Los debates en torno a la inexactitud óptica del orbe de cristal que sostiene el Cristo retratado en Salvator Mundi, una de las pinturas más reconocidas del artista italiano Leonardo da Vinci, parecen haber tocado a su fin.
El enigma podría haber sido resuelto por un equipo de investigadores de la Universidad de California (EE.UU.), tal y como exponen en un estudio publicado recientemente en arXiv.
La pintura —la obra de arte más costosa del mundo jamas subastada— consiste en un retrato de Cristo que hace un gesto de bendición con su mano derecha, mientras sostiene con la izquierda un orbe de cristal, cuya falta de exactitud óptica siempre ha llamado la atención a los investigadores.
A través de la esfera se transparentan los ropajes de Jesús, pero sin la distorsión o el aumento de tamaño que debería producir un objeto esférico, así como tampoco presenta reflejo alguno.
Esta inexactitud resulta difícil de justificar, tratándose de Da Vinci, conocido por la meticulosidad que presentan sus obras.
Para resolver el misterio, el equipo de investigadores usó una sofisticada herramienta informática de gráficos, capaz de producir «imágenes ópticamente precisas, lo que les permitió simular el transporte de luz en escenas virtuales», obteniendo una imagen renderizada en 3D.
Para resolver el misterio, el equipo de investigadores usó una sofisticada herramienta informática de gráficos, capaz de producir «imágenes ópticamente precisas, lo que les permitió simular el transporte de luz en escenas virtuales», obteniendo una imagen renderizada en 3D.
De esa forma, concluyeron que, lo más probable, es que la esfera estuviera, en realidad, «totalmente hueca», lo que «explicaría su aparente falta de distorsión de fondo y sus tres puntos blancos».
Renderización de un orbe sólido (A) y de uno hueco (B). Crédito: University of California. A tenor de los resultados de la investigación, la apariencia de la esfera en la pintura se corresponde con las propiedades ópticas de una esfera de vidrio hueca con un grosor de pared de 1,3 milímetros y un radio de 6,8 centímetros
Si el globo hubiera sido sólido —conjeturan los investigadores— habría actuado como una lente convexa que «invierte, revierte y magnifica» cualquier objeto que se encuentre detrás, lo que no ocurre en esta obra.
Estos resultados probarían que Da Vinci conocía las propiedades de óptica. «Nuestro análisis sugiere que Leonardo entendió estas propiedades ópticas de las bolas huecas y cómo evitar distraer las distorsiones ópticas de la representación de los pliegues de la túnica del sujeto», reza el estudio.
El Salvator Mundi estuvo perdido durante mucho tiempo, hasta que fue redescubierto en 2005. Hay expertos en arte que defienden que Leonardo da Vinci se utilizó a él mismo como modelo para realizar el cuadro. E incluso también existe una teoría que afirma que la Sábana Santa que se venera en la Catedral de San Juan Bautista, en Turín, fue en realidad hecha en el Renacimiento y era, precisamente, una copia de este lienzo. Fuente: RT/La Vanguardia.
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