martes, 21 de julio de 2020

Oleada de supuestas Posesiones con la Ouija

Una vez más, la ouija parece estar detrás de unos fenómenos que tienen como tristes protagonistas a varios jóvenes que al parecer decidieron «jugar» sin medir las consecuencias. Pero no es la primera vez.

20 de Julio de 2020 (15:00 CET)

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En 2014, Ecuador se conmovió por los sucesos ocurridos en la parroquia de Santa Elena, en el Cantón Salinas. Dos menores de 12 años se quitaron voluntariamente la vida por ahorcamiento. 

Las alarmas se encendieron definitivamente cuando pocos días después de las desgraciadas muertes, otra de las compañeras aseguró a sus padres que ella sería la siguiente, añadiendo el terrible dato de que las muertes se habían producido después de llevar a cabo una sesión de ouija en las mismas aulas del colegio en el que estudiaban.

Pues bien, algo similar ha vuelto a ocurrir hace unos meses en la Institución Educativa La Leona, en la vereda El Cajón, dentro de la zona rural de Anaime, en Colombia. Diez adolescentes, al parecer, decidieron «jugar» con el peligroso método espiritista, también en las aulas. 




Según el responsable del centro, Jorge Alberto Londoño, en declaraciones a la emisora local Ecos del Combeima, «se produjo una situación en la que las niñas se estaban desmayando en el colegio, así que hicimos lo pertinente: llevarlas al hospital de Santa Lucía en ambulancia, donde se les realizaron diversas pruebas para saber cuál era su estado de salud».

Al parecer los resultados de los electrocardiogramas o los análisis de glucosa fueron negativos en todos los casos.

Las niñas se encontraban en perfecto estado. Y sin embargo, las situaciones anómalas, según Londoño, se volvieron a producir: «Las muchachas empezaron a comportarse de manera violenta y recurrí a la Secretaría de Salud, donde la doctora Luz Marina me indicó los pasos a seguir ya que hablamos de menores de edad, y había que contar con las familias y las autoridades competentes. 

Las muchachas fueron analizadas por una psicóloga que llegó a la conclusión de que eran víctimas de una sugestión colectiva». 

Sugestión colectiva, ¿provocada por qué? ¿Cuál había sido el desencadenante para que de un día para otro las adolescentes «enloquecieran» al unísono, mostrando actitudes impropias en ellas?

 El rector Jorge Alberto Londoño afirma que «los rumores eran que las niñas habían estado jugando a la tabla oui-ja, a Charlie-Charlie…», aunque se apresuró a la hora de matizar que eran rumores, ya que esas cosas no son muy bien vistas en el entorno católico en el que ellos viven.

El paso siguiente fue convocar una reunión con padres de familia a la que «invité a sectores muy importantes como Secretaría de Salud, para que se encargue de explicar la parte médica, a un psicólogo y también nos acompañó el cura-párroco de Anaime, para un acompañamiento espiritual (…).

 Por más curioso que nos parezca, o que seamos, no debemos de jugar a estas situaciones que pueden poner en riesgo no sólo la salud, sino también el bienestar de nuestros niños».


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