Los enfrentamientos entre el ejército y los partidarios de los Hermanos Musulmanes egipcios han dejado ya decenas de muertos y cientos de heridos esta semana, y el experto en Oriente Medio, el Dr. Mike Evans afirma que la agitación a la larga conducirá a una guerra civil en Egipto.
También criticó a la administración Obama por su manejo de la crisis de Egipto y la que hay entre Israel y Palestina, y predijo un ataque militar israelí contra el programa nuclear de Irán muy pronto.
Evans es un veterano estudioso del Oriente Medio y es un viejo amigo del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu. Declaró a WND que los elementos islámicos radicales van a seguir luchando por su causa y que eso va a significar más miseria para Egipto.
"Vamos a ver una guerra civil en Egipto en última instancia. No hay duda al respecto", dijo. "Esto aún no ha terminado. Esta es una batalla por el Islam. No se trata de la democracia. Nunca lo fue".
Los acontecimientos históricos y sin precedentes se están desarrollando casi a diario en Oriente Medio, pero en ninguna parte es la amenaza más grave y mortal que en la República Islámica de Irán. El "Irán atómico" del Dr. Jerome Corsi es una muy necesaria llamada de atención para los estadounidenses.
Él dijo que la lucha es en realidad entre los elementos radicales sunitas y chiítas que quieren establecer un califato en Oriente Medio. Dijo que los chiítas quieren tener a Irán como el ancla del califato, y los sunitas tienen la esperanza de tener su base en un Egipto controlado por los Hermanos Musulmanes.
Millones de egipcios salieron a las calles para exigir la retirada de Mohammed Morsi y su gobierno de la Hermandad Musulmana en junio y a principios de julio. El ejército respondió quitando a Morsi de en medio el 3 de julio. Pero mientras que el sentimiento popular parece estar del lado de los militares, Evans dijo que la Hermandad Musulmana es muy hábil en moldear la opinión pública.
"Cerca de un tercio de la población es ignorante y otros dos tercios están en el paro. Alrededor del 60 por ciento de la población son jóvenes. Los mullahs y las madrasas están animándolos y embruteciéndolos. Es un problema real", dijo Evans, que teme mucho por la población cristiana en Egipto.
"Están en el punto de mira", dijo. "Es de la misma forma que en los territorios palestinos. Se les odia, se les desprecia, se les considera alineados con Occidente. Es una batalla".
Evans también habló sobre los últimos esfuerzos de Estados Unidos para promover las conversaciones de paz entre Israel y Palestina. La ronda inicial consiste en conversaciones de bajo nivel establecidas por el secretario de Estado, John Kerry.
"Ahí está John Kerry en su caballo blanco, tratando de salvar el día forzando a Israel a liberar a los terroristas y hacer la paz con los palestinos, que no quieren la paz", dijo Evans. "Netanyahu me dijo personalmente que hay cosas que no permitiría: Territorios, tratados, un ejército o espacio aéreo. Para que los palestinos tengan un Estado, tienen que haber tratados. Tienen que tener un ejército. Tienen que tener un espacio aéreo. El primer ministro nunca jamás pasará por ahí. Simplemente no va a suceder.
"Está mal que Kerry, vaya por allí y les dan falsas esperanzas, porque cuando lo hace consigue que haya muertos. Ellos vuelven a la carta del terror y mueren judios", dijo.
Entonces, ¿cómo resumiría Evans el desempeño de la administración Obama sobre la política de Oriente Medio?
"Barack Obama es Jimmy Carter con esteroides. Clinton tenía razón cuando dijo que era un cuento de hadas. Él no tiene ninguna comprensión de lo que está tratando de vender. Él quiere que el Islam tenga su igualdad de derechos. No entiende lo que van a hacer con esos mismos derechos", dijo Evans.
El libro del Dr. Michael Evans, "Jimmy Carter: La izquierda liberal y el Caos Mundial", conecta los puntos y ayuda a comprender cómo hemos llegado a esta crisis. Se divulga el programa de Jimmy Carter, y da una idea de lo que va a hacer Obama en los próximos años - en particular con respecto a Oriente Medio.
El programa nuclear iraní todavía se cierne sobre la región y sobre el mundo también. Evans dijo que la actividad encubierta israelí causó un poco de retraso a Irán. A pesar de eso, dijo que Irán está a un "destornillador de distancia de llegar a ser nuclear." Como resultado, dijo que Israel pronto se verá obligado a tomar medidas preventivas.
"Israel va a hacerlo. Israel será el proxy de EE.UU.. Ellos van a tener que hacer el ataque por su cuenta. Lo que Israel está esperando es que Estados Unidos les dará respaldo para sus objetivos cuando lleguen las represalias. Hay alrededor de 1.100 objetivos difíciles que tienen que conseguir", dijo Evans, quien cree que los EE.UU. van a brindar ese apoyo. Pero está convencido de que el ataque israelí es sólo una cuestión de tiempo.
"Todo está preparado para el ataque. Eso va a suceder. Algo muy importante tiene que suceder para detenerlo", dijo. "Está definitivamente en el calendario."
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La crisis de Egipto dispara el precio del petróleo
Pablo Pardo | Washington
Es posible que los
disturbios de Egipto nos acaben afectando a la cartera. La razón es que el precio del petróleo se ha disparado a sus máximos de cinco meses debido a la incertidumbre en ese país. Una incertidumbre que se centra en dos aspectos.
Uno es la posibilidad de que el canal de Suez se cierre. Otro, que la crisis se extienda a otros países de la región, en particular a Israel y a Libia. La consecuencia es que el barril de petróleo ‘Brent’, que se usa como referencia en Europa y en el Este de EEUU, ya está en 111,69 dólares, cinco más que a principios de esta semana.
Es algo que ya está pasando: la producción de crudo de Libia se ha desplomado debido a problemas políticos. Y la producción de gas egipcio se ha hundido como consecuencia de la inestabilidad política desde la caída del dictador Mubarak. Eso también tiene impacto en Europa, porque el mercado del gas natural es más regional que el del crudo. De modo que, aunque la producción esté disparándose en EEUU, en Europa no lo notamos porque el comercio internacional de gas es todavía bajo.
Aunque la amenaza principal, por ahora, está en Suez.
El año pasado pasaron 144,2 millones de toneladas de petróleo y derivados por el canal de Suez, según las
cifras oficiales del Gobierno egipcio. Esa misma fuente indica que el petróleo y derivados supusieron el 24% de las cargas totales que cruzaron el canal. Si se suma el gas natural, la proporción llega al 29%. En total, el 7% de todo el crudo que se transporta por mar en todo el mundo pasa por esa vía de agua.
Así que no es de extrañar que el precio del petróleo haya alcanzado máximos de 5 meses por los disturbios de Egipto. Por el canal pasaron el año pasado 2,97 millones de barriles diarios de petróleo y productos derivados. De ellos, 1,65 millones fueron al norte, en dirección a Europa y Estados Unidos. Los 1,31 millones restantes fueron al sur, rumbo a Asia. En su mayor parte, estos últimos procedían de Libia.
Pero eso no lo es todo. Paralelo al canal discurre el oleoducto SUMED (Suez-Mediterraneum), por el que el año pasado circulaban 1,54 millones de barriles/día. Todas estas cifras proceden del
Departamento de Energía de Estados Unidos.
Algunos expertos dudan de la solvencia de estas estimaciones. “Es posible que Egipto esté contando dos veces el mismo barril, de modo que pasa por el canal y por el oleoducto al mismo tiempo”, ha explicado en una entrevista telefónica a ELMUNDO.es el economista Christopher Knittel, codirector del Centro para la Energía y el Medio Ambiente del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). Pero eso no disminuye las tensiones.
A eso se suma otro problema. “El mercado tiene miedo de que lo que está pasando en Egipto se extienda otros productores de la región”, advierte Knittel. De hecho, en Egipto está involucrado Qatar, uno de los mayores productores de gas natural del mundo, que ha apoyado a los Hermanos Musulmanes.
No es una posibilidad exagerada. La producción de petróleo de Libia ha caído a 330.000 barriles diarios por la protesta de los trabajadores del sector de los hidrocarburos. Es un desplome brutal, si se tiene en cuenta que hace apenas unos meses, ese país producía 1,42 millones de barriles/día. Libia ha anunciado que no está en condiciones de cumplir sus contratos debido a las huelgas, lo que implica la pérdida de un millón de barriles de crudo dulce y ligero, es decir, con poco azufre, lo que lo hace más fácil de refinar.