Agradecemos a los amigos, y muy especialmente a nuestra página de Infovaticana, que nos tengan como referencia para los temas romanos y vaticanos. Intentamos ser comedidos en nuestros comentarios y ceñirnos a los hechos que podemos verificar.
En el mundo Vaticano todo lo posible puede ser real, parecer real algo, o lo contrario, e incluso lo contrario de lo contrario.
No es fácil moverse y hemos de leer entre lineas lo que está sucediendo. Son días de vértigo que han dejado en un segundo plano a las Amazonas, y presuponemos que estamos ante un mes muy complicado que llenará muchas páginas de información.
En el Vaticano son días de terror como nadie desde fuera puede imaginar. El día 1 de octubre la temida gendarmería vaticana irrumpe en algunos despachos y requisa documentos y material informático, con los habituales gritos y malas maneras.
El silencio es atronador, porqué en este mundo nunca se sabe a quién le puede tocar, ni por que motivo. A los ojos del turista, o del visitante ocasional, el Vaticano cuenta con una escenografía única en el mundo que hace que los problemas cotidianos queden diluidos entra la grandiosidad y la belleza.
Los que trabajamos allí cada día tenemos otra visión mucho menos idílica. La Secretaría de Estado tiene su acceso por la mítica ‘terza logia’. Suntuoso acceso a través de lujosos ascensores y escaleras imperiales.
Su interior es un laberinto de pasillos sinuosos y despachos improvisados en donde te puedes encontrar trabajando bajo un fresco imponente de Rafael o debajo de una oscura escalera. Espacios destinados a diversos usos en el pasado se han adaptado a las necesidades del momento con una buena dosis de improvisación e imaginación. Hoy hasta los teléfonos han preferido el silencio y parecía un mundo espectral.
El Papa Francisco está más que enfadado. No es posible que sus grandes proyectos estrella queden boicoteados por escándalos internos en una cadena que no termina. Monseñor Mauro Carlino vive en Santa Marta, y parece que lo seguirá haciendo.
Tomasso di Ruza cuenta con muchas influencias en el mundo político italiano. Los otros tres son de menor rango, y por mucho que insistan en su máximo nivel, no es así. Pensamos que los pesos pesados de la operación son los dos primeros, sin ninguna duda.
Debemos de dejar claro que no nos creemos ni una palabra de la versión oficial, y no porque sea totalmente falsa, la peor mentira en una media verdad. Se ha orquestado toda una operación que afecta a dos importantes personas, Monseñor Mauro y Tomasso di Ruza que presumimos que son los elegidos para cargar con el ‘sanbenito’ de los males presentes y pasados y futuros. La operación a cinco, para condenar a dos, recuerda mucho al último juicio mediático del tribunal único del Vaticano.
La filtración inmediata y publicada de los nombres de los afectados, que no existen en el comunicado oficial, indica que estamos en un descontrol absoluto de los famosos muros, muy eficaces para viejos ataques sarracenos, pero invisibles en el mundo de la informática. Creemos que el primer dato importante es que el sistema se está mostrando agujereado y con deficiencias impensables, el ciberespacio ha cambiado todo y parece que no se han enterado en los sacros palacios.
No nos creemos el argumento oficial del cese de estas personas. Es evidente que algún hecho debe justificar el argumento pero es tan indefinido que no explica el teatro montado. Se habla de un cardenal afectado, Becciu, en cuyo periodo se comenten los presuntos delitos, del que Monseñor Mauro fue secretario personal, que está desconcertado y es extraño a todo este asunto, que puede decir.
La gendarmería no es capaz de investigar nada y su preparación es más que deficiente. Deben gestionar los conflictos con mecanismos y procesos muy poco ortodoxos, queremos ser buenos. Son muy pocas personas y su cualificación profesional y académica hace que dudemos, y mucho , de que una investigación seria pueda tener lugar.
Los temas son complejos y en el mundo judicial contamos con jueces y departamentos especializados en distintas materias. Aquí tenemos un solo juez que debe juzgar desde abusos a menores hasta complicados delitos financieros. Basta leer alguna de las sentencias, convenientemente retiradas después de efímeras publicaciones, para darnos cuenta de la flojedad de los argumentos que justifican las premeditadas decisiones tomadas.
El hecho de que nos quieran vender que la denuncia parte del Banco Vaticano, el IOR, lo hace todavía más increíble. Este banco cuenta con un historial de crímenes y asesinatos nunca aclarados que hace que todo lo que pueda provenir del torreón de Nicolas V se vea con absoluta desconfianza, no es para menos.
La proclamación de parte de la presunta trasparencia no es creíble. Si hemos llegado a esto es porque no se puede ocultar más y existía el riesgo de su filtración a la temida prensa libre. Todo apunta a que estamos ante una operación orquestada que intenta controlar males mayores y cortar la escala de posibles implicados.
Tanto el propio tribunal, y sus jueces, como la gendarmería y sus mandos tendrían que ser objeto de una requisa similar y nos llevaríamos muchas sorpresas, el primer sorprendido sería sin duda el Papa Francisco, pero ‘quis custordiet ipsos custodes’.
Un James Martín crecido se ha entrevistado con el bertoniano cardenal Versaldi para explicarle las cosas eLeGeBeTe. Del libro de Gianluigi Nuzzi sigue el anuncio y del contenido ni una palabra, esperemos que no defraude las expectativas que está suscitando.
Un canonista nos explica que lo de los heraldos no tiene ni pies ni cabeza, o por lo menos que no se la encuentra. Pompeo visita al Papa Francisco para hablar del calentamiento, de los inmigrantes y del tema Chino.
El mes misionero que queda para uso interno con las noticias centradas en los escándalos económicos. Todo un monasterio de benedictinas de San Gallo en Suiza quieren votar en el sínodo sin duda infectado muy seriamente por el conocido virus propagado por la famosa mafia que nos ha traído tantos infortunios.
«Mirad que os mando como corderos en medio de lobos.»
Buena lectura.
Por SPECOLA | 03 octubre, 2019
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