El 24 de Mayo de 1962, el astronauta Scott Carpenter logra fotografiar a un objeto en forma de disco, mientras se encontraba en el espacio a bordo del Aurora VII.
Cuando Carpenter se encontraba a 275.000 metros de altura, vio acercarse “algo” a la cápsula, inmediatamente comunicó a Houston:
“¡Es metálico! y refleja intensamente la luz solar”.
El objeto siguió desplazándose en sentido contrario a la marcha de la Aurora 7, hasta perderse de vista.
Scout Carpenter, mientras orbitaba la Tierra en Mayo de 1962, a la altura de Australia, comunico a la base:
“Estoy observando unas partículas luminosas que vienen a mi encuentro, ¡son muy rápidas! Y parecen tener una luz mas brillante que las estrellas… ¡Entonces ellos existen…! ¡Son ellos…!”
Scott Carpenter, a bordo de la cápsula Aurora 7, vio y fotografió a varios objetos de gran tamaño y luminosidad que siguieron al vehículo norteamericano durante su corto periplo espacial. La NASA dio una absurda explicación a las fotografías, diciendo que eran “cristales de hielo adheridos a las ventanillas”.
En su tercera vuelta a la Tierra, Carpenter vio otro objeto y comunicó a Houston:
Carpenter reconoció haber sentido miedo, también dijo:
“Era cilíndrico, enorme… y se movía a gran velocidad”. [Nota: ¿Cilíndrico y enorme? ¡El Andromeda-Gerät!].
El objeto se inmovilizó junto a la Aurora 7 y siguió su misma trayectoria. Entonces, de aquel cilindro salieron 3 objetos en forma de disco, los cuales se alejaron. Al instante que la nodriza desapareció hacia las estrellas”.
Algunas declaraciones de gente de la NASA.
La NASA siempre ha dicho que lo encontrado en la Luna por las expediciones no tiene ningún secreto, sin embargo, el doctor Farduk Elbaz, uno de los más prominentes científicos de la NASA, admitió:
“No todo lo descubierto se ha anunciado”.
Añadió también que se utilizó un “código secreto” en las conversaciones entre los astronautas y la base de control de la Tierra. ¿Es que había algo que ocultar?
El científico Maurice Chatelain, que estuvo a cargo del equipo de comunicaciones del Apolo, declaro que:
“Todas las naves Apolo y Géminis fueron seguidas por vehículos espaciales que no pertenecen a este planeta. Siempre que esto ocurre los astronautas informan al centro de control y desde allí se les ordena silencio absoluto”.
Añadió además que:
“Los astronautas del Apolo XI no solo escucharon ruidos extraños en la radio cuando se acercaban a la Luna, sino que se encontraron con un comité de bienvenida: dos ovnis que contemplaban el alunizaje”.
Más que “contemplaban” habría que decir “vigilaban”…
Fred Bell, otro científico que trabajó para la NASA dice:
“Los astronautas han guardado silencio sobre sus encuentros con ovnis porque están entrenados para creer que es una cuestión de seguridad nacional”.
Además el doctor Bell aseguro haber visto fotografías de OVNIS tomadas por los astronautas. Aseguró que el Proyecto Apolo fue interrumpido abruptamente debido a que se habían encontrado “demasiadas cosas allá afuera”, tomando seguramente muy en serio la prohibición del Reich de volver allí.
El ex-astronauta John Glenn, posteriormente senador de los EE.UU., hizo importantes declaraciones para un programa radiofónico, sin saber que estaba siendo grabado:
“Sabemos perfectamente lo que vimos allí afuera, pero no podemos contar nada”.
Además agregó lo siguiente:
“Nunca conoceremos la verdadera respuesta… Aún así, vimos cosas allá afuera, cosas extrañas…”
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