Nos encontramos a finales de mayo de 2020, y aunque los países se encuentran en lo que se denomina ‘desescalada’, la pandemia de coronavirus nos ha dejado hasta el momento casi 6 millones de infectados y más de 366.000 muertos.
Pero retrocedamos en el tiempo.
Pero retrocedamos en el tiempo.
En septiembre de 2019, un informe elaborado por las Naciones Unidas advertía sobre una “amenaza muy real” de una pandemia que arrasaría el planeta y mataría hasta 80 millones de personas. Según decía el informe, un patógeno mortal propagado por el aire en todo el mundo podría acabar con casi el 5 por ciento de la economía mundial.
Sin embargo, esa no era la primera vez que los expertos advertían sobre una inminente pandemia a nivel global, y el resultado siempre ha sido el mismo: nulo impacto perceptible en los líderes políticos, empresas financieras o instituciones multinacionales.
Incluso en 1989, el premio Nobel de Medicina reunió a otros Nobelistas y una lista de epidemiólogos en Washington para considerar una hipótesis entonces controvertida de que los virus, lejos de ser vencidos por la medicina moderna, en realidad estaban surgiendo en todo el mundo en animales y personas, a menudo en formas nunca antes vistas.
Incluso en 1989, el premio Nobel de Medicina reunió a otros Nobelistas y una lista de epidemiólogos en Washington para considerar una hipótesis entonces controvertida de que los virus, lejos de ser vencidos por la medicina moderna, en realidad estaban surgiendo en todo el mundo en animales y personas, a menudo en formas nunca antes vistas.
Pero parece ser que la posibilidad de una pandemia verdaderamente mortal no motivó lo suficiente a los líderes mundiales, que durante décadas se han negado a tomar medidas para proteger a la población.
Esto nos lleva al ahora, donde una amenaza microscópica está invadiendo nuestro mundo. Y justo cuando nos están vendiendo que estamos saliendo de la crisis sanitaria, justo cuando el número de muertos disminuye y los nuevos ingresos hospitalarios por coronavirus se dirigen hacia cero, justo cuando comenzamos a permitirnos pasear tranquilamente por nuestras calles, un reconocido científico advierte que esto solo ha sido el comienzo de algo mucho peor.
Inminente pandemia apocalíptica
El reconocido científico estadounidense y un firme defensor de la dieta basada en vegetales, el Dr. Michael Greger, ha advertido sobre un inminente brote de virus capaz de aniquilar a la mitad de la población mundial.
En su nuevo libro titulado “Cómo sobrevivir a una pandemia (How to Survive a Pandemic)”, el Dr. Gregor advierte que un virus apocalíptico que podría surgir de granjas de pollos hacinadas e insaludables tiene la potencial para acabar con la mitad de la humanidad.
En su nuevo libro titulado “Cómo sobrevivir a una pandemia (How to Survive a Pandemic)”, el Dr. Gregor advierte que un virus apocalíptico que podría surgir de granjas de pollos hacinadas e insaludables tiene la potencial para acabar con la mitad de la humanidad.
El Dr. Greger, científico, médico y profesional de la salud pública, escribe que en la ‘escala de huracanes’ de epidemias, el COVID-19, con una tasa de mortalidad de alrededor de la mitad del uno por ciento, es simplemente de una Categoría Dos o Tres. El ‘Big One’ de los virus será 100 veces peor, con una tasa de mortalidad de uno de cada dos.
La civilización tal como la conocemos desaparecerá.
La civilización tal como la conocemos desaparecerá.
Si bien los científicos advirtieron a principios de este mes que el mundo se enfrentará a otra epidemia mucho más fuerte si continuamos con la destrucción del medio ambiente, el Dr. Gregor atribuye el origen a los pollos.
“Con las pandemias propagando explosivamente un virus de humano a humano, nunca es cuestión de si, sino cuándo”, escribe el Dr. Greger.
Citando el brote de gripe española de 1920 y el brote de H5N1 en Hong Kong en 1997, el medico estadounidense dice que la preocupación es que el virus nunca se detiene, pero siempre está mutando. Añade que se trata de un monstruo oculto, el que hace estremecer a los epidemiólogos.
El brote de Hong Kong, que se originó en un mercado de pájaros, comenzó con un niño de tres años cuyo dolor de garganta y dolor de barriga se convirtió en una enfermedad que lo mató en una semana por problemas respiratorios agudos y fallos de diversos órganos.
Mientras que solo 18 personas contrajeron esa gripe, un tercio de ellas murieron. Durante esa pandemia, el gobierno chino mató a 1.3 millones de pollos en un intento de eliminar el virus, pero desde entonces ha habido dos brotes más entre 2003 y 2009 fuera de China.
Pero con más de 24 mil millones de pollos en la tierra alimentando al mundo, ¿qué se puede hacer?
EL Dr. Gregor sugiere cambiar todo el sistema, lo primero es eliminar las granjas a gran escala donde los pollos se alimentan con antibióticos, están expuestas a altos niveles de amoníaco de sus propios excrementos, en espacios tan reducidos no pueden mover sus alas y transmiten enfermedades de uno a otro fácilmente, lo que proporciona un terreno ideal para la propagación. Lo siguiente seria ayudar a las granjas más pequeñas para poder criar a los pollos.
“El ciclo de la pandemia teóricamente podría romperse para siempre”, contina explicando el Dr. Gregor. “La gripe aviar podría estar castigada.”
Pero hasta entonces, advierte que mientras haya aves de corral, habrá pandemias. Al final, seremos nosotros o ellos. De nuevo nos encontramos ante la advertencia de una nueva pandemia, y de nuevo los lideres mundiales no tomaran medidas para evitarlo.
Porque la realidad, como ya ha quedado demostrado con el COVID-19, es que simplemente somo peones de un gran ajedrez, y los ancianos y pobres son innecesarios para la nueva sociedad.
¿Crees que el nuevo coronavirus es solo el principio de la verdadera pandemia apocalíptica?
Por MEP
Publicado el 30/05/2020
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