber muerto antes por enfermedad o sacrificio, ya que estos métodos no se atribuyen a las costumbres y rituales de la sociedad de la Edad del Bronce europea.
En declaraciones a la revista ‘Livescience’, el doctor Jennings defiende esta teoría: “por toda Europa se ha encontrado una gran cantidad de restos prehistóricos, como restos humanos y, particularmente cráneos, que evidencian el significado simbólico de los mismos para la sociedad de aquella época”.
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