Francisco Javier Almeida en una imagen de archivo de Atlas TV
Francisco Javier Almeida, el presunto asesino del niño de 9 años en Lardero, accedió al tercer grado penitenciario en contra de la opinión mayoritaria de la junta de tratamiento de la cárcel del Dueso (Santoña, Cantabria), en la que estaba cumpliendo condena por el crimen de la inmobiliaria.
En los centros penitenciarios, la junta de tratamiento, que se ocupa de determinar si un reo puede o no acceder al régimen abierto, no solo incluye a los cargos directivos de la prisión, sino también a los técnicos que se ocupan de la salud mental de los reclusos (psiquiatra, psicólogo, educador…).
Según fuentes penitenciarias, la mayoría de la junta de tratamiento del Dueso se opuso a la progresión al tercer grado de Francisco Javier Almeida y decidió mantenerlo en segundo grado, que es el estado ordinario de los reclusos en las cárceles españolas.
No obstante, hubo voces discrepantes dentro de la propia junta que consideraban que el reo, que había cumplido ya de largo las tres cuartas partes de su condena sin incidentes, debía acceder ya al régimen abierto. Almeida recurrió la decisión a Instituciones Penitenciarias, que en febrero del año 2020 resolvió que el preso podía finalmente disfrutar del tercer grado.
Previamente, Instituciones Penitenciarias había retrasado durante tres años su progresión al tercer grado aplicando el «principio de cautela», y esto a pesar de que el interno había cumplido las tres cuartas partes de la condena en el 2017, según añaden las citadas fuentes penitenciarias.
Sin embargo, tres años después, el organismo estatal tomó esta determinación en función del tiempo de condena transcurrido, del buen comportamiento del reo en prisión, en donde recibió tratamiento, y de los argumentos esgrimidos por las voces discrepantes de la junta.
También pesó en esta decisión el hecho de que Almeida viniera disfrutando desde el año 2013 de permisos penitenciarios sin ningún incidente. En total, el juez de Vigilancia Penitenciaria de Cantabria le había concedió 39 permisos entre los años 2013 y 2020.
Cumplía los requisitos legales
La libertad condicional supone un paso más (es como si se tratase de un cuarto grado), puesto que el preso, aunque no ha satisfecho aún toda su condena, puede hacer una vida prácticamente normal en la calle. Le fue concedida el 8 de abril del 2020 por el juez de Vigilancia Penitenciaria de La Rioja.
Según indican fuentes judiciales, Almeida cumplía todos los requisitos legales para disfrutar de la libertad condicional: ya tenía el tercer grado, había cumplido de sobra las tres cuartas partes de condena, había observado buena conducta en la cárcel y estaba pagando la indemnización por responsabilidad civil. El fiscal no se opuso a la decisión del juez y, por lo tanto, la Audiencia Provincial no tuvo que intervenir.
Francisco Javier Almeida, que había ingresado en prisión el 24 de agosto de 1998, quedó entonces en libertad condicional, sin necesidad de regresar a prisión para dormir. De no habérsela concedido, hubiera salido a la calle el 17 de agosto del 2023, fecha en que se extinguía la condena impuesta por el asesinato de Carmen López, la empleada de la inmobiliaria a la que apuñaló con saña y agredió sexualmente.
El PP pide explicaciones
Por su parte, la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, señaló ayer que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, debe asumir responsabilidades y responder «cómo se pudo conceder el tercer grado al asesino» de Álex, cuando la junta de tratamiento de la prisión lo denegó.
https://www.alertadigital.com/2021/10/31/la-junta-de-tratamiento-de-la-carcel-del-dueso-cantabria-se-opuso-al-tercer-grado-del-asesino-del-nino-de-9-anos-en-lardero/
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