El líder de CiU, Artur Mas (i), junto al presidente de ERC, Oriol Junqueras (d), hablan en un pleno (EFE)
Convergència i Unió (CiU) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) volvieron ayer a hacer tándem para evitar un mal trago al Gobierno de Artur Mas. Las dos formaciones fueron las únicas que votaron en contra de una propuesta del PP en una comisión del Parlamento autonómico para que fuese el propio Gobierno convergente quien pusiese en manos de la Fiscalía un demoledor informe de la Sindicatura de Cuentas que denuncia gravísimas irregularidades en el Consejo Catalán del Deporte, un organismo público que acaba de ser fiscalizado.
Lo que los síndicos encontraron fue un reino de taifas en el que no se cumplía ninguna de las prescripciones legales y de transparencia que se debe exigir a cualquier ente público. “En el ejercicio del 2010 [el que fue fiscalizado], todas las subvenciones se concedieron de manera directa, sin ninguna convocatoria pública y sin acreditar en el expediente las razones de interés público, social, económico o humanitario que dificultasen la realización de convocatorias públicas, contrariamente a los principios de concurrencia, igualdad y objetividad contenidos en el artículo 8.3 de la Ley General de Subvenciones”, dice uno de los párrafos del informe.
Y no es moco de pavo: estamos hablando de 40 millones de euros anuales que se han ido por entre las costuras del Consejo por orden de sus dirigentes políticos. Pero eso no es nada.
Por no tener, no tiene ni siquiera un plan estratégico de subvenciones, lo que deja a éstas al criterio subjetivo de los directivos del ente. De ahí que el informe denuncie la distribución de ayudas a clubs y federaciones sin que haya convocatorias ni criterio alguno de distribución. En otras palabras, que lo que prima hasta el momento es el amiguismo en un sector que vive en buena parte del erario público.
“Nosotros teníamos dudas sobre cómo funcionaba este organismo, pero con el informe sobre la mesa vemos que hay indicios de que puede haber responsabilidades más allá de las puramente políticas”, señala a El Confidencial Rafa López, diputado del PP. Esta formación ha decidido que llevará el informe a la Fiscalía y a la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) para que investiguen el cúmulo de irregularidades encontradas. Éste era también el plan B, conscientes de que la mayoría absoluta de CiU y ERC no iba a dejar salir adelante la moción. Y no es para menos, porque si Artur Maspuede gobernar gracias a los votos republicanos, no va a tirarse piedras contra su tejado y, de ahí que no esté dispuesto a llevar a la Fiscalía a Esquerra por su gestión cuando tenía las riendas del poder. Además, de algo ha de servir el pacto de legislatura que ambas formaciones firmaron en diciembre pasado.
Amiguismo
El informe de la Sindicatura es contundente en algunos de sus párrafos: “Se han concedido subvenciones para que los beneficiarios realizasen actividades que entran dentro de las competencias del Consejo. No se ha justificado por qué no ha sido el propio Consejo quien hiciese estas actividades”. O sea, más amiguismo. O más contratos para los amigos, como se le quiera llamar. Y añade: “Se recomienda que, para un mayor control y transparencia, el Consejo realice de forma directa, con sus recursos disponibles siempre que le sea posible, las actividades que son competencia suya y que aplique la Ley de Contratos del Sector Público en los gastos”.
La cosa viene de lejos. El área de deportes ha estado durante años en manos de Rafael Niubó, hombre de confianza deJosep Lluís Carod-Rovira. Niubó dejó su empresa, UBAE, dedicada a gestionar gimnasios mediante concesiones públicas, para coger las riendas del deporte catalán, que entonces estaba encuadrado en la consejería de la Vicepresidencia. Con el primer Tripartito, fue nombrado secretario de Deportes por Carod. Con el segundo Tripartito, Niubó pasó a ser secretario general de la Vicepresidencia y se llevó como mano derecha y secretaria de Deportes a Anna Pruna, de la empresa UBAE, mientras que en ésta quedaba como directora su propia esposa, Montserrat Mas. Una vez pasadas las elecciones y con Artur Mas en el poder, el nombre de Niubó sonó para pasar a la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC), donde estaba su amigo David Munné. Éste, a su vez, debía ocupar el puesto de secretario general de Deportes de la Generalitat. Pero el canje no se llevó a cabo.
Y es que las excelentes relaciones de Niubó y su sector con CiU eran (y siguen siendo) óptimas. De hecho, incluso durante el Tripartito, Esquerra pactaba los temas relacionados con deportes con CiU en vez de con sus socios naturales, PSC e ICV. Durante la jornada de ayer, los socialistas le devolvieron esta desconfianza: el PSC se abstuvo en vez de votar en contra, a pesar de que la moción de llevar el tema a fiscalía correspondía a un ejercicio en que gobernaba el socialista José Montilla. Pero ya entonces, la labor del tándem Niubó-Pruna era puesta en entredicho desde dentro del propio Gobierno.
Falta de competencia
No era para menos, ya que el área de Deportes era su propio feudo. O su propio cortijo. El informe detalla que “las resoluciones de concesión de subvenciones realizadas por el Consejo hasta 300.000 euros y por un total de 21.543.863 euros en el ejercicio del 2010 fueron firmadas por la presidenta del Consejo”. O sea, por Anna Pruna. Pero, según la ley, estas subvenciones, por su monto debía haberlas firmado Carod-Rovira, que no había delegado competencias para ello. Y no sólo eso: hay una subvención de 1.480.000 euros y otra de 692.560 euros que no se iniciaron a instancias de parte, sino que fueron una iniciativa de los propios responsables de la Administración, lo que vulnera la ley.
Hay más: en 13 de los expedientes no existe informe de intervención previa. Y por aquí se fueron otros 1,3 millones. Además, el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, la fábrica de deportistas catalanes de élite, recibió casi 4,4 millones pero en el expediente “faltan la mayoría de los requisitos imprescindibles en la concesión de subvenciones”.
Para el diputado popular Rafa López, lo que han hecho los republicanos durante años fue repartir dinero sin control tejiendo una intrincada red de clientelismo político por todo el territorio en una práctica “que se asemeja a la mafiosa por lo que tiene de clientelar”. Y subraya que el texto emitido por la Sindicatura “corrobora lo que nosotros sospechábamos”.
Según el informe, del análisis de la documentación del Consejo se destaca “una importante falta de control interno en diversos aspectos de la gestión”. Por ejemplo, no dispone de un inventario de su inmovilizado completo y valorado “ni de un registro contable de los bienes que tiene cedidos o adscritos de diferentes administraciones”. Tan grande era ese descontrol queen el año 2012 se descubrió una cuenta corriente en una entidad bancaria con más de 1o.000 euros y eso porque fue la propia entidad la que envió una carta al organismo. ¿El motivo? Ésta era una cuenta que hasta el 2010 había pertenecido a la Dirección General de Deportes. Cuando ésta desapareció para integrarse en el Consejo Catalán de Deportes, esa cuenta quedó en Caixa Girona, que en aquellos momentos estaba siendo absorbida por La Caixa. Un despiste facilitó que la cuenta no fuese cancelada, lo que se hizo dos años después.
El propio Consejo decidió también, por ejemplo, acudir a una inversión de más de 3,4 millones de euros en una sociedad mixta por obra y gracia de sus directivos, cuando una operación de esta naturaleza ha de hacerse obligatoriamente por ley. En su defensa, el Consejo reconoce la fundamentación de la denuncia de la Sindictaura pero alega que la sociedad creada está disuelta desde el pasado 26 de marzo de 2013 y no da más explicaciones.
El extraño caso del motocross
Hay muchas más irregularidades. Por ejemplo, que el secretario del Tribunal Catalán del Deporte estuvo cobrando unos 18.000 euros anuales por su labor, cuando la ley establece que este cargo no es remunerado. Según el ente, esta situación se regularizó en el año 2012. O que el Consejo concedió una subvención de más de 1,1 millones de euros a la UFEC para los seguros de menores que se dedican a los deportes, pero la aseguradora envió a la Sindicatura datos de que sólo había recibido una parte del dinero, por lo que 454.000 euros habían desaparecido por el camino.
El parlament ovaciona al diputado rafael lópez (ppc), recuperado de un linfomaEl Consejo había concedido también una subvención de 100.000 euros para la “creación y puesta en funcionamiento de un centro de tecnificación de motocross”. En el 2011, “es decir, en fecha posterior al plazo para la ejecución de la actividad subvencionada, el Ayuntamiento beneficiario encargó al Consorcio del Circuito de Motocros de Cataluña, participado entre otros por el Ayuntamiento de Bellpuig y el Consejo, la gestión y la puesta en funcionamiento del Centro de Tecnificación de Motocros y entregó los 100.000 euros. En el expediente no consta el preceptivo consentimiento expreso y previo del Consejo. Es preciso aclarar que en el 2011 el presidente del Consorcio era el secretario general de Deportes y presidente del Consejo”.
Además, en otro párrafo especifica que la subvención se destinó, en realidad, a pagar una indemnización por la rescisión del contrato para la organización del campeonato del mundo de motocross. Ello da pie a la Sindicatura a asegurar que no se había justificado formalmente “ni la realización de la actividad subvencionada ni los gastos en que había incurrido”. Y recomienda que “se habría de iniciar el procedimiento de revocación y, si acaso, el procedimiento sancionador que pueda corresponder por haber destinado la subvención a una finalidad diferente de la establecida e instaurar los procedimientos oportunos para evitar que la subvención se pague con justificantes que no corresponden a su objeto”.
Para Rafa López, hay demasiadas irregularidades como para pasarlas por alto. Por ejemplo, un convenio con el Ayuntamiento de Barcelona se firmó una semana después de que Montilla convocase elecciones. Y Niubó dio a sus amigos de la UFEC uno de los servicios del CAR de Sant Cugat en la cena de Navidad del 2010, es decir, cuando ya tenía prácticamente un pie fuera de la Generalitat, pues CiU había ganado las elecciones de finales de noviembre”. Debía de ser que los Reyes se habían adelantado.