Según los planes de la UE, los automóviles vendidos desde marzo de 2018, deberán llevar un dispositivo parecido a una caja negra como las de los aviones.
El dispositivo contendrá una tarjeta SIM de teléfono que permitirá seguir los movimientos de los conductores y la ubicación del vehículo.
La tecnología, llamada eCall, será utilizada para detectar los accidentes y automáticamente llamar a los servicios de emergencia para pedir ayuda.
La caja también estará equipada con un sensor GPS por lo que enviará la posición exacta del coche a un centro de control y añadirá un coste adicional a los vehículos de unos 130 euros.
Algunos funcionarios, sin embargo, advierten de que el sistema podrá ser utilizado por las empresas de seguros o por la policía para controlar cada movimiento de los automovilistas.
Emma Carr, del grupo de libertades civiles Big Brother Watch, dijo: “Los conductores no se podrán sentir cómodos llevando en sus vehículos un dispositivo capaz de registrar y transmitir su ubicación exacta mientras conducen”
La Unión Europea, construyendo la dictadura policial hipervigilada del mañana…
Visto en : El Microlector
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