Científicos demuestran que los Doppelgängers no solo se parecen, también Comparten ADN

Por MEP

28/08/2022

¿Recuerdas a la oveja Dolly? Hace veintiséis años, se convirtió en el primer mamífero clonado del mundo. Huérfano en la concepción, con el nombre en código 6LL3, fue el producto de un óvulo que fue reemplazado por el ADN de una célula mamaria de una oveja Dorset finlandés. Sin embargo, Dolly fue diagnosticada con osteoartritis a una edad temprana. 

Cuando los científicos analizaron su ADN y descubrieron que sus telómeros (‘tapas’ en los extremos de las moléculas de ADN que protegen del daño) eran más cortos de lo que se esperaría para una oveja de la misma edad. Esto, creen los científicos, fue el resultado de su clonación de una oveja de 6 años.

Aún así, Dolly dio a luz seis corderos, a la antigua usanza, con un adorable carnero de las montañas de Gales llamado David. Por lo general, las ovejas viven unos diez años, pero Dolly murió cuando solo tenía seis años. 

Finalmente, Dolly fue sacrificada en 2003 debido a una enfermedad pulmonar progresiva llamada Jaagsiekte, que es una enfermedad bastante común en las ovejas. Los científicos dictaminaron que su muerte no estaba relacionada con que fuera un clon. Independientemente de los resultados finales, en los años 90, cuando se anunció la existencia de Dolly, se multiplicaron las predicciones sobre lo que podría suceder a continuación: miles de animales idénticos. 

Se podrían salvar especies en peligro de extinción. Pero también surgió la siguiente pregunta: ¿Cuánto tardarían los científicos en clonar humanos? Y pasados veintiséis años, ¿cuántas de estas predicciones se han hecho realidad? ¿Ya se han clonado humanos? Se supone que la clonación de humanos esta prohibida, pero un nuevo estudio científico podría demostrar todo lo contrario.

Más que causalidades

Los doppelgängers (un doble de alguien) comparten características físicas sorprendentemente similares: se parecen tanto que, a veces, estas dos personas sin relación podrían pasar fácilmente por gemelos (o, al menos, hermanos). Ahora, una nueva investigación sugiere que los doppelgängers tienen más en común de lo que parece. Las personas con rostros muy similares también comparten muchos de los mismos genes y rasgos de estilo de vida, según un nuevo artículo publicado el martes en la revista científica Cell Reports.

Puede parecer obvio que las personas con rasgos faciales similares también tendrían algo del mismo ADN, pero nadie lo había probado científicamente hasta ahora. Gracias a Internet, ahora es más fácil que nunca para los investigadores rastrear y estudiar a los doppelgängers.

 Para comprender lo que sucedía a nivel genético entre los parecidos, los científicos colaboraron con el fotógrafo canadiense François Brunelle. Desde 1999, Brunelle ha estado viajando por todo el mundo para capturar retratos íntimos de extraños que se ven casi idénticos entre sí para su proyecto llamado “¡No soy un parecido!”.

Los investigadores pidieron a 32 pares de modelos de Brunelle que respondieran preguntas sobre sus estilos de vida y enviaran muestras de su ADN. Utilizando un software de reconocimiento facial, los científicos analizaron fotografías de los llamados “dobles humanos” y calcularon una puntuación para cuantificar las similitudes entre sus rostros. Compararon las puntuaciones con las de gemelos idénticos y descubrieron que el software había otorgado puntuaciones similares a las de los gemelos exactamente a la mitad de los pares de doppelgänger.

Para averiguar si las similitudes iban más allá de la superficie, los investigadores estudiaron el ADN de los participantes. Descubrieron que nueve de los 16 pares de aspecto muy similar compartían muchas variaciones genéticas comunes conocidas como polimorfismos de un solo nucleótido.

“Estas parejas son, por lo tanto, como gemelos virtuales”, dice Manel Esteller, un genetista que dirige el Instituto de Investigación contra la Leucemia Josep Carreras de España, a Gizmodo.

En términos de sus estilos de vida, los llamados “dobles humanos” también tenían más probabilidades que los no doppelgängers de tener características en común, como su peso, altura, antecedentes de tabaquismo y niveles de educación. 

Pero aunque tenían una genética y rasgos similares, los parecidos tenían microbiomas muy diferentes, o comunidades de microbios útiles y dañinos que viven sobre y dentro del cuerpo humano, y diferentes epigenomas, o variaciones en los rasgos expresados ​​influenciados por las experiencias de generaciones pasadas. 

Desde una perspectiva de naturaleza versus crianza, esto sugiere que es el ADN, no los factores ambientales o las experiencias de vida compartidas, el principal responsable de cómo se ven los doppelgängers similares. En una población en crecimiento, es probable que haya cierta superposición genética solo por casualidad.

“Debido a que la población humana ahora es de 7.900 millones, es cada vez más probable que ocurran estas repeticiones parecidas”, explicó Esteller en un comunicado.

Para Sarah Knapton, editora científica de The Daily Telegraph, además de desvelar una de las grandes “curiosidades” de la vida, la investigación podría tener importantes implicaciones médicas en el futuro. Las personas con un ADN similar pueden ser igualmente susceptibles a ciertas enfermedades genéticas, por lo que los médicos podrían usar el análisis facial como una herramienta de preselección rápida y fácil.

Los investigadores dicen que los hallazgos también podrían algún día ayudar a los investigadores policiales a generar los rostros de los sospechosos a partir de sus muestras de ADN. Pero esa aplicación potencial se adentra en un territorio ético turbio, dice Daphne Martschenko, especialista en ética biomédica de la Universidad de Stanford que no participó en el estudio.

“Ya hemos visto muchos ejemplos de cómo se han utilizado los algoritmos faciales existentes para reforzar los prejuicios raciales existentes en cosas como la vivienda y la contratación laboral y la elaboración de perfiles criminales”, dice Martschenko al Times.

Al margen de la ética sobre el uso de este tipo de investigaciones, lo que está claro es que los doppelgängers son mucho más que simples casualidades visuales. Y para algunos esta es una evidencia irrefutable de que los científicos, o más bien los gobiernos, están clonando a la población. Tal vez ya te hayan clonado.

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