Las leyes, especialmente las más recientes dictadas por el Gobierno español, protegen y hasta tutelan el oscuro negocio energético. RD de autoconsumo, una nueva normativa que protege a las grandes compañías y condena el autoconsumo.
Y con esa condena vuelve a poner más zancadillas al progreso de las energías renovables contradiciendo las directrices europeas y situando a nuestro país en el vagón de cola del futuro energético. Una decisión de hoy que mañana nos hará más dependientes del resultado de las partidas de póquer de las multinacionales.
Brindis por las renovables
SI digo que los engranajes de nuestra sociedad están montados sobre el consumo energético, digo una perogrullada. Pero si digo que el consumo energético está organizado para el abuso y la especulación del oligopolio eléctrico puedo acabar en los tribunales de justicia. Las leyes, especialmente las más recientes dictadas por el Gobierno español, protegen y hasta tutelan el oscuro negocio energético.
El Consejo de Ministros del pasado viernes ha emitido el "real decreto que regula las condiciones administrativas, económicas y técnicas para el suministro y producción de electricidad con autoconsumo". Una nueva normativa que protege a las grandes compañías y condena el autoconsumo.
Y con esa condena vuelve a poner más zancadillas al progreso de las energías renovables contradiciendo las directrices europeas y situando a nuestro país en el vagón de cola del futuro energético. Una decisión de hoy que mañana nos hará más dependientes del resultado de las partidas de póquer de las multinacionales.
Durante los ocho años de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, en sintonía con las políticas de los países más avanzados, caminamos hacia una producción y autoconsumo racional de la electricidad. Se legisló para el crecimiento de las renovables en un momento en el que las grandes compañías temían no tener capacidad para abastecer al mercado. Se propulsó y subvencionó el uso de placas solares, de instalaciones eólicas, de acumuladores más eficaces... pero, llegada la crisis y la caída del consumo, las eléctricas clamaron por mantener sus beneficios y destruir la nueva y peligrosa competencia.
El Gobierno de Mariano Rajoy rápidamente se plegó a las exigencias aun a costa de arruinar a miles de pequeños inversores que habían depositado sus esperanzas y ahorros en los consejos de la UE y en el panorama que ofrecían los progresos de las renovables en EE.UU., Canadá, Francia, Alemania... Las grandes eléctricas han vencido con argumentos muy discutibles y la complicidad del ministro José Manuel Soria, capaz de argumentar como positivo lo negativo de la legislación emanada de su Ministerio de Industria.
El decreto desincentiva el desarrollo del autoconsumo penalizándolo e, incluso, obliga a regalar los excedentes producidos por los particulares a la compañía de su zona. Algo que antes suponía un pequeño ingreso y animaba a perseverar en la instalación de renovables. Mayor descaro impositivo no es posible: pagan por lo que no consumen y deben regalar el sobrante producido. Esperemos que este "impuesto al sol" no dure más de que lo que dura un brindis.
XOSÉ A. PEROZO
Periodista
http://www.elcorreogallego.es/opinion/ecg/brindis-renovables/idEdicion-2015-10-11/idNoticia-957415/
https://www.meneame.net/
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