Por SPECOLA | 05 abril, 2023
Es miércoles y hemos tenido audiencia en la Plaza de San Pedro, tiempo más que agradable en Roma, mucho turista suelto y la plaza sigue cada vez más vacía. No queremos que se convierta en una fijación, pero es un síntoma que denota una situación de decadencia de un pontificado que empezó con otros números.
El abandono de los fieles al Papa Francisco es clamoroso y por eso se intentan evitar imágenes como la que hoy ofrecemos de momentos antes de que el Papa Francisco entrara en la plaza. La edad, la enfermedad, deberían de provocar una cierta corriente de afecto que evidentemente no existe. El tan predicado ‘Pueblo de Dios’ se ha retirado a los cuarteles de invierno a la espera de otros tiempos, una imagen, mucho más si es repetida, vale más que todas las palabras.
Monseñor Shen Bin, jefe del Consejo de obispos chinos, es el nuevo obispo de Shanghái, sede que está vacante desde hace 10 años después de que el obispo reconocido por el Vaticano y el gobierno, monseñor Ma Daqin, fuera sometido, y aún lo está, al arresto domiciliario en el seminario de Sheshan por haberse atrevido a renunciar a la Asociación Patriótica inmediatamente después de la ordenación episcopal. Todo con prisas, ya ha tomado posesión con ‘letras’ de Consejo de obispos chinos, «estrictamente subordinado al Partido Comunista Chino».
Es un nombramiento unilateral, no teniendo aprobación papal: «La Santa Sede fue informada hace unos días de la decisión de las autoridades chinas» de trasladar al obispo y «se enteró por los medios de comunicación de lo ocurrido esta mañana». El Vaticano sigue con sus silencios: «Por el momento, no tengo nada que decir sobre la evaluación de la Santa Sede al respecto».
Ya tenemos libro – entrevista de Franca Giansoldati con Müller: «Es evidente que no se puede hablar de «dictadura», como se ha hecho en algunos libros bastante críticos con el Papa Francisco. Sin embargo, no se pueden ignorar los efectos que producen ciertas orientaciones. Muchas de estas opciones han sido sugeridas al Papa por algunos de sus asesores más cercanos. Hay una especie de círculo mágico que gravita alrededor de Santa Marta formado por personas que, en mi opinión, no están preparadas desde el punto de vista teológico».
También interviene en el caso Becciu: «No se puede castigar a alguien sin tener prueba de su culpa en la mano. Esta forma de actuar ha ocurrido con frecuencia en el Vaticano y no atañe sólo al singular caso Becciu, sino que ha ocurrido incluso dentro de la Congregación para la Doctrina de la Fe cuando algunos sacerdotes fueron expulsados sin razón, de la noche a la mañana.
Para el cardenal Becciu la cuestión es macroscópica también porque es amplificada por los medios de comunicación: ha sido humillado y castigado frente al mundo sin darle ninguna posibilidad de defensa. Ahora se espera el final del juicio en curso en la corte del Vaticano. Sin embargo, la presunción de inocencia debería aplicarse a cualquier persona, un derecho sacrosanto desde la época de los antiguos romanos».
Otro caso que sigue muy presente en los medios es el Orlandi, su hermano reveló que había hablado con un obispo hace unos días y sacó el tema de la pedofilia en la Iglesia. “Una posibilidad es que Emanuela fuera abusada. Si en 1993 se habló de pedofilia en los cardenales, ¿qué hay más arriba? Yo creo que algo pasó arriba, y entonces alguien llamó a criminales de su conocimiento para silenciar la situación”.
«El cardenal Poletti firmó la dispensa para enterrar a De Pedis en la basílica de Sant’Apolinnare. Presentaré los documentos al fiscal de justicia, una carta en la que el cardenal hablaba de Emanuela». Pietro Orlandi explicó que había sido contactado por el Promotor de Justicia del Vaticano para ir e ‘informar algo después de Pascua’. El hermano de Emanuela dijo que traerá chats con él, en los que dos funcionarios del Vaticano hablan sobre algo que parece tener que ver con la niña desaparecida.
Otro caso que está dejando al Vaticano con las vergüenzas al aire es el del Monasterio «Maria Tempio dello Spirito Santo» en Pienza del que hemos hablado en diversas ocasiones. La historia del Monasterio de Pienza pone de manifiesto, una vez más, la desastrosa situación en la que se encuentra la Curia romana. El Dicasterio presidido por Braz de Aviz, en particular, demuestra que ni siquiera sabe dar apariencia de legitimidad a los actos que emite, sumando la arrogancia y el autoritarismo del Prefecto y del Secretario a la incompetencia en la redacción de los documentos. Hemos llegado a una situación en la que incluso los números de protocolo son poco fiables.
En este Estado, la incompetencia se ha convertido en un requisito fundamental para ascender. La Oficina Central de Estadísticas, que depende del sustituto, el amigo Edgar, ha olvidado que el 31 de diciembre de 2022 falleció Benedicto XVI. Seguimos con un clima tiránico denunciado reiteradamente por los que trabajan en la Curia romana, recurriendo a la vía extrema de las sanciones contra las religiosas, más escandaloso aún, si lo comparamos con otros casos realmente graves en los que se garantiza la máxima clemencia cuando no la total impunidad.
«El escándalo de la remisión de la excomunión al sacrílego y pervertido padre Rupnik debe hacernos comprender el trato desigual reservado a los nepotes de Santa Marta, a quienes el cardenal Mueller resumió gráficamente, observando cómo los amigos de Bergoglio gozan de un estatus privilegiado, mientras que los enemigos son objeto de los más despiadados desfalcos».
Polémica imagen es también la publicada por el periódico diario de los obispos italianos que informa de la celebración de una Misa en la mesa de la sala de reuniones del consejo. A pocos pasos de la sede, se encuentra la Iglesia de Santa Maria alla Fontana. No creemos que se dé, y mucho menos en una ciudad como Roma, una “necesidad particular” ni una “necesidad pastoral”.
Un círculo de personas que regentan un medio de comunicación de los obispos, de traje y corbata participan de la Santa Misa con los brazos cruzados como si esperaran a que termine para pasar al jamón. Hechos como este, hacen cada vez más incompresible la prohibición de otras formas de celebrar, sin duda dignísimas en comparación con la publicitada.
Terminamos con nuestro inmortal Lope de Vega:
«A morir vas, hijo mío
por el hombre que criasteis,
que ofensas hechas Dios
solo Dios las satisface.
No se dirá por el hombre
quien tal hizo que tal pague,
pues Vos pagáis por él
al precio de vuestra sangre.
Dejadme, Dulce Jesús,
que mil veces os abrace
porque me deis fortaleza
que a tantos dolores baste».
«El Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos.»
https://infovaticana.com/blogs/specola/la-plaza-mas-vacia-los-inutiles-pactos-chinos-del-papa-francisco-libro-entrevista-a-muller-la-incompetencia-reina-en-el-vaticano/
No hay comentarios:
Publicar un comentario