Hoy vamos a tratar el siempre delicado tema de esos extraterrestres nórdicos que aparecen de cuando en cuando en la casuística ufológica internacional.
Viajaremos hasta Inglaterra en plena oleada de contactos extraterrestres en ese histórico año 1954en el que los encuentros insólitos se sucedían continuamente para deleite de investigadores y en ocasiones, mal rato para los testigos…
Fotografía de un objeto similar tomada el 18 de marzo de 1975 en Hamilton, Ontario, Canada
Cogemos la máquina del tiempo y nos vamos hasta Staffordshire al mes de octubre de 1954 y aquí tenemos a una mujer llamada Jessie Roestenberg en su pequeña granja con sus dos hijos jugando fuera. La tranquilidad del campo y aquella tarde apacible se vieron de repente truncadas por un inusual sonido similar al que hace el agua al contacto con el fuego. Aquello inundaba el ambiente y lo primero que hizo Jessie fue preocuparse por sus hijos. ¿Qué era aquello tan raro? ¿Estaban en peligro mis hijos? Pensaba la señora Roestenberg…
Quizá un avión a punto de estrellarse. Podría ser. En ese momento la señora comenzó a andar por el patio y observó a sus dos hijos sentados en el suelo de su jardín, justo en frente de la puerta de la casa.
Los gritos de los niños eran sugerentes: “¡mamá, mira! ¡Un platillo volante!
Con una extraña sensación, Jesse Roestenberg miró para arriba y se encontró con un objeto de descripción extrañísima: una especie de estructura metálica similar a un sombrero mejicano de aspecto plateado sobrevolaba en silencio su casa de forma amenazante.
Tenía una especie de domo en la parte de arriba y lo más curioso es que la testigo pudo observar a dos ocupantes del extraño ovni.
Según su descripción eran bellos, con largos cabellos dorados y un mono ajustado de color azul que destacaba sus rasgos atléticos. Sorprendida, aterrorizada, fascinada… ¿cómo tomarse una visión así? Lo asombroso es que en ese momento se produjo uno de esos intercambios de miradas que aparece de cuando en cuando en el fenómeno y que trae de cabeza a los investigadores. Los seres parecían estar mirándola a ella, una mujer sencilla en medio de ninguna parte, en una granja apartada.
La descripción de estos seres incluye una amplia frente y cabellos dorados
¿Por qué ella? ¿Por qué allí? Siempre esas preguntas. Los seres, según Jessie Roestenberg tenían una cara proporcionada y similar a la de los seres humanos a excepción de la frente, mucho más grande y abultada que las nuestras.
El extraño y hasta ridículo aspecto de los seres nórdicos aparece, lo creamos o no, en multitud de casos alrededor del mundo
Durante el encuentro, la buena mujer se sintió paralizada por el miedo y perdió la noción del tiempo: no supo cuanto tiempo estuvo mirando aquella maravilla y tampoco por qué no se movió de allí cogiendo a sus hijos y al menos, metiéndolos en casa.
Pasado un tiempo de aquella asombrosa interacción, Jessie por fin reaccionó y cogió a sus hijos de la mano para meterlos en casa. En el camino, mejor dicho, en la carrera que se dio con los críos miró para atrás para observar aquel increíble ovni con sus extraños ocupantes, pero… ya no estaba.
Solo un pequeño punto en el cielo a una altura mucho mayor que la que antes tenía, era lo que quedaba del avistamiento de aquel ovni que, por su parte, realizó tres círculos en el cielo antes de perderse en la cúpula celeste.
El 8 de diciembre de 1992 en Pueblo, Mexico, un testigo pudo fotografiar un objeto similar al de este caso
La impresión de aquella mujer y de los niños fue tal que se metieron bajo la mesa de la cocina hasta que el señor Roestenberg llegó de trabajar. La escena fue dantesca pero lo peor fue que cuando salió a la luz el caso, la familia fue ridiculizada. Se lo contaron a los vecinos y éstos a su vez a la prensa.
Aquello les marcó profundamente y fueron reticentes a hablar del tema durante años pero lo cierto es que el incidente permanece en los archivos como inexplicable: el sonido tan extraño (agua sobre fuego), la forma del objeto y sobre todo la presencia de esos seres de aspecto nórdico y gran hueso occipital (similar al caso Conil de 1989) son los protagonistas de este incidente curioso y fascinante que tiene ese momento increíble de intercambio de miradas entre una sencilla ama de casa y unos extraños seres enfundados en un mono de color azul. ¿Viajeros del futuro? ¿Extraterrestres más evolucionados pero con forma humana? ¿Quizá producto de nuestro subconsciente ante algo que se oculta con nuestros miedos o nuestros temores?
El fenómeno ovni y sus extrañas formas y comportamientos nunca dejará de sorprendernos.
Si os ha gustado el artículo os invitamos a ver el vídeo sobre los seres infiltrados de Nueva York que pudieron establecer algún tipo de contacto en el año 2010 en Washington Square. Esperamos que el vídeo sea de su interés.
Fuente: http://www.ufocasebook.com/2011/1954staffordshireuk.html
http://selenitaconsciente.com/?p=226392