Un grupo de simpatizantes chavistas irrumpió con violencia este miércoles en el Parlamento, de mayoría opositora. Hay al menos cinco diputados heridos, agredidos con objetos contundentes
El diputado Americo de Grazia tendido en el suelo tras el asalto.
“La celebración del 5 de julio es un hecho histórico cuya significación original es cívica y republicana”, decía la historiadora Inés Quintero en la palestra de la Asamblea Nacional. Era la oradora de honor para conmemorar los 206 años de la firma del Acta de Declaración de Independencia de Venezuela. Su discurso era una oda a lo civil, al fin de la intromisión de las Fuerzas Armadas en la vida republicana. Unos minutos después, el civismo volaba por los aires en forma de lacrimógenas. Un grupo de personas simpatizantes del chavismo, que desde temprano se apostaba en la entrada del edificio legislativo, burló la seguridad y atacó a los diputados de oposición, trabajadores y a periodistas.
“El pueblo unido jamás será vencido”, gritaban, con capuchas algunos, banderas rojas y tubos y piedras en mano. Se escucharon detonaciones de origen desconocido, se olía a lacrimógena, dicen testigos en el lugar. Varios integrantes de la Unidad sufrieron daños de diversa consideración. El más grave, el diputado Américo de Grazia, que tuvo que ser trasladado en camilla con múltiples contusiones. “No hubo actuación contundente por parte de la Guardia Nacional Bolivariana para evitar la actuación de estos grupos adeptos al oficialismo, usaron objetos contundentes contra nosotros”, decía un asambleísta.
Las paredes manchadas de sangre, el patio también con restos de la trifulca. Las entradas al hemiciclo tuvieron que ser bloqueadas con alfombras y armarios y los grupos violentos seguían en las inmediaciones de la Asamblea.
Pero nada se vio en la televisión nacional-tradicional. El asalto al parlamento ocurría durante una cadena nacional de radio y televisióndesde Los Próceres. Un desfile lleno de verde olivo, tanques, helicópteros, aviones, fuerza militar por todos lados, con un presidente Nicolás Maduro al frente montado en un jeep, que llegaba al lugar con no menos de diez escoltas.
Maduro calificó de "hecho extraño" la toma de la sede de la Asamblea Nacional y ordenó investigar este hecho que condenó ante militares y funcionarios presentes en el acto castrense. El presidente se desmarcó de lo ocurrido y ordenó desplegar a los militares por las calles. Según aseguró, ordenó investigar este acto, que ocurre sólo 25 días antes de las elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente.
El presidente de la Asamblea Nacional Julio Borges tomaba la palabra en el mismo sitio donde minutos antes Inés Quintero decía que “con la misma convicción y determinación que nos antecedieron, debemos luchar por conservar la República”. Aseguraba el político que lo ocurrido “es un reflejo de la situación país. Nada podrá doblegar la decisión de ser un país libre, tal y como ocurrió aquel 5 de julio de 1811.
Se acordaba por los diputados presentes el acuerdo de hacer una convocatoria a la consulta popular el próximo 16 de julio. Un plebiscito independiente al Consejo Nacional Electoral y al Gobierno por el que se quiere preguntar a los ciudadanos si están de acuerdo o no con la Asamblea Nacional Constituyente, promovida desde el Ejecutivo, que se iniciará el 30 de julio con la elección de los asambleístas por sectores.
Nicolás Maduro dijo en estos días sobre la Constituyente que es “la solución a los problemas de Venezuela, ¿así o más claro? Es la solución porque es el poder democrático, es más y mejor democracia”.
No es éste el primer ataque a la Asamblea. El pasado octubre, cuando se propuso iniciar un juicio político contra Maduro, grupos afines al chavismo entraron con violencia. La semana pasada, mientras el país se intrigaba por el helicóptero del CICPC que volaba sobre el Tribunal Supremo de Justicia, el parlamento sufría un asedio en el que diputados y periodistas, reunidos ahí por el día del gremio, no pudieron salir por horas y fueron agredidos.
Nombraba hoy Borges, al igual que Quintero en su discurso, a José Tadeo Monagas y el asalto al Congreso de 1848. Cuando se trató de enjuiciar al presidente por violar la Constitución y se le acusaba de haber ejercido facultades extraordinarias de modo ilegal, así como usar la fuerza armada a discreción. Antes de hacer este juicio, hubo trifulca, con muertos incluso.
“La Constitución sirve para todo”, diría Monagas, cuando llegó a poner orden montado a caballo. Desde ese momento, el parlamento estuvo años sin autonomía.
Tensión por los aires
La pasada semana, un día antes del ataque de un helicóptero de la policía científica (CICPC) a la sede del Tribunal Supremo de Justicia, cerca de 30 diputados de la Asamblea Nacional (AN) y periodistas sufrieron un encierro en la sede del Parlamento. Un grupo violento, al parecer vinculado al oficialismo, amenazó con agredirlos si abandonaban el lugar.
Horas antes, funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) habían entrado en la AN con unas cajas identificadas con el logro del Consejo Nacional Electoral. Al parecer, pretendían guardarlas en el área de seguridad. Cuando los diputados interpelaron a la GNB para saber qué contenían las cajas, estalló una trifulca.
Los diputados y periodistas no pudieron salir hasta bien entrada la noche. Tampoco resultaron ilesos. Por ejemplo, la periodista Alicia de la Rosa cuenta que le lanzaron “un bin laden [fuego artificial potente] y me explotó cerca, dejándome una quemadura en un costado y el oído afectado”.
http://www.elconfidencial.com/mundo/2017-07-05/un-grupo-chavista-irrumpe-con-violencia-en-el-parlamento-venezolano_1410269/
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