Mas quiso puentear al Banco de España y apelar directamente al BCE para conseguir una ficha bancaria para convertir el Institut Català de Finances en su propio banco público
El presidente de la Generalitat, Artur Mas. (EFE)
El plan del presidente catalán Artur Mas de puentear al Banco de España y solicitar una ficha bancaria para la entidad crediticia de la Generalitat –el Institut Català de Finances (ICF)– directamente al Banco Central Europeo (BCE) que preside Mario Draghi, está condenado al fracaso, según señalan las fuentes financieras consultadas. Todo se ha quedado en otro brindis al sol antes de las elecciones.
Este mes de julio, el ICF anunció que iba a solicitar al BCE una ficha bancaria antes del 27-S. Para ello se aprobó por decreto un cambio de normativa del ICF para adecuarlo al marco europeo y se nombraron nuevos consejeros independientes.
La razón para acudir al BCE y saltarse al Banco de España es la mala relación del gobernador, Luis María Linde, tanto con ERC como con la actual Generalitat a causa de la deriva soberanista de la actual Administración catalana. El pasado junio, el gobernador del Banco de España evitó en las jornadas económicas delCírculo de Economía en Sitges asistir a la conferencia que dio el líder republicano Oriol Junqueras y que, curiosamente, tuvo mucha carga financiera y fue poco independentista.
La idea de convertir el ICF en un banco público pertenece a ERC y fue fruto de los acuerdos con CiU para que Mas gobernase en minoría hace dos años.
Pero durante la legislatura poco se ha hecho, en buena parte porque en los sondeos previos el Banco de España ya dejó claro a los responsables de la Administración catalana que no iba a otorgar la ficha bancaria. Consultado al respecto, el Banco de España ha alegado que nunca comenta los trámites previos a otorgar una ficha bancaria.
Con estos mimbres, el camino escogido por la Generalitat para contentar a su socio republicano y mantener que se están impulsando “estructuras de Estado” fue hacer el anuncio en julio, soslayando que es preceptivo un informe del Banco de España al BCE para que este otorgue la ficha, por lo que el “puenteo” legal y de modo operativo no es posible.
Brindis al sol
Algunas fuentes financieras aseguran que en la Generalitat ya son conscientes de esta situación y que el anuncio no tuvo más valor que un brindis al sol de carácter electoral pensando en las autonómicas del 27-S.
Tras la petición se encuentra el poco peso específico de la Generalitat en el sector financiero. Por mucho que Artur Mas defienda que en las áreas en las que han tenido competencias las cosas han ido mejor, lo cierto es que su Gobierno tenía amplios poderes en cajas de ahorros y de las diez cajas catalanas que había antes de la crisis, ha quedado una, CaixaBank, y el resto ha sido absorbido o rescatado en penosas circunstancias. En cuanto hubo problemas, la Generalitat, con el apoyo de la totalidad de los partidos catalanes, dejó la cuestión del rescate de las cajas catalanas en manos del Banco de España y renunció alegremente a sus competencias.
Andreu Mas-Colell saluda a Isidre Fainé. (EFE)
Qué comentar de la comisión de investigación sobre las cajas del Parlament, que esta legislatura concluyó con inconmensurable desparpajo que “las autoridades de la Generalitat hicieron una labor de control del sistema financiero de Catalunya en términos ajustados a las competencias limitadas que les correspondían”, una afirmación que hecha a toro pasado provoca todavía más sonrojo, visto el descontrol financiero en que vivían las entidades de ahorro.
Un buen instrumento
Con este panorama, todo apunta a que un buen instrumento, como es el ICF, seguirá sin ficha bancaria pese a haber nombrado como nuevos consejeros a personas del prestigio de Mercè Domingo (ex-Sara Lee), Virginia Verger (ex-PWC) o Francesc Casas (ex-Banco Sabadell).
En el primer semestre del año el grupo ICF ha obtenido unos resultados positivos de 5,7 millones de euros antes de impuestos, en línea con el presupuesto. Durante esos primeros seis meses ha facilitado el acceso a la financiación, a través de préstamos y avales, a un total de 787 empresas por un importe de 343,2 millones de euros, entre enero y junio de 2015. El 97% de las empresas destinatarias de esta financiación han sido pymes y autónomos.
Sin embargo, no siempre se ha hecho buen uso de este buen instrumento. Un total de 120 millones del ICF se utilizaron para financiar a la quebradaSpanair, según las conclusiones de un informe de la Sindicatura de Cuentas de la propia Generalitat. Por tanto, argumento fácil para que el Banco de España emita ante Fráncfort un informe contrario a dar luz verde a esta nueva ficha bancaria.
MARCOS LAMELAS. BARCELONA 13.08.2015 – 05:00 H.
http://www.elconfidencial.com/espana/cataluna/2015-08-13/mas-fracasa-en-su-intento-de-apelar-a-draghi-y-se-queda-sin-banco-de-la-generalitat_966547/
Mas sigue un ideal nazi.
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