sábado, 15 de septiembre de 2018

Ooparts: El Hombre de Hierro de Kottenforst (Alemania)

Resultado de imagen de El Hombre de Hierro de KottenforstEL HOMBRE DE HIERRO

Esta en los jardines de Kottenforst, en Bonn (Alemania), La pieza con aspecto de lingote áspero, poroso e irregular, mide cerca de un metro y 20 centímetros en su parte visible. Las medidas del ancho de sus caras varían entre los 21 y los 10 centímetros, promediando los 15 centímetros.

 Casi la mitad de ella está enterrada bajo la superficie, según las excavaciones del profesor Klaus Grewe realizadas en 1978. Tanto así que, según dice una leyenda local, no logró ser arrancada ni con un tractor cuando se tuvo la intención de quitarla del lugar donde aún permanece.

A pesar de la humedad del ambiente y de la exposición constante a los elementos, la barra no muestra rastros de gran corrosión, óxido ni crecimiento de moho; sólo el ennegrecimiento de herrumbre, por el paso del tiempo, lo que plantea un severo desafío a lo que se conoce hasta ahora en la historia oficial sobre los talentos de la metalurgia y particularmente del hierro.

El análisis de la composición material demostró que contiene algunas proporciones de carbón, manganeso, fósforo, silicio y sulfuro.

Debido a este velo de misterio que cubre al “Hombre de Hierro”, es objeto de una gran cantidad de leyendas y supersticiones sobre su origen y sobre sus supuestos poderes.

Aparece mencionada en crónicas del siglo XVII, creyéndosela traída por legionarios romanos que habían llegado mucho antes a la región, y sería un resto de antiguos acueductos levantados por esos ejércitos y cuyas ruinas se encuentran cerca del lugar.





En un relato de 1625 se le menciona como un hito de demarcación entre Alfter y Heimerzheim, punto de división del bosque con las comarcas aldeanas, al parecer para las actividades de los cazadores. Habría sido desplazado desde su ubicación original, según este dato.

El nombre “Eiserne Mann” parecerá sólo en 1717, pero su ubicación volverá a variar. En 1727, fue cambiada de lugar hasta la posición definitiva, para señalar un intermedio entre la ruta de caza de Augustsburg en Brühl y el palacio de Herzogsfreude, en Röttgen.

Para el año 1826, el sacerdote Gustav Bischoff aseguraba que el objeto provenía de un meteorito que después había sido trabajado por maestros metalúrgicos. Según los análisis científicos, la pieza parece haber sido fundida en el siglo XIII.

En la parte inferior, además, tiene una especie de ancla en forma de T, detalle que aparentemente ya habían conocido algunos cronistas, pues el citado relato de 1625 mencionaba al objeto con semejanza a una cruz enterrada. Grewe considera que la barra sería un resto de una fundición que funcionó en Kottenforst hasta la Edad Media.

En un lingote de hiero de esas dimensiones en aquella época no tenían ninguna dificultad en su fabricación pero si nos vuelve a hacer pensar en una cierta involución de los conocimientos de metalurgia al realizar un objeto que después de los años, desde S.XIII según las primeras crónicas, que no tiene ni oxido, ni corrosión, ni moho.

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