Una talla de roca única encontrada en el sitio de arte rupestre iraní de Teymareh, se ha descrito como parte hombre, parte mantis.
Y dado que los petroglifos de animales invertebrados son raros de encontrar, los teóricos de los antiguos astronautas han arriesgado la posibilidad que en realidad se trate de la representación de un alienígena del tipo mantis, un tipo de ser reportado por innumerables víctimas de supuestas abducciones. Petroglifo.
Según publican los investigadores en el Journal of Orthoptera Research, la talla de 14 centímetros se vio por primera vez durante las excavaciones entre 2017 y 2018, pero no se pudo identificar debido a su forma inusual.
Las seis extremidades sugieren un insecto, mientras que la cabeza triangular con ojos grandes y los antebrazos que agarran son inconfundiblemente los de una mantis religiosa, un insecto depredador que caza y captura presas como moscas, abejas e incluso pájaros pequeños.
Una extensión en su cabeza incluso ayuda a reducir la identificación a un género particular de mantis en esta región: Empusa. Hombre mantis
Aún más misteriosas son las extremidades medias, que terminan en bucles o círculos. El paralelo más cercano a esto en arqueología es el ‘Hombre Squatter’, una figura de petroglifo que se encuentra en todo el mundo que representa a una persona flanqueada por círculos.
Si bien podrían representar a una persona que sostiene objetos circulares, una hipótesis alternativa es que los círculos representan auroras causadas por descargas de plasma atmosférico.
La empusa o mantis palo es una especie de insecto mantodeo de la familia Empusidae caracteriza por su aspecto de palo y su inconfundible penacho o cresta en la cabeza.
Actualmente es imposible decir exactamente cuántos años tienen los petroglifos, porque las sanciones contra Irán prohíben el uso de materiales radiactivos necesarios para la datación por radiocarbono.
Sin embargo, expertos examinaron el sitio de Teymareh y estimaron que las tallas se hicieron hace 40.000-4.000 años.
Solo se puede adivinar por qué las personas prehistóricas sintieron la necesidad de tallar a un hombre mantis en la roca, pero el petroglifo sugiere que los humanos han vinculado las mantis a lo sobrenatural desde la antigüedad.
Más allá de la interpretación arqueológica Si dejamos de lado la interpretación puramente mundana y tenemos en cuenta el tipo de razas alienígenas reportadas por testigos en las consideradas abducciones extraterrestres, es imposible que este petroglifo no nos recuerde al tipo insectoide.
Una raza alienígena que se destaca por su gran altura (más de 2 metros) y tener un cuerpo similar al de una mantis religiosa, de allí que a menudo sean referidos como «mantidianos».
Dibujos de un abducido sobre este tipo de seres de aspecto de mantis religiosa.
De acuerdo a los abducidos, estos seres a menudo trabajarían con otras razas como las reptilianos o los llamados grises, quienes estarían subordinados a los mantidianos.
Debido a su gran altura y jerarquía, siempre han sido reportados dentro de la nave y nunca afuera o visitando el hogar o capturando a las víctimas humanas.
Esta última tarea sería, justamente, trabajo de los —más bajitos— grises. ¿Podría esto explicar la adoración que tenían los humanos prehistóricos por las mantis religiosas?
Fuente: EP/Sci-News.
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