La primera revolución industrial utilizó la energía del agua y del vapor para mecanizar la producción. La cuarta, está empleando la inteligencia artificial, la robótica y hasta la edición de la genética. ¿Cómo nos afectará este cambio?
La cuarta revolución industrial ya está aquí y se define por su interconectividad, la automatización inteligente y una confluencia entre el universo físico, el digital y el biológico. Es más, no hace mucho que hemos entrado en esta nueva etapa y es común que cada día se le añadan nuevos términos, como “metaverso”, “transhumanismo” o “biotecnología”, etc.
En el 2015, un equipo de científicos que desarrollaba una estrategia de alta tecnología para el gobierno alemán introdujo por primera vez dicho concepto: el de la cuarta revolución industrial. Más tarde, Klaus Schwab, presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial (WEF), lo presentó de manera oficial en el 2016, incidiendo en una idea muy concreta que resonó en la audiencia.
Hablaba de la necesidad de dominar ese avance para que, tanto el hardware, el software y biología actúen siempre por el bien de la humanidad. Es más, ahora mismo, se la concibe como una estrategia esencial no solo para potenciar las economías mundiales. Esta última revolución debe actuar como mecanismo de avance para todas las naciones y personas.
Estamos a punto de entrar en una revolución tecnológica capaz de cambiar nuestro estilo de vida tal y como lo entendemos.
¿Qué es la cuarta revolución industrial?
No dejan de insistirnos en un mensaje muy concreto: estamos al borde de una revolución tecnológica que cambiará la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos. Esto no tiene por qué ser malo, es solo un desafío más que conocer, prever y saber manejar para que sea una herramienta de progreso y bienestar. Ahora bien, el problema es que esos cambios llegarán de manera muy rápida.
Como ya hemos indicado, fue en el 2016 cuando se puso esa línea de salida para la cuarta revolución industrial. Artículos como los publicados en la revista Forbes se hacían eco de la noticia. La Industria 4.0, como la llamaron, supone la combinación de sistemas ciberfísicos, el internet de las cosas y el internet de los sistemas.
Esto supone un riesgo a varios niveles, explicaban. El primero es que muchas empresas y países no puedan o no quieran adaptarse a ese cambio progresivo. Otro peligro evidente es que algún gobierno no use esta tecnología de manera ética. Porque, como bien sabemos, toda forma de progreso no siempre se utiliza para el beneficio común, sino todo lo contrario.
Conozcamos más datos.
Característica de la Industria 4.0
Hablábamos al inicio de Klaus Schwab, un economista, empresario alemán y fundador del Foro Económico Mundial. En su libro La cuarta revolución industrial nos explica en qué consiste este avance, esta nueva etapa que no hemos hecho más que iniciar.
La primera revolución industrial utilizó la energía del agua y del vapor para mecanizar la producción.
La segunda gran revolución se valió de la energía eléctrica.
La llegada de la tercera revolución nos es más conocida: en ella, tanto la electrónica como la tecnología de la información cambiaron nuestra manera de entender el mundo y también de producir.
Ahora bien, la cuarta revolución industrial aún está gestándose, sin embargo, podemos intuir que en ella se van a integrar un mosaico amplísimo de áreas y disciplinas. Estas serían las más destacables:
Los sistemas ciberfísicos: sistemas informáticos capaces de automatizar un gran número de procesos.
El internet de las cosas: interconexión digital de objetos cotidianos con internet (como casas automatizadas, ropa capaz de monitorizar nuestra salud…)
La robótica
La computación cognitiva.
La edición de la genética para prevenir enfermedades.
La nanotecnología, la biotecnología, la ciencia de los materiales, el almacenamiento de energía, computación cuántica…
Uno de los principales efectos que trae la cuarta revolución industrial es la precarización del empleo. La automatización en las empresas hará que se pierdan un gran número de trabajos.
¿Cómo nos afectará esta revolución inminente?
La cuarta revolución industrial transformará la manera en que concebimos nuestra vida. Habrá grandes ventajas y desventajas. Una de ellas estará sin duda en esas fábricas inteligentes y automatizadas que requerirán cada vez de menos mano de obra.
Eso sí, se necesitarán trabajadores altamente cualificados. Con lo cual, el mercado laboral avanzará creando mayores brechas entre quienes están formados en las nuevas tecnologías y los que no. Eso, sin nombrar el hecho de que la inteligencia artificial sustituirá muchas categorías laborales.
Esto hará que cada vez se necesiten menos personas ocupando puestos que las máquinas o los chatbots podrán cumplir por sí mismas. Por otro lado, hay algo innegable: la omnipresencia de las tecnologías digitales impregnará cada área de nuestras vidas.
Efectos de la cuarta revolución industrial
Todo lo anterior tendrá un evidente coste psicológico. Lo analizamos.
Nuestra forma de trabajar, de disfrutar del ocio y de relacionarnos estará mediado por tecnologías como la realidad aumentada o el metaverso. La conexión entre las personas será más virtual que física y esto puede incrementar la sensación de soledad o de vinculación emocional.
La llegada del internet de las cosas afectará a nuestra privacidad. Nuestros hogares serán escenarios habitados por dispositivos inteligentes que se anticiparán a nuestras necesidades y esto requiere que nos observen y analicen. Sin contar con el hecho de que podremos ser víctimas de la ciberdelincuencia.
El transhumanismo hará que muchas de nuestras capacidades cognitivas puedan potenciarse. También que la tecnología rehabilite lesiones neurológicas y que la edición de la genética elimine múltiples enfermedades o que se aumente nuestra longevidad. Aquí se abrirán grandes dilemas éticos, psicológicos y hasta filosóficos que aún no hemos abordado.
Para concluir, la cuarta revolución industrial ya está aquí y debe orientarse hacia un progreso en el que queden reflejados nuestros valores más elevados. Solo así daremos forma a una sociedad más justa donde todos salgamos beneficiados.
https://lamenteesmaravillosa.com/cuarta-revolucion-industrial/
No hay comentarios:
Publicar un comentario