El cofundador de Microsoft y filántropo, Bill Gates, dijo que el mundo se enfrenta a dos grandes amenazas: el cambio climático y el bioterrorismo.
Gates predijo que invertir «muy poco en un sistema para detener una epidemia» terminaría en un desastre durante una charla TED de 2015, casi cinco años antes de la actual pandemia de coronavirus.
«Si algo mata a más de 10 millones de personas en las próximas décadas, es más probable que sea un virus altamente infeccioso en lugar de una guerra», dijo en ese momento.
Resultó tener razón.
Hasta ahora, el coronavirus se ha cobrado más de dos millones de vidas en todo el mundo. Pero el próximo brote podría ser incluso peor, sostiene, y podría provenir de una fuente que intente intencionalmente sembrar el desastre.
«También está relacionado con las pandemias algo de lo que a la gente no le gusta hablar mucho, que es el bioterrorismo, que alguien que quiera causar daños podría crear un virus», dijo Gates durante una entrevista concedida al canal Veritasium de YouTube.
«Eso significa que la posibilidad de encontrarse con esto va más allá de las epidemias causadas naturalmente como la actual». Pero eso no quiere decir que no podamos prepararnos para la próxima pandemia.
El número de víctimas mortales podría reducirse considerablemente, argumentó Gates, si invertimos en investigación y aumentamos las capacidades de testeo.
«No sabemos cuándo llegará el próximo, o si será una gripe, un coronavirus o alguna enfermedad nueva que nunca antes habíamos visto», escribió Gates en su carta anual de la Fundación Bill y Melinda Gates a fines del mes pasado.
«Pero lo que sí sabemos es que no podemos permitirnos que nos pillen desprevenidos de nuevo», opinó. «La amenaza de la próxima pandemia siempre estará sobre nuestras cabezas, a menos que el mundo tome medidas para prevenirla».
Crédito: Gates Notes.
Es inusual que Gates califique el bioterrorismo como una amenaza específicamente.
Como él mismo señala, es «un tema tabú que recibe poca atención generalizada».
El tema se ha politizado mucho durante la pandemia de coronavirus en curso, y los líderes mundiales, incluido el ex presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, han difundido teorías de conspiración de que COVID se diseñó en un laboratorio.
Las sospechas se sustentaron principalmente en el hecho que la ciudad epicentro del brote, Wuhan, tiene uno de los laboratorios biológicos más grandes de China; lo que sumado a la negligencia del gigante asiático en no poder contener una epidemia localmente —al punto de silenciar ciudadanos— y la parsimonia de la OMS en advertirlo, generó el caldo de cultivo perfecto para las teorías de conspiración.
Actualmente, y luego de que China lo haya impedido por varios meses, un equipo enviado por la OMS para encontrar la fuente del virus concluyó que era «extremadamente improbable» que el virus se escapara de un laboratorio en Wuhan.
Sea como sea, esto no descarta que la próxima pandemia no será causada por malhechores, argumentó Gates.
«De hecho, la amenaza inminente de una epidemia causada adrede solo debería reforzar nuestro compromiso de prepararnos para la próxima gran amenaza», concluyó.
Fuente: NeoScope. Edición: MP.
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