El crecimiento de la población musulmana en territorio nacional ha convertido a España en una prioridad para las principales facciones de esta religión: el chiismo y el sunismo
03.04.2015 – 05:00 H.
El crecimiento de la población musulmana en territorio nacional ha convertido a España en una prioridad para los grandes centros de pensamiento de esta religión. La fundación de origen iraquí Alulbeyt, también conocida como Ahlul Bayt en otras partes del mundo (traducido al castellano, La Casa Profética), acaba de adquirir un antiguo colegio en Madrid para convertir las instalaciones en un gigantesco centro cultural que tendrá como objetivo la difusión del islam chií, una rama de esta religión que profesa el 15% de los 1.600 millones de musulmanes que habitan el planeta y que tiene a Irán como principal valedor.(Vea las imágenes del interior de la fundación en Madrid)
Alulbeyt tiene su centro de operaciones en Irak, donde en torno al 60% de la población sigue el chiísimo, aunque también dispone de una importante sede en Londres. En teoría, la fundación está financiada por el ayatolá chií Sayyid Ali Al-Sistani, una relevante autoridad religiosa de origen iraní que ha jugado un papel decisivo en la región tras la guerra de Irak y que controla una vasta red de mezquitas y dependencias culturales que le permitirían financiar esta organización.
Sin embargo, otras fuentes señalan que, en realidad, el dinero con el que Alulbeyt está financiando su expansión internacional procede directamente del régimen de Teherán, que mantiene una encarnizada batalla ideológica con la otra gran facción del islam, el sunismo. Fuentes de los servicios de inteligencia españoles confirman a este diario que el grueso de los fondos que ha necesitado la fundación para poder adquirir la sede de su nuevo centro de operaciones en la capital de España ha sido aportado por Irán. Su objetivo es contrarrestar la presencia casi monolítica de la que hasta ahora disfrutaban los suníes asentados en España.
Desde el centro desmienten el patrocinio de Teherán. “Irán no ha tenido nada que ver”, asegura Yusuf Fernández, responsable de actividades de la delegación española e histórico representante de la comunidad chií que reside en territorio nacional. “El dinero ha salido de la fundación y también de un grupo de musulmanes de Madrid que tenían interés en que se abriera esta sede. Entre ellos hay marroquíes, iraquíes, sirios… pero no hay ningún iraní”, subraya. Sí admite, en cambio, que el embajador de Irán en España fue una de las autoridades que asistió a la inauguración del centro el pasado 28 de febrero.
Lo cierto es que Alulbayt se ha propuesto aterrizar en Madrid del modo más suave posible para no suscitar recelos en una sociedad tan poco familiarizada con esta fe como la española. Lo último que quiere es ser percibida como una entidad radical o extremista, aunque la aplicación del islam en el régimen iraní no es precisamente un ejemplo de libertad, tolerancia y respeto de los derechos humanos. Sin ir más lejos, en ese país las autoridades religiosas detentan poder político y el sistema judicial aplica una interpretación estricta de la sharia que incluye desde castigos corporales a amputaciones, llegando a la pena capital. (Vea las imágenes del interior de la fundación en Madrid)
Alulbeyt prefiere desvincularse de esa realidad. Para tratar de pasar desapercibida, la fundación omite en sus comunicaciones que se trata de una entidad musulmana y ha decidido presentarse en España con actos de diálogo interreligioso con representantes de la iglesia católica, cultivando una imagen de aparente moderación.
A medio plazo, el verdadero propósito de Alulbeyt es bien distinto. “Es el centro más grande que el chiismo ha tenido nunca en España”, advierte Fernández. “Aún estamos arrancando pero queremos que sea un punto de referencia para el islam en España, aunque queremos dejar claro que no será excluyente. Está abierto a todos los musulmanes y también a la gente de otras religiones”, matiza.
Sin duda, tiene todo lo necesario para alcanzar esas metas. El centro, situado en el número 1 de la calle de Florencio Sanz de la capital, cuanto con un total de1.400 metros cuadrados. Dispone de aulas, una biblioteca, salón de actos, varias habitaciones, cocina y despachos. Por ahora, sus gestores han preferido centrarse en la promoción de actividades culturales. Dan clases de árabe a niños, han convocado conferencias y organizarán eventos con motivo del Ramadán, que este año arranca el 18 de junio y se prolongará hasta el 17 de julio.
Pero Alulbeyt trabaja ya para convertirse en una atalaya de la formación islámica. De hecho, esa es la principal actividad de la fundación en el resto de los países occidentales en los que ya ha desembarcado. En el futuro, además de traducir al castellano las publicaciones de los clérigos chiíes más respetados, formará a nuevos seguidores de esa facción del islam y celebrará la oración dentro de sus propias instalaciones, un instrumento fundamental para poder difundir su particular visión del credo musulmán. La entidad ya opera como una mezquita, aunque todavía no acoge el rezo de los viernes, el más importante para esta religión. Será cuestión de tiempo que lo implanten. El combate por la supremacía dentro del islam ha llegado a España.
http://www.elconfidencial.com/espana/2015-04-03/iran-compra-un-antiguo-colegio-en-madrid-para-expandir-el-islam-chiita-por-toda-espana_752503/
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