Un error garrafal informático permitió descubrir una irregularidad mayúscula en un concurso público. En un contrato para poner en marcha un buque de investigación, el pliego de condiciones traía el nombre del esperado ganador impreso. Los científicos sobre el terreno denuncian que Castilla y León intenta ocultar “un fraude a la UE” que paga el proyecto
El pliego de condiciones cedido por la Estación Biológica Internacional.
Entre los innumerables papeles del pliego de condiciones para el Concurso Público del buque ecoturístico de investigación, se coló un “copia y pega” embarazoso: desvelaba el ganador antes de tiempo. Un error garrafal de la Junta de Castilla y León que levantó las sospechas de que se trataba de un concurso “cocinado”. El objeto era averiguar y tratar la contaminación que sufre el Lago de Sanabria y las deficiencias de las depuradoras financiadas con fondos europeos. La Estación Biológica Internacional (EBI) denuncia la “plena participación del PP y su administración autonómica en el concurso, amañado y posteriormente anulado, al descubrirse que contenía por error de el nombre del único participante que pudo presentarse, una sociedad anónima balear vinculada al PP”.
Era el año 2007 y las presiones sobre la Junta no cesaban. Tras las constantes denuncias por parte de la comunidad científica, de los alcaldes de varios municipios y del propio Procurador del Común, que alertaron durante años sobre los peligros que acechaban al lago por el fallo de las depuradoras, el Gobierno se vio obligado por la demanda pública a poner en marcha un buque de investigación para así garantizar su mantenimiento. De hecho, la propia Junta ordenó la elaboración de un informe de impacto medioambiental sobre el lago. Sin embargo, el trabajo estuvo oculto en un cajón durante años, a pesar de que certificaba el vertido de toneladas de aguas fecales en este espacio natural único.
Por otro lado, el Gobierno tiene contrato con una empresa adjudicataria, Riotera S.L, desde el año 1987 que se encarga de controlar el lago. Sin embargo, David Salvador, portavoz de la EBI, denuncia que no realiza los análisis de forma correcta puesto que no ha alertado sobre los fallos de las depuradoras y que la compañía recibe de las arcas públicas más de 140.000 euros al año.
Un "concurso imposible"
La Administración decidió organizar un concurso público para establecer la gestión del buque, pero prepararon la licitación de una manera bastante particular. Según explica Salvador, sacaron un “concurso imposible” porque eran “condiciones absurdas que solo había una empresa en España que pudiera cumplir con ellas”. Los científicos decidieron denunciarlo y la Justicia dictaminó la elaboración de pliegos nuevos. La EBI se postuló para emprender la investigación de las aguas, pero de nuevo la Junta puso obstáculos. Con los nuevos pliegos publicados y aprobados decidió eliminar una condición clave que podía otorgar la victoria a la organización. Pero la justicia actuó de nuevo en las condiciones del concurso y la EBI se hizo con la adjudicación. Y es entonces cuando comenzó el “acoso” contra los científicos que investigan la calidad de las aguas de Lago de Sanabria.
Expedientes sancionadores
Tras el concurso llegaron los expedientes sancionadores que, según la EBI, entorpecen el trabajo de investigación de los profesionales del buque. Consideran que han sido víctimas de “la burda manipulación y fabricación de pruebas falsas”. Por eso, la organización ha querido hacer públicas lo que califica como "presiones del Secretario del PP y Delegado Territorial de la Junta, así como los intentos del presidente del PP provincial, “para que el buque hidrográfico deje de cumplir sus obligaciones de investigación” y deje de denunciar “los vertidos contaminantes por la falta de funcionamiento de las depuradoras”. Creen que el objetivo consiste en “ocultar el fraude de la Unión Europea” y el uso “irregular de Fondos Feder”. Se refieren a la instalación de depuradoras en el año 2001 y que fueron financiadas con fondos europeos. En concreto, la Junta de Castilla y León recibió un total de 6 millones de euros para poner en marcha la construcción de un sistema de depuración, que parece que nunca ha funcionado.
El Lago de Sanabria soporta desde hace más de diez años el vertido constante de toneladas de líquidos fecales. El paisaje actual poco tiene que ver con la estampa de hace unos años. El agua ya no es transparente y se ha enturbiado, los peces mueren, el ecosistema es inestable y todo porque las depuradoras no funcionan y la Junta de Castilla y León se resiste a solucionar el problema.
12/12/2014 | 21:37 H.
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