El hospital tiene un millar de propiedades donadas por pacientes por su labor médica
Los bienes generan más de 10 millones de euros en rentas al año
Trabajadores del centro denuncian que el dinero no se destina a la asistencia
Bloque propiedad del Sant Pau en Av. Portal d l’Àngel. / AITOR SÁEZ
Ha sido durante décadas una de las listas mejor guardadas de Barcelona. Incluye el millar de viviendas, edificios, garajes, locales, naves industriales y fincas rústicas repartidos por toda Cataluña que forman el ingente patrimonio del hospital de Sant Pau.
EL PAÍS ha tenido ahora acceso por primera vez a un registro al que la grave crisis que vive la institución religiosa y su hospital han puesto en el ojo del huracán.
EL PAÍS ha tenido ahora acceso por primera vez a un registro al que la grave crisis que vive la institución religiosa y su hospital han puesto en el ojo del huracán.
Los recortes y las irregularidades investigadas en la gestión del centro —por las que están imputados buena parte de sus responsables en la última década— han llevado a un grupo de trabajadores a preguntarse adónde van a parar los más de 10 millones de euros que Sant Pau ingresa al año por las rentas de sus propiedades.
Y la respuesta que obtienen, tras analizar las cuentas de las tres fundaciones que forman la institución, es que el dinero no va destinado al fin por el que los donantes entregaron en los seis siglos de historia de Sant Pau sus bienes a la institución: la asistencia a los enfermos.
Y la respuesta que obtienen, tras analizar las cuentas de las tres fundaciones que forman la institución, es que el dinero no va destinado al fin por el que los donantes entregaron en los seis siglos de historia de Sant Pau sus bienes a la institución: la asistencia a los enfermos.
“Creemos que se engaña a los donantes haciéndoles creer que sus bienes servirán para que el hospital siga funcionando, cuando lo cierto es que solo sirven para engordar el patrimonio de una institución que sigue controlada por la Iglesia”, explica la radióloga Carme Pérez, cabeza visible de un grupo de trabajadores que ha destapado en el último año las irregularidades conocidas en Sant Pau. El presidente de la institución, Xavier Pomés, ha declinado hablar con este diario.
Otros edificios propiedad del hospital en su totalidad
En Barcelona: Acàcies, 17 y 19. Aragó, 431. Ausiàs March, 29. Diagonal, 430. Galileo, 252. Gran de Gràcia, 165. Jaume Roig, 31. Mariano Brossa, 14, 15 y 16. Pau Claris, 83. La Rambla, 58. Ramon y Cajal, 83. Ruiz de Padrón, 38. Sepúlveda, 172. Travessera de Gràcia, 211. Tres Torres, 20. Trinxant, 144. Plaza de Tetuán, 8. Andrea Doria, 25,27, 29 y 31. Varsòvia, 88. En Reus: Riera Miró 21, 23, 25, 27, 29 y 31. Travessia Nova 9, 11, 13 y 15. En Santa Coloma de Gramenet: Milà i Fontanals 43 i 45. En Badalona:Sant Josep de Roser, 26. En Molins de Rei: Doctor Josep Barraquer, 16. En El Masnou: Maestres Vila, 75. En Llivia: Federico Bernades, 7.
La peculiar arquitectura organizativa de Sant Pau —la separación entre patrimonio y gestión, que data de 1991 y que ahora el Departamento de Salud quiere extender a otros hospitales como el Clínic— es la que hace posible el supuesto fraude. Hasta 1991 el hospital estaba formado por una sola entidad, pero ese año fue dividido en dos fundaciones.
La primera se quedó con todo el patrimonio —el edificio del hospital y todos los demás bienes— y la segunda con la gestión del centro sanitario. La primera —conocida en el centro como “la privada” o “la patrimonial”— está controlada de facto por la Iglesia, aunque en ella también participan la Generalitat y el Ayuntamiento. En la segunda —“la de gestión”—, tiene mayoría la Generalitat.
A ambas fundaciones se sumó en 1992 una tercera dedicada a la investigación. “En la práctica”, explica Pérez, “todo esto solo ha servido para que la fundación de gestión, es decir lo que en esencia es el hospital, no deje de generar déficits que va asumiendo la Generalitat, o sea, todos los ciudadanos. Mientras, el patrimonio sigue en manos de la fundación privada, y sus rentas no revierten sobre el hospital, sino que se quedan en la propia fundación. Esto ha quedado en evidencia con los recortes”, sigue Pérez.
La primera se quedó con todo el patrimonio —el edificio del hospital y todos los demás bienes— y la segunda con la gestión del centro sanitario. La primera —conocida en el centro como “la privada” o “la patrimonial”— está controlada de facto por la Iglesia, aunque en ella también participan la Generalitat y el Ayuntamiento. En la segunda —“la de gestión”—, tiene mayoría la Generalitat.
A ambas fundaciones se sumó en 1992 una tercera dedicada a la investigación. “En la práctica”, explica Pérez, “todo esto solo ha servido para que la fundación de gestión, es decir lo que en esencia es el hospital, no deje de generar déficits que va asumiendo la Generalitat, o sea, todos los ciudadanos. Mientras, el patrimonio sigue en manos de la fundación privada, y sus rentas no revierten sobre el hospital, sino que se quedan en la propia fundación. Esto ha quedado en evidencia con los recortes”, sigue Pérez.
Sant Pau cerró camas pese a los grandes ingresos de su patrimonio y disfrutar de una gran liquidez
“Mientras la patrimonial ingresa millones de euros al año, el hospital ha sido intervenido por la Generalitat, ha tenido que cerrar camas, alargar sus listas de espera y recortar las condiciones laborales de sus trabajadores ”, concluye la radióloga del Sant Pau.
Todos estos hechos, según una ampliación de la denuncia que tramita el juzgado de instrucción 22 de Barcelona presentada por Pérez, el comité de empresa del hospital y dos sindicatos, “pueden ser constitutivos de los delitos de estafa, malversación de caudales públicos y/o delitos societarios”.
Edificios propiedad parcialmente de Sant Pau
En Barcelona: Astúries, 20. Bruc, 78. Beat Almató, 9. Camps Elisis, 5 i 7. Canuda, 35. Casp, 34. Rambla de Catalunya, 67. Còrsega, 390. Craywinckel, 27 y 29. Degà Bahí, 2, 4, 6 y 8. Diagonal, 463. Diputació, 254. Fresser, 152 y 154. Gran de Sant Andreu, 360 y 362. Joan de Peguera, 55. Les Flors, 14. Mercedes, 2. Móra d‘Ebre, 27. Pintor Fortuny, 10 y 14. Provença, 493. Roger de Flor, 3. Rosalia de Castro, 46. Torrent d’en Vidalet, 9 y 11. Urgell, 55. Sant Elies, 11 y 19. Aribau, 304. Mare de Déu de Montserrat, 228. Gran Via, 719. En Mataró: Nou, 1 y 3. En Santa Coloma de Gramenet: Pirineos, 29. En Vilafranca del Penedès: Carretera de Tarragona, 52. En Calafell: Pintor Mir, 3. En Camprodon: València, 61.
La denuncia pone de manifiesto casos como el de M. M. P., fallecida en 1998 y que testó su herencia para que sus bienes fueran “destinados al pabellón de Cardiología”. Pérez explica que “el hospital aceptó la herencia, pero los bienes quedaron como siempre en poder de la fundación privada sin que fueran destinados al fin establecido”. Esto, según la denunciante, “es un fraude evidente”.
En junio de 2010, Sant Pau tenía 972 propiedades urbanas —504 viviendas, 287 plazas de garaje, 136 locales comerciales y 45 despachos—, 22 naves industriales, 10 fincas rústicas y cuatro solares (ver cuadro adjunto).
De todas las propiedades, 523 están en Barcelona, 369 en Reus, 42 en Santa Coloma de Gramanet y 38 en otras localidades. En 43 casos, el hospital es dueño del edificio entero, mientras en otras 33 fincas es solo dueño de una parte del inmueble. En otros cuatro casos, las donaciones y herencias recibidas por Sant Pau han sido compartidas con otras instituciones como la Diputación de Barcelona, la orden religiosa de Sant Juan de Dios y el hospital de Manresa.
De todas las propiedades, 523 están en Barcelona, 369 en Reus, 42 en Santa Coloma de Gramanet y 38 en otras localidades. En 43 casos, el hospital es dueño del edificio entero, mientras en otras 33 fincas es solo dueño de una parte del inmueble. En otros cuatro casos, las donaciones y herencias recibidas por Sant Pau han sido compartidas con otras instituciones como la Diputación de Barcelona, la orden religiosa de Sant Juan de Dios y el hospital de Manresa.
Fincas rústicas
En el Prat de Llobregat: Cal Roc, 215.638 metros cuadrados. ARE, 12.049 metros cuadrados. En Vilafranca del Penedès: Casa Escudé – Subirats, 584.874 metros cuadrados. En La Garriga: Torre Samalús, 42.954 metros cuadrados. En Martorelles: Una finca de 179.993 metros cuadrados. En Santa Maria de Martorelles: Una finca de 322.598 metros cuadrados. En Barcelona: Can Masdeu, 524.975 metros cuadrados. En Blanes: Fortillo, 7.758 metros cuadrados. Mas Cremat, 3.250 metros cuadrados. Pla de Cunit, 1.595 metros cuadrados.
El hospital también posee cuatro solares y 22 naves industriales en varias localidades catalanas, pero donde su patrimonio resulta más imponente es en fincas rústicas: el hospital es propietario de casi dos millones de metros cuadrados de viñedos, huertas y otros cultivos.
La mayor finca consta en la contabilidad interna de Sant Pau con el nombre de Casa Escudé-Subirats, está en Vilafranca del Penedès y tiene 58,5 hectáreas de extensión. Otra finca importante está en Barcelona y es la de Can Masdeu, de 52,4 hectáreas, mientras el resto están en Martorelles —dos fincas por un total de 50,2 hectáreas—, El Prat de Llobregat —Cal Roc, 21,5 hectáreas— La Garriga —Torre Samalús, 4,3 hectáreas— y otras propiedades más pequeñas en Blanes y El Prat.
La mayor finca consta en la contabilidad interna de Sant Pau con el nombre de Casa Escudé-Subirats, está en Vilafranca del Penedès y tiene 58,5 hectáreas de extensión. Otra finca importante está en Barcelona y es la de Can Masdeu, de 52,4 hectáreas, mientras el resto están en Martorelles —dos fincas por un total de 50,2 hectáreas—, El Prat de Llobregat —Cal Roc, 21,5 hectáreas— La Garriga —Torre Samalús, 4,3 hectáreas— y otras propiedades más pequeñas en Blanes y El Prat.
El valor contable de todas las propiedades del hospital, según sus documentos internos, asciende a 232,8 millones de euros —184,3 por sus fincas urbanas, 33,4 por las rústicas, 9,1 por los solares y 6,1 por las naves industriales—, aunque un informe reciente de la Sindicatura de Cuentas alerta de que el valor real podría ser mucho mayor porque muchos de estos bienes están valorados por “el valor catastral o por valoraciones realizadas en el momento de su recepción”.
El hospital tiene 504 pisos y casi dos millones de metros cuadrados de fincas rústicas
La imagen que ofrecen los documentos internos de la fundación privada de Sant Pau es de una solvencia económica envidiable. Cada mes ingresa por sus fincas urbanas —fincas rústicas, naves y solares no incluidos— más de 400.000 euros y la institución contaba en agosto de 2010 con 32,8 millones de euros en su “cartera de inversiones y tesorería”. De ellos. 23,5 millones corresponden a una imposición a corto plazo al 2,23%.
Para Carme Pérez, “con todas estas cifras es al menos chocante que Sant Pau haya cerrado camas, esté alargando las listas de espera hasta lo insufrible y haya recortado el salario de su plantilla”.
Otros
EDIFICIOS EN COPROPIEDAD. Con la Diputación de Barcelona: Bruc, 22, Barcelona. Pont Major, 55, Girona. Con Sant Joan de Déu: Gran Via, 652. Con el Hospital de Manresa: València, 572.
EN NUDA PROPIEDAD CON USUFRUCTUARIOS. En Barcelona: Còrsega, 5. Liorna, 6. En L’Hospitalet de Llobregat: Montseny, 63-71.
SOLARES. No consta la localidad. Can Ñao, 465 metros cuadrados. Vall Park, 3.794 metros cuadrados.En Santa Maria de Martorelles: 4.796 metros cuadrados. En Calonge: Solar les Pinedes, 17, 2.279 metros cuadrados.
NAVES INDUSTRIALES: En Barcelona: 21 naves en la calle de Santander 43-47. En L’Hospitalet de Llobregat: El 25% de una nave en la calle de Riera Frares, 9.