Tres telescopios espaciales han detectado un aumento de la frecuencia de las erupciones de rayos X del agujero negro gigante en el centro de nuestra galaxia.
Después de un nuevo seguimiento a largo plazo, los científicos están tratando de averiguar si se trata de un comportamiento normal que pasó desapercibido debido a la supervisión limitada, o estas llamaradas se desencadenan por el reciente paso cercano de un objeto polvoriento misterioso.
Al combinar la información del Observatorio de Rayos X Chandra de la NASA y del XMM-Newton de la NASA, con observaciones por el satélite Swift, los astrónomos fueron capaces de rastrear cuidadosamente la actividad del agujero negro supermasivo de la Vía Láctea durante los últimos 15 años. El agujero negro supermasivo, también conocido como Sagitario A, pesa poco más de 4 millones de veces la masa del sol.
Los rayos X son producidos por gas caliente que fluye hacia el agujero negro. El nuevo estudio revela que Sagitario A, en promedio, ha estado produciendo apenas una sola llamarada brillante de rayos X cada diez días. Sin embargo, en el último año, ha habido un incremento de diez veces en la tasa de destellos brillantes de Sagitario A, aproximadamente uno por día. Este aumento ocurrió poco después del acercamiento a Sagitario A de un misterioso objeto llamado G2.
«Desde hace varios años, hemos estado siguiendo la emisión de rayos X de Sagitario A. Esto incluye también el paso cercano de este objeto polvoriento», dijo Gabriele Ponti, del Instituto Max Planck de Física Extraterrestre en Alemania. «Hace un año más o menos, nos pareció que no tenía absolutamente ningún efecto, pero nuestros nuevos datos plantean la posibilidad de que ese podría no ser el caso».
Originalmente, los astrónomos pensaban que G2 era una nube prolongada de gas y polvo. Sin embargo, después de pasar cerca de Sagitario A a finales de 2013, su apariencia no cambió mucho, además de que se estiró ligeramente por la gravedad del agujero negro. Esto dio lugar a nuevas teorías de que G2 no era simplemente una nube de gas, sino una estrella envuelta en un capullo polvoriento extendido.
«No hay un acuerdo universal sobre lo que es G2», dijo Mark Morris, de la Universidad de California en Los Ángeles en un comunicado de la NASA. «Sin embargo, el hecho de que el agujero negro se hizo más activo, no mucho después del paso de G2, sugiere que podría haber causado un aumento en la velocidad de alimentación del agujero negro». No obstante, otros agujeros negros parecen comportarse como Sagitario A.
Por lo tanto, es posible que este aumento de actividad sea un rasgo común entre los agujeros negros, sin relación con G2. Por ejemplo, el aumento de la actividad de rayos X podría ser debido a un cambio en la fuerza de los vientos de estrellas masivas cercanas que están alimentando de material al agujero negro.
«Es demasiado pronto para decirlo con seguridad, pero vamos a mantener los ojos en Sagitario A en los próximos meses», dijo la co-autor Barbara De Marco, también del Max Planck. «Con suerte, las nuevas observaciones nos dirán si G2 es responsable del cambio de comportamiento o si la reactivación es sólo parte de cómo se comporta el agujero negro». Un documento sobre estos resultados ha sido aceptado por la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Artículo publicado en MysteryPlanet.
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