Nunca dejarán de sorprendernos, LAS PIEDRAS RITUALES.

Presunto altar rupestre en el despoblado medieval de Navaserrada.

Las piedras rituales nunca dejarán de sorprendernos: por sus tamaños, formas, elementos que incorporan, cronología, rituales que se practicarían en ellas, etc. Tal es el caso de las que recientemente he documentado en dos despoblados medievales de El Hoyo de Pinares, población sita treinta kilómetros al sureste de Ávila capital.

La más curiosa e interesante de estas piedras rituales, un altar seguramente, lo constituye una roca con forma de pirámide truncada, de 2 metros de altura, situada sobre otra que le sirve de base, en la que se han labrado: escotaduras laterales de distinta profundidad y forma destinadas seguramente a facilitar el acceso a la parte superior; y rebajes, cazoletas y canalillos en la parte superior dedicados seguramente a la práctica de los correspondientes rituales.

cazoletas y curiosos canalillos en la parte superior de la roca.

Trío de cazoletas en un rebaje de la parte alta de la roca. 

Pero los elementos rituales de este lugar no se limitan a la propia roca-altar sino que se extienden a las situadas junto a ella, como es el caso de una reducida, ovalada y superficial pila, tallada sobre una pequeña y redondeada peña, sita al este de la primera, quizás destinada al sacrificio de pequeños animales cuyos despojos se ofrecerían en el altar principal.

Aspecto general del santuario y de la pequeña pila ritual de su base.

Los referidos elementos y aún otros labrados en las rocas inmediatas (escaloncillos principalmente), así como la proximidad al santuario plenomedieval cristiano de Navaserrada (tan sólo unas decenas de metros), hacen suponer que antes que el templo cristiano (cuyos despojos se han trasladado hace unas décadas a la iglesia parroquial de El Hoyo de Pinares y a un lugar llamado El Fresne), existió en este lugar un santuario rupestre “pagano” cuya cronología se pudo remontar a la época del asentamiento visigodo de San Vicente que en este lugar se ha documentado e incluso determinar la ubicación del posterior santuario cristiano de Navaserrada.

Terrae Antiqvae