"Estamos totalmente en contra de la opinión de que haya una violencia obstétrica generalizada en nuestro país"
ACTUALIZADO: 30/12/2022 08:20
El Instituto de las Mujeres -organismo dependiente del Ministerio de Igualdad- lanzó hace unos días una ofensiva contra ginecólogos, obstetra y matronas a través de una revista de reciente publicación, InMujer, que financia el departamento de Irene Montero.
Tras la publicación en este medio de este ataque a los médicos acusándoles de ejercer «violencia contra las mujeres en el parto» y de llegarla a compararla con la violencia de género, Txantón Martínez-Astorquiza, presidente de la Sociedad Española de Ginecología (SEGO), afirma a OKDIARIO que le «sorprende mucho que se hable de violencia obstétrica y se la compare con la violencia machista, cuando el 95% de los paritorios está dirigido por mujeres».
«Estamos totalmente en contra de la opinión de que haya una violencia obstétrica generalizada en nuestro país. España es uno de los países que más respeta los derechos de las mujeres, especialmente, en el momento del parto. De hecho se acepta por supuesto las propuestas de las mujeres que quieren entregar un plan de parto y se respetan también los protocolos», afirma.
Podemos intentó aprovechar la reciente tramitación de la Ley del Aborto para incluir en el texto la llamada «violencia obstétrica», argumentando que los profesionales sanitarios ejercen esta «violencia» en la atención al embarazo y el parto con prácticas «que impactan sobre la salud física y psíquica de las mujeres y sobre su derecho al más alto nivel de salud» y «que están basadas en prejuicios y estereotipos machistas sobre la reproducción, la sexualidad, el embarazo y el parto».
Respecto a la tasa de episiotomías -corte que se hace en el tejido entre la abertura vaginal y el ano durante el parto- y a los tactos Martínez-Astorquiza afirma que se hacen «los necesarios». «Lo que pasa es que el parto a veces dura dos, o tres días, y requiere mucha instrumentación, mucha exploración. Muchas cosas que la parturienta a veces desconoce pero que se hacen siempre para preservar la salud materna y fetal. Somos un país poco instrumentista, pocos partos con fórceps o ventosa. Intentamos hacer lo menos posibles».
Desde Podemos lamentaban «que no se informe a la parturienta de los procedimientos que se le realizan, que no se le permita estar con un acompañante en las visitas de seguimiento del embarazo o en el parto, que se le falte al respeto y no se tenga en cuenta su opinión, que a la hora de parir le sean realizados tactos vaginales sin su permiso y por distintas personas, que le suministren fármacos y anestesia sin informarla, que haya estudiantes en el parto sin su consentimiento, que se le haga una cesárea innecesaria o que la separen del recién nacido sin motivo».
En relación con los partos con cesárea, Martínez-Astorquiza reconoce que se hacen «más de lo que nos gustaría, en torno al 20 o 25% cuando se recomienda el 15%», pero insiste en que se cumplen «los protocolos de asistencia, respetando la opinión de la mujer y dando la máxima información, con su consentimiento implícito y a veces escrito cuando es posible para que se haga todo de acuerdo a las normas y de acuerdo a la opinión de la mujer».
https://okdiario.com/espana/sociedad-ginecologia-desmonta-montero-95-paritorios-esta-dirigido-mujeres-10226241
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