El pequeño Nicolás se niega a declarar ante el juez. (Efe)
El caso del pequeño Nicolás tiene un oscuro reverso que están sufriendo en la intimidad de sus hogares los dirigentes y empresarios que, hasta la detención del joven impostor el pasado 14 de octubre, integraban su círculo de amistades. El chico estaba obsesionado con documentar las reuniones, comidas y fiestas a las que asistía, y no sólo tomando fotografías como las que ya han aparecido en los medios. También grabó decenas de conversaciones y archivó con la diligencia de un bibliotecario correos electrónicos y mensajes de Whatsapp. La Policía Nacional le requisó toda esa información cuando le detuvo pero el pequeño Nicolás encontró la fórmula para recuperarla y está amenazando ahora a sus protagonistas con divulgarla en el momento que más le convenga.
Los datos más comprometedores los tenía almacenados en su teléfono móvil y en su ordenador personal. Asuntos Internos se incautó de esos dispositivos para analizarlos en el marco de la investigación que está instruyendo el juzgado número 2 de Madrid. En concreto, tal y como refleja el sumario del procedimiento, al que ha tenido acceso El Confidencial, la Policía se llevó del domicilio del joven "un terminal telefónico de color negro Apple modelo A1429IPHONE con número de IMEI 013415001266506, con tarjeta telefónica asociada al número 676129XXX" y un "ordenador portátil de la marca Apple y cargador con número de serie CO25D6U4DTY4".
Los dos dispositivos están desde entonces en poder de los investigadores. El juez autorizó a los peritos informáticos de la Policía Científica la extracción de todos sus datos, desde “agendas telefónicas” a “registro de llamadas”, pasando por “mensajería de tipo SMS, mensajería tipo Whatsapp, archivos fotográficos y videográficos”. El análisis de ese contenido permitirá a los agentes reconstruir los últimos movimientos del chico e identificar a todas las personas que presuntamente le ayudaron a engañar a políticos y empresarios.
Un escondite secreto
Con esa medida, el juez también quería evitar que el pequeño Nicolás pudiera utilizar ese material para chantajear a sus antiguos cómplices amenazándoles con la publicación de información delicada. Pero el joven había tomado precauciones para garantizarse el control sobre ese ingente volumen de datos. Según fuentes cercanas a las pesquisas, el chico escondió todas fotos, vídeos y grabaciones en una cuenta privada en la nube, un disco duro virtual ubicado en internet al que sólo se puede accederse con una contraseña. Tanto su teléfono móvil como su ordenador estaban programados para enviar automáticamente a esa cuenta secreta toda la información que pasaba por ellos.
El pequeño Nicolás no reveló ese detalle a la Policía tras ser detenido y, cuando quedó en libertad, accedió de nuevo a su cuenta en la nube, recuperó todo el contenido que le habían requisado y generó otros duplicados. El chico está convencido de que esos documentos son el mejor argumento posible para presionar a las autoridades que, en su opinión, provocaron injustamente su caída el 14 de octubre enviándole a los calabozos de la comisaría de Chamberí.
El joven se siente orgulloso de haber burlado a los policías que le apresaron. Lo cierto es que a los investigadores se les pasó por alto la posibilidad de que Nicolás dispusiera de un almacén oculto en la nube. En una de las entrevistas que ha ofrecido, el joven se tomó incluso la licencia de vacilar a los funcionarios de Asuntos Internos afirmando que fueron “muy chapuceros” por no darse cuenta de que tenía toda esa información escondida a sólo un click de distancia.El secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz y Francisco Nicolás.
Filtraciones estratégicas
Parte de esos datos, que siguen en la nube, ya están siendo filtrados por el joven impostor. Por ahora, ha pasado supuestos correos con la jefa de gabinete del director del CNI, Félix Sanz Roldán; una foto del empresario Arturo Fernández acostado en el sofá del chalé de El Viso; y varias conversaciones de Whatsapp con el actual secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz. También ha hecho circular una fotografía en la que este dirigente del PP aparece en una situación comprometida. La instantánea aún no ha sido publicada pero sólo es cuestión de tiempo. Sin duda, García-Legaz está siendo la personalidad más golpeada por este continuo goteo de información y en el Gobierno ya se le da por amortizado.
Pero el pequeño Nicolás guardaba más datos en la nube. Ha recuperado los contactos que tenía en su teléfono, entre los que figuran políticos influyentes y empresarios reconocidos; ha accedido a todos sus correos electrónicos, tanto a los enviados como a los recibidos; ha convertido en archivos de texto sus diálogos con mensajería instantánea; y se ha descargado audios que grabó con su propio móvil. Según han revelado a este diario personas cercanas a la investigación, guarda como un tesoro un vídeo que habrían filmado en el interior del famoso chalé de El Viso en el que aparecerían dos hombres y una mujer manteniendo relaciones.Parte de los datos, que siguen en la nube, ya están siendo filtrados por el joven impostor. Ha hecho circular una fotografía en la que García-Legaz aparece en una situación comprometida. La instantánea aún no ha sido publicada pero sólo es cuestión de tiempo
El chico no sólo cree que ese material le proporcionará un futuro judicial más favorable. También considera que poniendo el ventilador y advirtiendo públicamente de que dispone de imágenes y vídeos sensibles garantiza su propia integridad física. Según fuentes de su entorno, el pequeño Nicolás está obsesionado con su seguridad. Pero también tiene un tercer motivo para sacar a la luz todos esos archivos: captar la atención de la opinión pública. Su afán de notoriedad no conoce límites y ha encontrado plataformas mediáticas dispuestas a pagar por el acceso a esas supuestas pruebas.
Una realidad fabricada
Puede que los documentos que guarda no sean tan poderosos como piensa. Expertos cercanos a las pesquisas aclaran que las escenas en las que el pequeño Nicolás pueden acreditar de delitos de corrupción, pero no dispondría de ningún indicio para avalar su supuesta colaboración con el CNI, la Casa Real o Vicepresidencia del Gobierno, las tres instituciones con las que trata de vincularse recurrentemente.
Consciente de ello, el joven está moviéndose para tratar de conseguir nuevas pruebas de mayor peso con las que presionar a las altas esferas del poder. Como reveló El Confidencial, el pasado 14 de noviembre acudió al hotel Meliá Castilla de Madrid completamente disfrazado para tratar de conseguir una supuesta cinta en la que aparecería un alto cargo de la Administración manteniendo relaciones con menores. El pequeño Nicolás se fue del hotel sin el vídeo.
http://www.elconfidencial.com/espana/2014-12-20/el-tesoro-del-pequeno-nicolas-esconde-en-la-nube-copias-de-sus-fotos-y-videos_590127/
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