Dos geofísicos publicaron en agosto pasado un documento en el que afirmaban poder predecir parcialmente cuándo ocurrirán los próximos terremotos a gran escala.
Rebecca Bendick y Roger Bilham recolectaron datos de terremotos que abarcan más de un siglo y descubrieron un patrón interesante cuando se trata de los terremotos más poderosos: parecen golpear en grupos sincronizados cada 32 años, cinco años después de una des-aceleración cíclica de la rotación del planeta.
Rebecca Bendick y Roger Bilham recolectaron datos de terremotos que abarcan más de un siglo y descubrieron un patrón interesante cuando se trata de los terremotos más poderosos: parecen golpear en grupos sincronizados cada 32 años, cinco años después de una des-aceleración cíclica de la rotación del planeta.
A pesar de que la caída rotacional dura menos de un segundo y los investigadores afirman que no necesariamente puede haber una conexión directa de todos modos, el comportamiento de terremotos de mayor magnitud a nivel mundial en estas condiciones parece demasiada coincidencia.
"Con lo que comenzamos fue con la idea de que tal vez los terremotos son más como neuronas o baterías, en el sentido de que tienen una cierta cantidad de tiempo requerida que los carga y les da un potencial de falla, y después de ese intervalo de carga, pueden fallar en cualquier momento", dice Bendick.
Alarmantemente, la investigación muestra que la Tierra ya ha tenido su última rotación desacelerándose en los últimos años y que en el 2019 ó 2020 se descubrirá si hay algo en la investigación de Bendick y Bilham, ya que debe anunciar un aumento en la magnitud 7.0 o más de los terremotos y que estos temblores se sincronizarán en todo el mundo.
La aplicación para este tipo de preaviso ha recibido una respuesta mixta. Otro geofísico, Ken Hudnut, no cree que brinde mucha ayuda al proceso de planificación para la gestión de desastres, ya que es imposible predecir la hora y la fecha de un terremoto.
El posible aumento en la actividad sísmica puede crear un mayor nivel de alerta, pero Hudnut no ve ninguna otra aplicación práctica cuando se trata del trabajo a nivel del suelo en la planificación de emergencia.
El posible aumento en la actividad sísmica puede crear un mayor nivel de alerta, pero Hudnut no ve ninguna otra aplicación práctica cuando se trata del trabajo a nivel del suelo en la planificación de emergencia.
Bendick es más optimista sobre sus hallazgos, sin embargo, lo llama "una posibilidad preciosa y emocionante en la ciencia de los terremotos".
También señala que, al menos, este tipo de sistema de advertencia podría incitar a aquellos en áreas que tienden a mostrar más actividad sísmica a ser más diligente en prepararse reuniendo lo que necesitan para sobrevivir en esa situación.
Como señala Bendick, para fines del próximo año, y ciertamente para el 2020, tendremos una sólida prueba de los hallazgos.
También señala que, al menos, este tipo de sistema de advertencia podría incitar a aquellos en áreas que tienden a mostrar más actividad sísmica a ser más diligente en prepararse reuniendo lo que necesitan para sobrevivir en esa situación.
Como señala Bendick, para fines del próximo año, y ciertamente para el 2020, tendremos una sólida prueba de los hallazgos.
[Disclose]
No hay comentarios:
Publicar un comentario