
–Los 3 tripulantes del Soyuz XI que aterrizaron muertos y sonriendo.–
En la base se sintieron satisfechos a pesar de que en los últimos minutos habían perdido contacto con los astronautas: Dobrovoisky, Vlokov y Patsayev. En ese momento comenzaría uno de los misterios más comentados de los años 70.
A pesar de haber perdido el contacto al atravesar la ionosfera, no había por qué preocuparse pues la nave estaba aterrizando según lo previsto.
Todos estaban muertos.
Entonces comenzaron las hipótesis para intentar aclarar porque los 3 estaban muertos pero sin ninguna deformación ni rasgo de haber pasado miedo durante el aterrizaje.
Primero se le echo la culpa a la descompresión, pero la autopsia no revelo hemorragias internas.
Pero el último diálogo entre los cosmonautas y la Tierra da motivos para pensar en otra posible hipótesis.
“Aquí Yantar – dijo Dobrovolski – todo va perfectamente a bordo. Estamos en plena forma. Preparados para el aterrizaje. Ya veo la estación. Brilla el sol.”
“Hasta ahora Yantar – respondió el control en la Tierra – Pronto nos veremos en la Patria.
“Inicio maniobra de orientación”.
El examen de la cabina demostró “que no presentaba ningún defecto de estructura”, y que solo la pérdida de una juntura del sistema de cierre hermético pudo provocar la catástrofe.
Un fallo como éste condenaba a los cosmonautas sin posibilidad de escape. Entonces ¿es que no se había previsto nada? Sin traje espacial, sin escafandra, deberían de estar mucho más protegidos contra ese tipo de accidentes. Ahora bien, no era así.
Por otra parte durante el vuelo debería de haberse registrado un descenso de la presión, como ocurrió en el Apolo XIII, en el que fue detectada inmediatamente una explosión en el compartimiento de máquinas.
Dedujo que las cargas eléctricas en la ionosfera aumentaron repentinamente hasta extremos que condujera a una aguda alcalosis en los astronautas soviéticos.
La alcalosis o contenido alcalino exageradamente elevado en sangre y tejidos, conduce al paro cardiaco. El anhídrido carbónico que se presente en exceso en el organismo provoca rictus en las victimas. Parece entonces que están sonriendo.
La alcalosis o contenido alcalino exageradamente elevado en sangre y tejidos, conduce al paro cardiaco. El anhídrido carbónico que se presente en exceso en el organismo provoca rictus en las victimas. Parece entonces que están sonriendo.
El medico hizo pruebas en voluntarios, descubrió una correlación directa entre los pacientes y los ciclos eléctricos atmosféricos: crecía el índice de sodio y colesterol. Además los niveles de potasio descendían, recordemos que el potasio es vital para la correcta actividad eléctrica del corazón.
A pesar de tener una explicación científica razonable, aún existen cientos de dudas del por qué sonreían los astronautas muertos después de que su nave aterrizara sola.
22 enero, 2018
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