sábado, 2 de julio de 2022

Las cabezas de Lydenburg: el arte más antiguo de la Edad de Hierro al sur del ecuador

1 AGOSTO, 2015 - 04:04 DHWTY

Las cabezas de Lydenburg son un conjunto de cabezas de terracota que fueron descubiertas en el este de Transvaal en Sudáfrica. Una de las cabezas fue datada del año 500 d.C. y se cree que las demás también son originarias del mismo periodo. Uno de los aspectos más impresionantes de las cabezas de Lydenburg es que son, a día de hoy, las muestras más antiguas del arte de la Edad de Hierro del sur del ecuador. En Sudáfrica son consideradas un tesoro nacional y se encuentran exhibidas en el Museo Nacional de Ciudad del Cabo.

Ludwig von Bezing, el chico con un descubrimiento arqueológico

La historia de las cabezas de Lydenburg comenzó en 1957. Fue en este año cuando los fragmentos de las cabezas fueron vistos por primera vez. Este descubrimiento no fue hecho por arqueólogos sino por un niño de 10 años llamado Ludwig von Bezing, quien estaba jugando en el altiplano sudafricano en la granja de su padre, cerca de Lydenburg. 

Solo pasaron cinco años para que von Bezing desarrollara un interés en la arqueología y visitara de nuevo el lugar adonde había visto por primera vez los fragmentos de terracota. Entre los años 1962 y 1966, las visitas frecuentes de von Bezing al valle de Sterkspruit resultaron en la colección de pedazos de las Cabezas de Lydenburg, aunque para ese entonces él no se había dado cuenta del magnífico descubrimiento que había hecho.

Cuando von Bezing entró a la Universidad de Ciudad del Cabo para estudiar medicina, se unió al club de arqueología. Ante la insistencia del club, von Bezing llevó los hallazgos a la universidad. En ese tiempo, su colección no solo tenía fragmentos de las cabezas de terracota y cerámica, sino también cuentas de hierro, cobre y pedazos de hueso. 

Estos hallazgos despertaron el interés de arqueólogos de las universidades de Ciudad del Cabo y de Witwatersrand, quienes llevaron a cabo una excavación en el lugar.


Fragmentos de cerámica doméstica con decorados similares a los de las cabezas de Lydenburg, Lydenburg, Sudáfrica (Wikimedia Commons)

Uno de los descubrimientos de esta excavación fue lo que hoy en día se conoce como las cabezas de Lydenburg. Luego de la reconstrucción de los fragmentos de terracota, se descubrió que había siete de esas cabezas. Se dice que dos de ellas eran lo suficientemente grandes como para encajar en la cabeza de un niño, mientras que las otras cinco medían aproximadamente la mitad de ese tamaño. Todas las cabezas son huecas y su forma es más o menos una U invertida. Aunque hay ciertas diferencias entre las cabezas, también tienen varios atributos en común que justifican que sean categorizadas como un grupo

.Categorizando las cabezas de Lydenburg

La formación de los rasgos en las cabezas de Lydenburg puede dividirse en dos categorías principales: los rasgos creados por la aplicación de pedazos de barro a la forma básica de arcilla, y aquellos producidos por cortes. Por ejemplo, los labios estaban hechos de dos pedazos de arcilla en forma de media luna que se unían en las esquinas al llegar a las mejillas. Aunque la aplicación de los labios es consistente, hubo alguna variación. 

En las cabezas grandes por ejemplo, se hizo una hendidura en la pared de arcilla para que la boca quedase abierta, pero las cabezas más chicas tenían dientes, los cuales estaban representados por pedazos pequeños de barro insertados entre los labios. La nariz, los ojos y las orejas también fueron aplicados utilizando la misma técnica.



Una de las cabezas de Lydenburg más pequeñas con dientes visibles, Lydenburg, Sudáfrica (Wikimedia Commons)

El uso de cortes para hacer decoraciones en las cabezas de Lydenburg puede observarse en la parte trasera, y también en los cuellos. Cada cuello está rodeado por franjas con cortes diagonales. Se ha notado que las marcas entre las franjas en las cabezas grandes fueron modeladas y las de las cabezas pequeñas fueron hechas con fuerza.
Interpretando las cabezas de Lydenburg

Una posible interpretación de estos anillos en el cuello es que son una representación de la prosperidad. Esto se basa en la visión que tenían muchos pueblos africanos de que los cuellos rodeados con grasa eran una señal de belleza y prosperidad. Aunque esto es creíble, es imposible saber si los fabricantes de las cabezas de Lydenburg pensaban igual.

Tampoco es claro cómo se usaban estas cabezas. Como se mencionó anteriormente, las dos cabezas grandes tenían el tamaño suficiente para encajar en la cabeza de un niño. Se ha especulado con que estas cabezas pudieron haber sido usadas como máscaras yelmo y utilizadas durante ceremonias de iniciación y de índole religiosa. A cada lado del anillo inferior de las cinco cabezas pequeñas había un hueco, razón por la cual se ha sugerido que éstos eran utilizados para atar las cabezas a alguna cosa, quizá a varas y trajes. De nuevo, esto sugiere que fueron utilizadas dentro de un contexto ritualista.


Estos objetos de arte de la Edad de Hierro son atesorados y con el tiempo y la tecnología se espera que se descubran más detalles acerca de su uso y significado.

Imagen: Dos de las cabezas de Lydenburg (Universidad de Ciudad del Cabo)


Fuentes

BBC, 2005. Treasuring South Africa's history. [Online]

Kleiner, F. S., 2013. Gardner’s Art through the Ages: A Global History, Volume 1. 14 ed. Boston: Wadsworth Publishing.

Lydenburg Museum, 2008. Lydenburg Heads. [Online]

Maggs, T. & Davison, P., 1981. The Lydenburg Heads. African Arts, 14(2), pp. 28-33, 88.

The Metropolitan Museum of Art, 2015. Lydenburg Heads (ca. 500). [Online]

https://www.ancient-origins.es/artefactos-otros-artefactos/las-cabezas-lydenburg-el-arte-m%C3%A1s-antiguo-la-edad-hierro-al-sur-ecuador-002758

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