Obtenidos mediante el Acta de Libre Información (FOIA) y dados a conocer esta semana, revelan que la NASA destruyó cientos de misteriosas cintas pertenecientes a dos computadoras de la era Apolo, utilizadas durante el auge de la carrera espacial.
La mayoría de las cintas (215 de 325) estaban sin rotular, pero otras tenían relación con las sondas Pionner 10 y Pionner 11, misiones de la NASA a Júpiter y Saturno en los tiempos de los alunizajes, reporta la web arsTechnica. Estos archivos «perdidos» estuvieron almacenados en el sótano de un ingeniero de IBM por más de 50 años.
El ingeniero trabajó para la NASA en los 1960s y 70s. Tras el fallecimiento del ingeniero, el tiempo y el descuido por parte de sus herederos hizo su trabajo deteriorando el material.
Finalmente, las computadoras propiedad de la NASA fueron entregadas a un chatarrero en 2015, quien se puso en contacto con la agencia espacial. «Por favor, dile a la NASA que estos ítems no fueron robados», le dijo el heredero del ingeniero al comerciante de chatarra, según el documento liberado. «Pertenecían al Centro IBM de Allegheny, en Pittsburgh (PA 15212).
Entre 1968 y 1972, la compañía decidió deshacerse de estas computadoras por lo que [nombre del ingeniero tachado] solicitó llevárselas consigo». La NASA inspeccionó las cintas magnéticas de almacenamiento de datos y encontró que las mismas efectivamente databan de entre 1967 y 1974.
El documento FOIA también destaca que la agencia espacial ordenó que todas las cintas fueras destruidas debido a que no existía evidencia de que contuvieran «material históricamente significante». Además, de acuerdo al archivista que examinó el material, la recuperación de los datos almacenados hubiera sido —debido al «enmohecido» estado de las cintas— «muy costosa» y, en realidad, no había garantía de que se pudiera recuperar algo.
Por otra parte, la NASA le comunicó al chatarrero que alguien más debería encargarse de retirar las computadoras de allí, ya que ellos «no las necesitaban». ¿Qué oculta la NASA? Este hecho llamó la atención de algunos internautas aficionados a las teorías de conspiración, quienes se preguntaron por qué el ingeniero de IBM se preocupó tanto por conservar el material y salvarlo de su destrucción si es que este no era «significante».
Una de las dos computadoras —tan pesada que se hubiera necesitado una grúa para retirarla del sótano— estaba rotulada con el código de contrato NAS5-2154, del cual no existe registro en el gobierno de Estados Unidos. Un usuario de Reddit comentó: «¿Cómo es que algo relacionado con el alunizaje no es históricamente significante?
Solo destruyen cosas que no quieren que la gente vea». Otro dijo que: «Incluso las máquinas por sí mismas son lo suficientemente interesantes como para ponerlas en un museo. Si yo tuviera espacio, me las llevaría».
Sin embargo, otro usuario (mastermindo4) sugirió una explicación al porqué de la destrucción de las cintas:
«Si son cintas de computadoras de hace 60 años, probablemente no haya muchos datos que puedan recuperarse, especialmente si fueron mantenidas en tan pobres condiciones. Es probable que solo contengan cálculos y programas que usaban para hacerlos, nada que no esté ya archivado y valga la pena rescatar.
La NASA sería muy cuidadosa con cualquier dato sensible relacionado con alienígenas o por el estilo, no hubiera permitido que alguien se llevara ese material a casa».
El documento FOIA completo puede ser consultado AQUÍ.
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