Los responsables de Exteriores del Vaticano y China han mantenido este viernes el encuentro de más alto nivel entre ambos estados hasta la fecha, revela la Santa Sede. Mientras, en entrevista concedida a LifeSiteNews, el cardenal Joseph Zen, arzobispo emérito de Hong Kong, denuncia el desprecio de Roma por los católicos fieles de China.
La Asociación Patriótica Católica China “ha sido siempre objetivamente cismática”, ha declarado el cardenal Zen a LifeSiteNews y a la cadena EWTN, y sigue siendo así, aunque ahora “con las bendiciones de la Santa Sede”.
Palabras durísimas que coinciden con la primera reunión diplomática de alto nivel entre China y el Vaticano. El encuentro en el curso de la Conferencia de Seguridad que se celebra en Munich, entre el arzobispo Paul Gallagher y el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, es la primera de este tipo en la historia.
Ambos representantes debatieron los célebres ‘pactos secretos’ firmados entre Roma y Pekín en 2018 por el que la Santa Sede permite que la administración comunista decida quién va a ser obispo -aunque exigiendo el placet definitivo del Vaticano-, levanta la excomunión a los miembros de la Iglesia Patriótica controlada por el Partido e incluso reconoce los cargos episcopales previos de esta ‘iglesia’ hasta ahora considerada cismática.
Que es, precisamente, lo que denuncia, incansable, el cardenal Zen, para quien el ‘malo’ de esta película sería no tanto el Papa como el secretario de Estado. Pietro Parolin, dice Zen, “no actúa en favor de la fe” al aplicar estos pactos leoninos. “Siento decirlo, pero no es un hombre fe porque desprecia a los héroes de la fe”.
“Con un régimen totalitario no hay posibilidad de diálogo o negociación”, advierte Zen. “Solo quiere ponerte de rodillas”.
Por Carlos Esteban | 15 febrero, 2020
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