No se trata de la primera vez. Pierre Brochand, exembajador y exjefe de los servicios secretos franceses (y afín a Zemmour) ha urgido una y otra vez repetidamente al Gobierno a que cambie la política de inmigración porque la actitud de puertas abiertas prevalente durante décadas no solo está empobreciendo al país, sino que también podría conducir a un enfrentamiento civil.
“Nos enfrentamos a alrededor de 450.000 personas cada año que no han contribuido ni un centavo a la infraestructura que usarán desde el primer día. Hemos acogido a 2,6 millones de personas en los últimos cinco años. ¿Cómo se puede esperar que estas personas, que luego se convierten en consumidores netos y contribuyentes deficitarios no ejerzan una presión insoportable sobre los servicios públicos?”.
Brochand cree que «si no hacemos nada o hacemos poco, o nos dirigimos hacia una implosión progresiva de la confianza social en Francia, es decir, una sociedad en la que la calidad de vida se derrumba y en la que cada vez es más incómodo vivir, o nos dirigimos hacia explosiones sucesivas, hacia enfrentamientos que harán de Francia un país inhabitable«. Esto convertiría a Francia en un país del Tercer Mundo.
«Y mientras digo todo esto», agregó Brochand el 1 de abril, «estoy pensando en mis hijos, mis futuros nietos y el futuro que está reservado para ellos, especialmente cuando se supere el punto de inflexión cuando la población con una inmigración sin precedentes y la religión musulmana supere la marca del 50%«.
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