Durante la madrugada del día 20 de marzo de 2005 en la ciudad de Mérida, provincia de Yucatán, México, ocurrió uno de los mas enigmáticos e interesantes casos de encuentros del tercer tipo de la historia de la Ufología.
Las mediciones de radiación en la zona, así como la filmación de uno de los protagonistas exponen un caso único dentro de la ufología mundial. Una fecha y un lugar que quedarían marcados para siempre dentro de la historia de la ufología por los incidentes que protagonizaron los testigos David Espada y José Alonso Herrera, dos jóvenes, que junto a un tercero que ha decidido permanecer en el anonimato, tuvieron un encuentro cercano con una entidad desconocida que aun mantiene en vilo a los especialistas en ufología de todo el mundo.
El incidente comenzó a las 2:00 de la mañana, cuando estos jóvenes estaban pasando su tiempo de ocio jugando a dar toques a un balón de futbol, mientras que grababan sus malabarismos con un móvil Sony Ericsson K500i. Durante una de las filmaciones que los jóvenes estaban realizando, se ve como José Alonso Herrera está dando toques al balón con la cabeza hasta que el balón se descontrola y se aleja diez metros de la escena. Herrera va a por el balón, y para tomar bien la escena, David Espada elige aumentar el zoom de 1x a 2x para poder observar mas nítidamente a su amigo José. Estamos hablando de una grabación evidentemente no profesional que obedecía a motivos puramente lúdicos: unos amigos jugando al balón. ¿Qué podía ocurrir para que 10 segundos después, el pánico se apoderase de las voces de aquellos chicos que pasaban la noche de forma distendida?
José Alonso Herrera se disponía a recoger el balón del suelo como tantas veces había hecho aquella noche. Cuando pasaba exactamente a la altura de una farola situada en el medio del callejón donde ocurrieron los hechos, de repente y según las propias declaraciones del testigo “algo me tocó, y estaba frío; Me asusté mucho y mi primera reacción fue que quise zafarme de aquel ser que me estaba agarrando.” El vídeo grabado por David Espada muestra un ser que parece surgir de la nada, “materializándose” súbitamente ante los jóvenes detrás de la farola y que muestra una interacción con Herrera alargando el brazo para agarrarle con fuerza. La reacción de Herrera ante aquel extrañísimo incidente que le acababa de ocurrir fue de pánico pero aun le quedó suficiente entereza para pedirle a su amigo David que siguiera grabando que “algo le había tocado”, y que “no dejara de grabar”.
David Espada puso el zoom de su cámara esta vez en 4x, enfocando la farola, ya que el ser había aparecido por detrás de la misma y súbitamente parecía haber desaparecido después de tocar a Herrera. Pero el destino, el juego del ratón y el gato del fenómeno OVNI y su inacabable “obra de teatro del absurdo” parecían tenerles otra sorpresa preparada a estos tres jóvenes. El ser volvió a aparecer, asomándose por detrás de la farola, ante estupor de los testigos que huyeron de allí presa del pánico, terminándose en ese momento la grabación.
Hasta aquí, la exposición de los hechos tiene ciertas similitudes con otros casos de encuentros en el tercer tipo, pero sin duda éste es especial. Sería la primera vez en la historia en la que se presenciaría un encuentro o intento de abducción “frustrado”. Pero cabe preguntarse, ¿Cuál sería la motivación de protagonizar un incidente así sabiendo que los hechos estaban siendo grabados? ¿Qué investigaciones se han realizado para intentar demostrar que pudiera ser un fraude? Partiendo de que a día de hoy, los testigos siguen manteniendo la versión de los hechos, sus declaraciones denotan que pasaron un miedo real durante este encuentro. Pero como la ufología no puede atenerse exclusivamente a sensaciones o miedos, sino a pruebas empíricas, numerosos investigadores han puesto de relieve determinadas circunstancias que acompañan al caso.
En primer lugar, la grabación muestra alteraciones electromagnéticas antes durante, y después de la presencia en las imágenes del ser, característica común en infinidad de casos OVNI a lo largo de los últimos 50 años. Según expertos en imagen de la Universidad Autónoma de México consultadas por UFOPOLIS, “la grabación no ha sido manipulada, y la tasa de frames por segundo no ha sido alterada en ningún momento del vídeo que salió a la luz pública”. Por otro lado, el investigador Jaime Maussán, el investigador que siguió este caso desde el momento en el que la noticia empezó a trascender en la ciudad de Mérida, demostró en su programa “los grandes misterios del tercer milenio” emitido meses después, que “los jóvenes no tenían ningún tipo de conocimientos en la edición de vídeos, siendo la grabación autentica”.
El segundo recurso a la hora de investigar este hecho se ha basado en la energía que quedó de manera residual, “impregnada” en el entorno del lugar exacto del avistamiento. Según las declaraciones del Doctor Guerrero de la Torre, que acudió allí en calidad de científico con material de la Universidad Autónoma de México, y que realizó mediciones de voltaje y radiactividad meses después del incidente “aún quedaban restos de una misteriosa energía con un potencial eléctrico mil veces superior al voltaje normal de la zona, y una radiación un millón de veces por encima de los valores normales que se puedan tomar en cualquier ciudad. Pruebas empíricas, demostradas en laboratorio, medibles, comprobables y con una representación gráfica más que concluyente a nivel científico.
Lo cierto es que tras la salida a la luz pública de este video, los acontecimientos se sucedieron muy rápido en la ufología mexicana. Los ataques con una más que dudosa justificación hacia los testigos (de igual manera que lo que ocurrió en el año 1989, con los protagonistas del caso Conil), empezaron a aparecer por parte de algunos investigadores que no eran científicos, y que realizaban un negacionismo a priori del caso. Hasta hoy, nadie ha podido demostrar la existencia de fraude en este incidente, y el caso sigue abierto.
Pero teniendo en cuenta todos estos factores, y profundizando mucho más en el tema, si realizamos un visionado fotograma por fotograma, aclarando la imagen usando filtros gaussianos, podemos apreciar la forma de la cabeza del ser en las dos apariciones que fueron grabadas en vídeo A primera vista es observable el gran tamaño de la cabeza en comparación con su cuerpo, cuyas proporciones no se corresponden con las de los seres humanos, y el gigantesco tamaño de su brazo, detalle bastante inusual en el fenómeno. La distancia que tenía aquel brazo para poder tocar a José Alonso Herrera era exactamente de 1.21 metros, característica más que descartable también para cualquier persona.
También es destacable la sensación de frío que asegura tener el testigo cuando el “ser” le tocó, detalle que se ha repetido en diferentes experiencias de abducción a lo largo de la historia.
UFOPOLIS también ha podido descubrir dos detalles que podrían estar relacionados con el caso y que bien podría poner todo este incidente en contexto, porque en primer lugar, debajo del lugar exacto del avistamiento de este ser, está la punta de una pirámide maya del periodo Olmeca, que aun no ha sido desenterrada y de la que se desconoce su tamaño y su función. ¿Tiene relación? ¿Es posible que algo así ocurriera en el pasado?
Lo cierto es que es muy posible que esas preguntas nunca puedan ser respondidas pero en este caso hay dos hechos: el avistamiento vino acompañado de una energía nuclear imposible de replicar sino es en una central de energía atómica, y un hecho particularmente curioso que podría esclarecer un poco este caso: según declaraciones de los trabajadores de mantenimiento del complejo del gran complejo maya de Chichen Itzá, durante aquella noche, investigadores de la NASA estaban esperando aquel día a que ocurriese algún hecho científico sin precedentes en la gran pirámide del complejo. Con la excusa de querer grabar un documental sobre el equinoccio de invierno, aquellos científicos subieron a la pirámide todo tipo de material para efectuar diferentes mediciones. ¿Estaban esperando algo y se equivocaron de lugar? Una respuesta también difícil de responder. ¿Y si así fuera por qué lo sabrían? El caso Mérida es un representativo del secretismo de una sociedad cerrada ante el tema de los OVNIS y las apariciones de humanoides y es a la vez un triunfo de la ufología porque el video dio la vuelta al mundo en cuestión de segundos.
En esta época en la que la manipulación digital está a la orden del día es difícil encontrarse con un caso tan rotundo en las imágenes con respecto a la no modificación de las mismas. ¿Es la era del youtube la muerte de la ufología gráfica La respuesta es negativa. En estos momentos hay miles y miles de avistamientos reales colapsando los servidores de descarga de vídeos que dan muestra de lo que está ocurriendo en los cielos de nuestro planeta. Los casos de encuentros del tercer tipo se siguen produciendo (atención al caso de Mocorito Sinaloa en 2008), y las diferentes manifestaciones del fenómeno (grabaciones de OVNIS en el espacio en directo desde NASA TV, los complejos mensajes de los círculos de las cosechas, los continuos testimonios de pilotos de las fuerzas aéreas que se han visto involucrados en diferentes tipos de avistamientos de OVNIS) siguen apareciendo sin cesar en todo el mundo.
El caso Mérida es la punta del iceberg del tema de los encuentros con humanoides, un caso único grabado cámara en mano que se convierte en el primer avistamiento de este tipo del siglo XXI. Las preguntas de los científicos, sean cuales fueran las motivaciones de ese incidente tiene que volver una vez más a la energía residual que quedó en la zona ¿Quién es capaz de realizar un fraude con emisiones de radiactividad que no son dañinas para el ser humano? Al no existir esa tecnología en nuestra ciencia, ¿Qué era aquello, de donde venía, adonde fue y por qué se comportó de una manera agresiva? El tiempo pondrá las cosas en su sitio, pero no está nunca de más hacerse preguntas dentro de la ufología. Y un último comentario, ¿Qué supondría este hecho si de verdad este ser no fuese del planeta tierra? Vamos a ver algunas variables científicas con tablas y gráficas.
Recuadro 1: Las mediciones de radioactividad
Valor normal de radiación en la ciudad de Mérida el día 20 de Marzo de 2005: 0.0000137 Roentgen/h. A 3.9 metros del lugar del avistamiento, la radiación medida fue de un valor un millón de veces más alto que los valores normales tomados en cualquier punto de la misma ciudad.
Por medio de un medidor Geiger-Muller capaz de medir cantidades o cuantos de energía de alta frecuencia, el investigador ufólogo y doctor en físicas, Jorge Guerrero de la Torre, realizó una toma de medidas en distintas direcciones y a diferentes distancias del punto exacto del avistamiento (el poste). En esas mediciones se mostraban valores que equivalen a un máximo de 3.9 Roentgen/h siendo los análisis de radiación de la zona de 13.7 micro Roentgen/h, o lo que es lo mismo, allí había valores de radiación un millón de veces más altos de lo normal.
El análisis de las mediciones provoca una serie de preguntas dentro de un contexto ufológico ya que, teniendo en cuenta que ese lugar habría quedado marcado de alguna manera por la energía inherente a este incidente, desde una perspectiva científica, ¿existiría alguna causa natural o algún fenómeno que pudiera hacer que la radiación fuese un millón de veces más alta en ese punto exacto de la ciudad de Mérida, en comparación con el resto de la ciudad? Según las pruebas realizadas por especialistas del Instituto Nacional de Investigaciones Nucleares de México D.F., no existían residuos de materiales radioactivos en el área, ni había emanaciones desde el subsuelo de gas Radón, emisor de radiaciones nocivas.
Las conclusiones a las que llegaron los científicos fueron mas que interesantes ya que la energía de radiación medida en aquel parque de Mérida, aparte de su intensidad, mostraba un aspecto único: no era dañina para los seres vivos del área, hecho que se produciría por primera vez en la historia dados los altos valores de radiación medidos. Las partículas detectadas por el contador Geiger-Muller en la zona eran capaces de ionizar el gas en el interior del medidor y, por tanto, dar la señal de presencia de radiactividad pero en ningún momento esas partículas alteraban a la materia circundante, es decir, al entorno, a las plantas, y a los seres vivos. Esa energía poseía, según el Dr. Guerrero de la Torre de “un comportamiento extraordinario”, indicando que “su naturaleza es de orden diferente a la conocida por la ciencia actual”.
Alteraciones eléctricas.
Recuadro 2 : Voltaje imposible
La segunda parte de las mediciones realizadas en el punto exacto del incidente, corresponden a la intensidad del campo eléctrico que se presenta en el poste, apareciendo valores que son 100 veces mayores que los registrados en cualquier punto de la ciudad de Mérida, lo cual hace que se haya presentado un fenómeno eléctricamente muy intenso. Y de nuevo la pregunta: ¿existe en la naturaleza algún modo artificial de alterar radiación y voltaje en un mismo lugar sin ser perjudicial para el ser humano? Lo cierto es que la ciencia moderna no dispone aún de un dispositivo o de una tecnología capaz de lograr tal alteración físico-química, sin afectar a los tejidos biológicos, con lo que esta anomalía nuclear presentada poco después del incidente del encuentro de Mérida posee unas características a todas luces desconocidas.
Siguiendo los datos, se observa cómo el incremento de la radiación y el voltaje alcanzan un máximo a 3.9 metros del poste, y a partir del mismo, los valores decrecen hasta los valores normales. ¿Sería posible, por tanto, afirmar que el origen de este fenómeno se daría a esa distancia de 3.9 metros del poste? La teoría de la abertura de un vórtice espacio-temporal, característica básica de numerosos encuentros del tercer tipo en el que los seres parecen materializarse y materializarse en cuestión de décimas de segundo, es la más utilizada en casos de este tipo. Las pruebas científicas estudiadas en el caso Mérida revelarían, siguiendo esa teoría, que el foco principal de ese pequeño agujero cuántico, de esa especie de “puerta dimensional”, o “agujero en el espacio y el tiempo”, se habría situado justo a 3.9 metros de distancia del poste.
UFOPOLIS 2013