El sistema solar ha entrado en el nuevo año cósmico, lo que llamamos la Edad de Oro de la Humanidad, la Era de Acuario , la constelación en el que el sistema solar está empezando a transitar y estar en los próximos 2160 años.
Esta es la nueva era que muchos predijeron y hoy es real y que estamos experimentando con toda intensidad.
No sólo estamos pasando por épocas de transición de la Era de Piscis a la Era de Acuario, también estamos experimentando el amanecer de un nuevo año cósmico, el cierre de un ciclo del Samsara, que dura 25.920 años, cuando el sistema solar empieza a moverse por el centro de la galaxia OM.
Este ciclo se demostró en el zodiaco de Dendera del antiguo Egipto, que Napoleón robó desde el sur de Egipto y ahora está en el Museo del Louvre en París.
La Vía Láctea, al igual que todas las galaxias que están vivas y pulsan células universales, no se detiene y todo vibra, todo está vivo en el Universo.
Por lo tanto, el corazón de la galaxia late cada 25.920 años. Estamos viviendo este pulsar, este nuevo ritmo. Y viene también, al igual que los latidos de nuestro corazón, que también supera, pero en un ritmo mucho más rápido debido al tamaño de su cuerpo.
Dado a que el cuerpo es mayor, el corazón late más despacio…
Por ejemplo: el corazón de un ratón late más rápido que el nuestro, el corazón de un barato, incluso más rápido. Por el contrario el corazón de un elefante late más lento que el ser humano, el corazón de una ballena, aún más despacio, el corazón de la tierra del planeta, incluso más lento, ya que también vibra, todo está vivo y palpitante.
Por lo tanto, el Sol también late, sin embargo, es más lento que la Tierra, y Sirius aún más lento. Y el corazón de la Vía Láctea, va aún más lento. El tiempo del mundo es un espíritu eterno. Pasado, presente y futuro al mismo tiempo.
¿Qué significa eso?
Que estamos dentro de un macro mecanismo que funciona perfectamente y tiene ritmo. Si un ritmo, una frecuencia, una resonancia, un patrón vibratorio.
Lo que quiero decir es que este pulso de luz que viene desde el centro de la galaxia está trayendo nuevas frecuencias de sanación y de iluminación. Nos ofrece la nueva frecuencia de aclaración, nuevas filosofías y estándares de aprendizaje, sin embargo, las frecuencias curativas están llegando a arrebatar y a limpia todo y de todos.
¿Por qué?
Debido a que un nuevo patrón vibratorio se está poniendo en marcha, a veces nos cuesta conectar, y hay quienes se sienten mal, extraños, y no pueden entender lo que está pasando bien, y no puede vivir en el nuevo entorno que se está formando.
Lo digo acerca de la conciencia de nuestro entorno vibratorio. Lo que está cambiando es el estado de conciencia, sino también el tiempo, ya que con la llegada de esta onda de la luz, estamos sintiendo la fuente, la fuerza de retracción, como cuando se acerca un tsunami del océano y vemos los bordes de la playa retraerse y de haberse vaciado debido a que el reflujo de la gran ola se acerca.
En este caso, la gran ola que se avecina es una onda de luz, que está causando la fuente de algo mucho más poderoso e invisible, el tiempo. Por lo que consideramos que el día no es de 24 horas como antes, pero sí de 16 horas.
Esta fuerza será aún mayor y el día tendrá sólo 12 horas, al menos esa es la sensación que tendremos, es decir, la mitad del tiempo. Pero cuando pase la gran ola, todo volverá a su estado natural.
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