Hallados hace casi 40 años atrás, los restos de una acaudalada mujer de la antigua ciudad de Londinium (actual Londres) continúan proveyendo a los investigadores datos asombrosos.
Un análisis de ADN efectuado recientemente sobre su esqueleto ha demostrado que, a pesar de sus rasgos femeninos, tiene cromosomas masculinos. Esqueleto de la Mujer de Harper Road. Conocida como «La Mujer de Harper Road», fue descubierta en Southwark, al sur de Londres, en 1979, y sus restos fueron datados entre el 50 y 70 d.C.
Los expertos concluyeron que era una mujer debido a que su pelvis se inclina hacia adelante, es más amplia y de forma oval; y dedujeron su alto estatus social en base al ajuar funerario que acompañaba sus restos mortales. La sorpresa vino cuando investigadores del Museo de Londres, y las universidades de Durham (Inglaterra) y McMaster (Canadá), decidieron extraer ADN del esmalte dental para obtener más información y ver qué más podían contar los antiguos huesos sobre la vida y diversidad genética en aquella lejana época de la Britania romana.
Los expertos de la Universidad de McMaster también examinaron el ADN mitocondrial para identificar un ancestro materno. El equipo concluyó que los huesos de la Mujer de Harper Road mostraban claras características femeninas pero que, para asombro de todos, los análisis habían detectado cromosomas masculinos.
El género en los humanos es determinado por cromosomas. Las mujeres tienen cromosomas XX, mientras que los hombres XY. La Mujer de Harper Road vivió en los tiempos de la invasión romana de Britania y pudo incluso ser testigo de la Revuelta de Boudica y la subsecuente devastación de la ciudad de Londinium (ilustración). Mientras que los científicos aún no han determinado la razón exacta detrás del descubrimiento, especulan con que podría deberse a un desorden en el desarrollo sexual en el útero llamado Síndrome de Insensibilidad Androgénica (SIA), el cual puede ser pasado a través de la madre o surgir espontáneamente en una mutación.
Las mujeres con SIA tienen una vagina, pero sin cuello uterino ni útero, y en su lugar tiene testículos internos. En la forma completa, el individuo es una mujer, pero sin órganos femeninos y con presencia de vello púbico y axilar disperso o con ausencia total de estos.
En la forma incompleta la persona puede presentar las características físicas tanto femeninas como masculinas. Otra alternativa, es que la mujer tuviera una rara condición que afecta a una persona entre un millón, llamada disgenesia gonadal. Este tipo de estado intersexual hace que una persona tenga todas las características de una mujer pero con ovarios que no funcionan.
La presencia del cromosoma Y en una mujer también puede deberse a un microquimerismo fetomaternal en el que las células del feto pasan a través de la placenta y establecen una estirpe de células en el interior de la madre.
«El descubrimiento de cromosomas XY en los restos de la Mujer de Harper Road apoya la noción moderna de que no sólo hay dos sexos, que cada persona es un ‘mejunje’ genéticamente diferente de células, y que ciertos individuos tienen un sexo que no coincide con el resto de su cuerpo», explicaron los autores del estudio.
Artículo publicado en MysteryPlanet.
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