domingo, 14 de abril de 2019

Comienza “El planeta de los simios”: Científicos chinos inyectan genes cerebrales humanos en monos


En la novela original de Pierre Boulle escrita en 1963 “El planeta de los simios”, el viajero espacial Ulysse Mérou queda atrapado en un planeta aterrador en el que los gorilas, los orangutanes y los chimpancés se han apoderado del control, habiendo adquirido el lenguaje humano, la cultura y la tecnología imitando a sus antiguos maestros. 

Expulsados ​​de sus hogares, los humanos son tratados y encerrados como bestias sin inteligencia propia. Las adaptaciones posteriores de la película y la televisión atribuyeron las capacidades intelectuales mejoradas de los “monos evolucionados” a una pandemia de la gripe simia retrovírica, y cambiaron el escenario a un desierto apocalíptico de la posguerra.

Gran parte del siniestro realismo de la novela de Boulle se deriva del impresionante conocimiento del autor sobre la investigación del comportamiento animal, y la atención al detalle científico se manifiesta igualmente en las adaptaciones cinematográficas. 





Sin embargo, los científicos nos dicen, al menos aquí en el planeta Tierra, que los simios no podrían realmente adquirir características principales de la cultura humana únicamente a través de la imitación, ni tampoco podrían ser muy inteligentes a través de la inhalación de una droga que mejora el cerebro.

Las infecciones pueden llevar a cambios de comportamiento (por ejemplo, mayor agresión en pacientes con rabia) pero no pueden “crear” una nueva especie. Sin embargo, Boulle fue profético en que algún día la Tierra se convertiría en “el planeta de los simios”, ya que científicos chinos han creado monos súper inteligentes inyectándoles ADN humano.

Monos humanos

Investigadores de chino y estadounidenses han creado monos transgénicos portadores de un gen humano que es importante para el desarrollo cerebral, y los monos mostraron un desarrollo cerebral similar al humano. Según el periódico China Daily, los científicos han identificado varios genes que están relacionados con el tamaño del cerebro de los primates. MCPH1 es un gen que se expresa durante el desarrollo del cerebro fetal. Las mutaciones en MCPH1 pueden llevar a la microcefalia, un trastorno del desarrollo caracterizado por un cerebro pequeño.

“Este fue el primer intento de comprender la evolución de la cognición humana utilizando un modelo de mono transgénico”, dijo Bing Su, genetista del Instituto de Zoología de Kunming en China.

En el estudio publicado en la revista científica National Science Review, investigadores del Instituto de Zoología de Kunming, la Academia de Ciencias de China, la Universidad de Carolina del Norte en los Estados Unidos y otras instituciones de investigación informaron que crearon con éxito 11 monos rhesus transgénicos (ocho de primera generación y tres de segunda generación) que llevan copias humanas de MCPH1. 

De acuerdo con el artículo de investigación, las imágenes del cerebro y el análisis de la sección de tejido mostraron un patrón alterado de diferenciación neuronal y una maduración retrasada del sistema neural, que es similar al retraso del desarrollo (neotenia) en los humanos.

La neotenia en los seres humanos es la retención de rasgos juveniles en la edad adulta. Una diferencia clave entre los humanos y los primates no humanos es que los humanos requieren mucho más tiempo para configurar sus redes neuronales durante el desarrollo, lo que alarga enormemente la infancia, que es la llamada “neotenia”.

 El estudio también encontró que los monos transgénicos mostraron una mejor memoria a corto plazo y un tiempo de reacción más corto en comparación con los monos rhesus salvajes en el grupo de control. 

Los investigadores dijeron que un modelo de mono transgénico es práctico y en gran medida puede imitar el estado específico del ser humano. En los estudios futuros, los primates transgénicos no humanos tienen el potencial de proporcionar información importante sobre cuestiones básicas sobre qué hace que los seres humanos sean únicos, así como trastornos neurodegenerativos y de comportamiento social que son difíciles de estudiar por otros medios.





“Nuestros hallazgos demostraron que los primates no humanos (excluyendo las especies de simios) tienen el potencial de proporcionar información importante, y potencialmente única, sobre preguntas básicas de lo que realmente hace al ser humano único”, escribieron los autores en el estudio.

Un experimento controvertido

Como era de esperar, la investigación de Su ha provocado todo un revelo en la comunidad científica. Científicos cuestionaron y expresaron inquietudes sobre los derechos de los animales acerca de los experimentos relacionados con primates modificados. Otros investigadores consideraron al equipo dirigido por Su cómo imprudentes, ya que cuestionaban la ética de la modificación genética de los primates.

“El uso de monos transgénicos para estudiar genes humanos vinculados a la evolución del cerebro es un camino muy arriesgado”, según James Sikela, de la Universidad de Colorado.


El grupo de derechos de los animales PETA tampoco se mostró a favor del experimento, diciendo que la ingeniería genética es absolutamente poco ética y solo aumenta el sufrimiento de los animales.

“Los monos macacos son primates compañeros muy inteligentes que forman relaciones sociales complejas, experimentan cada emoción que los humanos sufren”, dijo Anna Van Der Zalm de PETA. “En este estudio vil, las monas se abrieron y fueron fertilizadas artificialmente, y muchos embarazos fracasaron.”

Los experimentos con primates son difíciles de realizar en Europa y los Estados Unidos, pero en China, los científicos están utilizando las últimas herramientas de edición de ADN en los animales. Pero dejando aparte los cuestionables usos científicos con animales, lo que está claro que es que de nuevo vemos como la ficción se convierten en realidad. 





Pensábamos que “El planeta de los simios” solo se trataba de una obra de ciencia ficción, pero el escritor Pierre Boulle tal vez fue un nuevo profeta. Hemos estados preocupados por la posibilidad de una nueva guerra mundial, por las bombas atómicas o el cambio climático, pero tal vez los animales acaben revelándose contra la humanidad.

¿Estamos a las puertas de una verdadera guerra contra los simios? ¿La Tierra se acabará convirtiendo en “El planeta de los simios”?


Por MEP
Publicado el 13/04/2019

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