Acto seguido, abro otra cuenta de correo y me encuentro con un mensaje de Raúl, desde Latinoamérica (creo) y me entrega la ratificación a mi intuición.
Funcionarios del FMI habían hallado pruebas irrefutables de un fraude de esquema piramidal por parte de la Reserva Federal, el Banco Central de Japón y el de Australia sobre intercambio de divisas, FOREX, con valor de billones de dólares. Básicamente, tomaban el dinero de los inversionistas y tomaban posiciones “en corto” sobre la moneda australiana en lugar de depositarlo en “comodities” (recursos naturales) y seguros financieros.
Entiendo que la posibilidad de una guerra en esa parte del mundo habrá ocasionado fluctuaciones en la moneda australiana, que habrá sido aprovechado para realizar este fraude, por el que Bern Bernanke puede ser detenido. Aunque, según Hennegan, los que están detrás de la operación son Hillary Clinton, todo hace indicar que están tratando de postponer, con algún argumento, la caída de la Cábala.
¿Qué hay detrás del conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte?
¿Qué está ocurriendo entre los Estados Unidos y Corea del Norte para que sea objeto de titulares tales como “Aumento de la tensión con Corea” o “Corea del Norte amenaza a los Estados Unidos”?
El New York Times informaba:
“Esta semana, el joven líder de Corea del Norte. Kim Jung-un, ordenó a sus subalternos que se prepararan para un ataque con misiles contra los Estados Unidos. Aparecía delante de un mapa en el que con letra negrita se podía leer: Plan de ataque al territorio continental de los Estados Unidos. A principios de mes, sus generales se jactaban de disponer de una ojiva nuclear que se podía montar sobre misiles de largo alcance”.
Los Estados Unidos son conscientes de que las declaraciones de Corea del Norte no están respaldadas por un poder militar lo suficientemente fuerte como para llevar a la práctica sus amenazas, pero aún así hay un aumento de la tensión. El Presidente surcoreano, Park Geun-hye también sabe que las amenazas son retóricas, pero dijo: “Debemos de tomar duras represalias y sin ningún tipo de consideraciones políticas si [el Norte] realiza cualquier tipo de provocación contra nuestro pueblo”.
Pyongyang, obviamente, tiene otro objetivo en mente. Esto requiere de alguna explicación.
Desde que finalizó la Guerra de Corea hace 60 años, el Partido de los Trabajadores de la República Democrática de Corea ( DPRK o Corea del Norte), actualmente en el poder, ha presentado de forma repetida cuatro propuestas a los Estados Unidos. Éstas son las siguientes:
1.- Un tratado de paz para poner fin a la Guerra de Corea.
2.- La reunificación de Corea, que se encuentra temporalmente dividida en Norte y Sur desde 1945.
3.- El fin de la ocupación por parte de Estados Unidos de Corea del Sur y la finalización de las maniobras anuales entre Estados Unidos y Corea del Sur, de un mes de duración.
4.- Conversaciones bilaterales entre Washington y Pyongyang para poner fin a las tensiones en la península de Corea.
Los Estados Unidos y Corea del Sur, su protectorado, han rechazado todas las propuestas a lo largo de estos años. Como consecuencia ha continuado la inestabilidad desde 1950. Ahora Washington ha utilizado las maniobras de este año, que comenzaron a principios de marzo, para organizar un simulacro de ataque nuclear contra Corea del Norte, sobrevolando la región con bombarderos con capacidad nuclear B-52, el pasado 28 de marzo. Tres días más tarde, la Casa Blanca envió a Corea del Sur cazas F-22 Raptor , lo que hizo que aumentase la tensión.
Esto es lo que hay detrás de las cuatro propuestas:
1.- Los Estados Unidos se niegan a firmar un tratado de paz para poner fin a la Guerra de Corea. Sólo ha firmado un armisticio. Un armisticio es un cese temporal de las hostilidades por consentimiento mutuo. El armisticio firmado el 27 de julio de 1953 se suponía tenía que transformarse en un tratado de paz definitivo. Al no existir ese tratado, la guerra podría volver a reanudarse en cualquier momento. Corea del Norte no quiere una guerra contra los Estados Unidos, es un Estado mucho más poderoso. Se requiere un tratado de paz y un reconocimiento diplomático por parte de Washington.
2.- Las dos Coreas existen en virtud de un acuerdo entre la Unión Soviética ( que limita con Corea y ayudó a liberar de Japón la parte norte del país en la Segunda Guerra Mundial) y los Estados Unidos, que ocupaba la mitad sur. Aunque el socialismo prevaleció en el norte y el capitalismo en el sur, no iba a ser una división permanente. Las dos grandes potencias se retirarían al cabo de dos años, permitiendo la reunificación del país. Rusia así lo hizo; Estados Unidos no. Luego vino la devastadora guerra de tres años en 1950. Desde entonces, Corea del Norte ha hecho varias propuestas para poner fin a la separación, que se prolonga desde 1945. La propuesta más reciente es la de “un país, dos sistemas”. Esto significa que las dos mitades se unifican, siendo el sur capitalista y el norte socialista. Es difícil, pero no imposible. Washington no quiere esta solución. Quiere toda la península, llevando todo su aparato militar a las fronteras de China y Rusia.
3.- Washington mantiene entre 25.000 y más de 40.000 soldados en Corea del Sur desde el final de la guerra. Sigue siendo, junto con las flotas estadounidenses, las bases de bombarderos nucleares e instalaciones militares, un recordatorio de dos cosas: una de ellas es que “Podemos aplastar al Norte”; la otra es que Pyongyang “ nos ve de esa manera, los dueños de Corea del Sur”. Tanto más desde que el Presidente Obama puso la mirada en Asia. Mientras que existe un aspecto económico y comercial, el objetivo principal es aumentar la ya considerable presencia militar de los Estados Unidos en la región, a fin de intensificar la amenaza a China, y Corea del Norte está dentro de esta peligrosa periferia.
4.- La Guerra de Corea fue básicamente un conflicto entre la República Democrática de Corea y los Estados Unidos. Es decir, que si bien un buen número de países de la ONU participaron en la guerra, los Estados Unidos estaban al mando, dominando el combate contra Corea del Norte, siendo responsable de la muerte de millones de norcoreanos al norte del paralelo 38. Es lógico que Pyongyang quiera hablar directamente con Washington para resolver las diferencias y llegar a un acuerdo pacífico que conduzca a un tratado. Pero los Estados Unidos se han negado de forma sistemática.
Estos cuatro puntos no son nuevos. Ya se presentaron en la década de 1950. Visité la República Democrática de Corea como corresponsal del diario Guardian, por tres veces en la década de 1970, con una duración de ocho semanas. Una y otra vez se me preguntaba por el tratado de paz, la reunificación, la retirada de las tropas estadounidenses del sur, y por las conversaciones cara a cara. La situación actual es la misma de entonces.
El inmovilismo de Estados Unidos
¿Por qué? Washington quiere acabar con el régimen comunista antes de permitir que haya paz en la Península. No hay “un Estado, dos sistemas” para el Tío Sam. Quiere un Estado que prometa lealtad. Mientras tanto, la existencia de un belicoso Corea del Norte resulta útil para mantener dentro de la órbita de Estados Unidos a Japón, y es la excusa para que este país aumente su ya formidable arsenal.
Las maniobras entre los Estados Unidos y Corea del Sur fueron precedidas por otras maniobras entre Estados Unidos y Japón, llamadas “Puño de Hierro”. En ambos casos, Washington dejó claro que estaría junto a Seúl o Tokio contra Pyongyang y Pekín, en caso de necesidad. El esfuerzo de Estados Unidos y Japón para ocupar una isla imaginaria es una advertencia militar directa a China, que reclama las islas Senkaku, al igual que Japón.
Según un artículo del 15 de febrero, aparecido en Foreign Policy in Focus, firmado por Christine Kong y Le Hyun:
“Señalar a Corea del Norte como una amenaza en la región muestra el carácter hipócrita de la política de Estados Unidos. El Presidente Barack Obama se mueve entre los asesores que le aconsejan una paciencia estratégica, por un lado, y por otro el despliegue militar y su alianza con los halcones de la región. Examinando la agresiva política de Obama hacia Corea del Norte y sus consecuencias, es algo crucial para entender por qué las demostraciones de poderío militar son las únicas vías de comunicación con Corea del Norte en estos momentos”.
Brian Becker, líder de la coalición ANSWER contra la guerra, decía el 31 de marzo: “El Pentágono y el ejército de Corea del Sur en estos momentos – y el año pasado- están realizado maniobras que simulan la invasión y bombardeo de Corea del Norte. Pocas personas conocen la situación real. El trabajo de la máquina de propaganda de guerra está diseñada para asegurarse que la gente no se una para exigir el cese de las amenazas del Pentágono en la península coreana”.
“La campaña de propaganda está en pleno apogeo ahora que el Pentágono aprieta en una de las zonas más militarizada del planeta. Corea del Norte está representado como provocador y agresor cuando dicen que tienen el derecho y la capacidad para defender su país. A pesar de que el Pentágono simula la destrucción nuclear de un país que ya había tratado de bombardear en la Edad de Piedra, los medios de comunicación de las grandes corporaciones caracterizan a este acto como provocativo, y no como una señal de resolución y medida de autodefensa”.
Y Stratfor:
“Gran parte de la conducta de Corea del Norte se puede considerar retórica, sin embargo, no queda claro hasta dónde está dispuesto a ir Pyongyang para forzar las negociaciones a través de la beligerancia”.
El objetivo es iniciar las conversaciones con Estados Unidos, eso se da por sentado.
La belicosidad de Pyongyang es casi enteramente verbal, que se oiga muy alto por muchos oídos, pero Corea del Norte es un país pequeño en difíciles circunstancias, lo que recuerda la gran brutalidad de Washington desde que visitó el territorio en 1950. Millones de coreanos murieron, Los bombardeos de Estados Unidos se pueden considerar criminales. Corea del Norte esa dispuesto a morir peleando si algo semejante ocurre, pero trata de evitar la guerra y forzar las negociaciones.
Tiene un ejército numeroso y bien entrenado para la defensa. El propósito de los cohetes que están construyendo y su verborrea sobre armas nucleares es sobre todo para ahuyentar al lobo que está en la puerta.
A corto plazo, la retórica inflamada de Kim Jong-un es una respuesta directa a las maniobras militares entre los Estados Unidos y Corea del Sur, que interpreta como un preludio de la guerra. El objetivo a más largo plazo de Kim es forzar una crisis los suficientemente importante como para iniciar conversaciones con los Estados Unidos, que lleven a un tratado de paz, de modo que finalicen las sanciones y acabe la ocupación por fuerzas extranjeras del sur. Algún tipo de reunificación podría surgir de las negociaciones ente el norte y el sur.
Jack A. Smith es editor de un Boletín del Activista y ex redactor de The Guardian (Estados Unidos).
Por Jack A. Smith, 3 de abril de 2013