Según los últimos rumores, el magnate del petróleo Rex Tillerson, presidente ejecutivo de Exxon Mobil, podría ser el nuevo Secretario de Estado de EEUU. De momento, esta posibilidad solo forma parte del campo de la rumorología política y aunque múltiples medios internacionales se han hecho eco de esta posibilidad, la nominación está aún lejos de estar confirmada.
No obstante, y ante la insistencia con que se habla de Tillerson, propia de una filtración interesada, probablemente realizada por el propio equipo de Trump para sondear a la opinión pública y algunos grupos de poder, quizás sea necesario destacar quién es este alto directivo de la industria petrolífera.
Antes, pero, hagamos un poco de memoria..
Recordemos que Trump nos ha sido vendido por activa y por pasiva, tanto en medios alternativos como en los de masas, como “el enemigo de las élites y el establishment político de Washington”, aderezado todo ello con el irrisorio argumento de que “Trump es un magnate anti-sistema” (¡¡¡magnate y anti-sistema en la misma frase!!!.).
Una vez la población se tragó semejante patraña, Trump procedió amablemente a situar en su administración a dos tipos de Goldman Sachs y al tipo de Rothschild, Wilbur Ross, que en su momento le salvó de la quiebra y al cual debe el mantenimiento de su fortuna. Eso ya lo hemos dicho en anteriores artículos.
Pues bien, ahora, siguiendo con su demoledora “revolución anti-elitista y anti-establishment”, Trump podría estar considerando seriamente (repetimos, no confirmado aún) la posibilidad de dar la Secretaria de Estado al magnate del petróleo Rex Tillerson, presidente de la mayor petrolera del planeta.
REX TILLERSON…OTRO “ANTI-ELITISTA” DE TRUMP
Para ver hasta qué punto Rex Tillerson es un personaje “alejado de las élites que controlan el mundo”, solo les daremos un dato: según la revista ‘Forbes’, Tillerson ocupó el puesto 25 entre las personas más influyentes del mundo en el 2015.
Repetimos: una de las 25 personas más influyentes de todo el planeta.
Rex Tillerson, es el presidente ejecutivo de la gigantesca petrolera estadounidense Exxon Mobil, cuyos poderosos tentáculos se extienden por todo el mundo, convirtiéndola en una de las mayores corporaciones del planeta, de hecho, la octava del mundo en ingresos.
Posiblemente, ahora estarán chillando aterradas: “¡Cuidado! ¡No es uno de los nuestros!¡Es un anti-sistema que nos derrumbará el chiringuito!”
TILLERSON MIEMBRO DE UN PODEROSO THINK TANK
Rex Tillerson es miembro de la Junta de Síndicos del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un think tank con sede en Washington, DC, que lleva a cabo estudios de política y análisis estratégicos de cuestiones políticas, económicas y de seguridad en todo el mundo, centrándose específicamente en cuestiones relativas a las relaciones internacionales, Tecnología, finanzas, energía y geoestrategia.
El CSIS es considerado uno de los Think Tanks más influyentes en Washington y en todo el planeta y según la Universidad de Pensylvania, en 2013 fue considerado como el Think Tank número uno del mundo de entro los Think Tanks dedicados a la Defensa y la Seguridad Nacional.
Zbigniew Brzezinski
A modo de anécdota, cabe destacar que entre los miembros de la Junta de Sindicos del CSIS, de la que forma parte Tillerson, encontramos a personajes “maravillosos” de las élites más elevadas, como Henry Kissinger, Zbigniew Brzezinski o William Cohen (miembro del Consejo de Relaciones Exteriores, CFR), entre otros.
Es decir, nada que ver ni con las élites que mueven los hilos, ni con el establishment de Washington, ¿no?
TILLERSON Y EL NEGOCIO PETROLERO EN RUSIA
Citando a RT y según señala el diario ‘The Wall Street Journal’, Tillerson conoce al líder de Rusia, Vladímir Putin, desde su representación de los intereses de la Exxon en Rusia durante la presidencia de Borís Yeltsin.
“Ha tenido más ocasiones en las que ha interactuado con Vladímir Putin que probablemente cualquier otro estadounidense, con la excepción de [exsecretario de Estado] Henry Kissinger”, ha declarado John Hamre, exvicesecretario de Defensa durante la administración de Bill Clinton y actual jefe del Centro de estudios estratégicos e internacionales.
Al respecto, nos ha llamado la atención la nueva defensa pública a Trump por parte del elitista, globalista y reconocido criminal de guerra Henry Kissinger, tal y como vemos en RT…
KISSINGER VUELVE A DEFENDER PÚBLICAMENTE A TRUMP
Hablando en el Foro del Premio Nobel de la Paz en Oslo, Noruega, sobre el tema “Paz Mundial después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos”, el ex diplomático de 93 años y Premio Nobel de 1973, Henry Kissinger, trató de disipar cualquier temor ante la presidencia de Trump, al que describió como singular en la historia americana y para cuya administración, pidió una oportunidad para presentar su visión del orden internacional.
“Antes de postular una crisis inevitable, se debe dar una oportunidad a la nueva administración de presentar su visión del orden internacional”, dijo Kissinger.
Kissinger, subrayó que después de las elecciones, el debate sobre el papel de Estados Unidos en el mundo debería centrarse en el potencial y las políticas de Trump, en lugar de la retórica que usó el republicano durante su campaña.
“Sin duda, el presidente electo es una personalidad que no tiene precedentes en la historia americana moderna”, añadió Kissinger desde el podio de Oslo.
“El debate internacional debe ser sobre la evolución de la política americana, no sobre la retórica de la campaña. Pero la búsqueda predominante de la paz y la estabilidad ha dominado cada administración presidencial estadounidense que he estudiado y conocido”, dijo Kissinger
En su discurso, Kissinger señaló cuatro tendencias que pueden conducir a mayores conflictos y mayores desafíos durante la presidencia de Trump.
Esta no es la primera vez que Kissinger defiende el próximo 45º presidente, después de que los dos se reunieron por lo menos dos veces este año, una vez durante la carrera presidencial en mayo y la segunda en noviembre después de la victoria de Trump.
En una entrevista con CNN en noviembre, Kissinger instó a los estadounidenses a dar una oportunidad a Donald Trump, llamándolo la figura presidencial “más singular” que ha visto en su vida.
Henry Kissinger, una de las “caras del mal” de las “élites globalistas”, defendiendo públicamente a Trump…el que quiera leer entre líneas, se dará cuenta de con sus declaraciones públicas, Kissinger lo“está invistiendo del poder de las élites”, ante cualquier posible arrebato por parte de la familia de esbirros ahora desplazados a un lado.
Es una forma de decirle a los opositores de Trump que aún intentan echarlo: “ya basta de ataques. Asumidlo: ahora hemos decidido poner a Trump y vosotros debéis aceptarlo y callar”
Y recordemos otra vez, que Kissinger también aconseja directamente y a Putin, del que es amigo desde hace años.
Algo que debería dar que pensar a más de uno acerca de quiénes son las auténticas élites y cuál es su papel…
Pero sigamos con la relación entre Tillerson y Putin, según RT:
“En el 2011 Tillerson realizó una transacción que abrió a la Exxon el acceso a los recursos en el Ártico ruso y ayudó a la petrolera rusa Rosneft a invertir en las concesiones de la petrolera norteamericana por todo el mundo. En el 2013 Tillerson fue galardonado con la Orden de la Amistad, una importante distinción rusa.
Exxon Mobil continuó su cooperación con Rosneft después de la introducción de las sanciones contra Rusia en el 2014, aunque no ha podido avanzar al ritmo adecuado, debido a las tensiones entre Rusia y EEUU”.
Ahora, este inmenso negocio PARTICULAR, verá un gran impulso a medida que se descongelen las relaciones entre EEUU y Rusia…otra de las razones de peso por las cuales se ha producido el ascenso de Trump, al amparo de las empresas petroleras: las inmensas posibilidades de negocio, de carácter estratégico, de la explotación de la zona rusa del ártico.
Según la ley, Tillerson deberá vender sus 150 millones de dólares en acciones de Exxon para ocupar el cargo, aunque gracias a las leyes norteamericanas, no deberá pagar impuestos por ello.
Es evidente que Tillerson accederá al cargo para defender directamente los intereses del gigante petrolífero y será recompensado por ello a posteriori, cuando deje de ocupar el puesto. NEGOCIO, PURO Y DURO.
EL ENFRENTAMIENTO ENTRE EXXON Y LOS ROCKEFELLER
Uno de los aspectos más curiosos de esta posible nominación, lo encontramos en el creciente enfrentamiento entre ExxonMobil y la familia Rockefeller, tal y como expone un reciente artículo de BBC.
La gigantesca corporación petrolera conocida hoy en día como ExxonMobil es descendiente de Standard Oil, la legendaria empresa fundada por John David Rockefeller en 1870, cuando ese apellido se convirtió en sinónimo de poder y riqueza.
En 1999, Exxon y Mobil se fusionaron creando un gigante cuyo valor en 2015 fue calculado en 315.000 millones de dólares.
Pero ahora la empresa se enfrenta de manera pública con la familia Rockefeller.
Según reporta el diario estadounidense The New York Times, ExxonMobil acusa a la familia Rockefeller de ser parte de una supuesta conspiración para menoscabar a la empresa.
En el origen de la disputa, está la no menos sorprendente decisión de los Rockefeller de abandonar sus inversiones en petróleo, motivados, según dicen, por el creciente problema del cambio climático.
En 2014, varios de los herederos de la familia, agrupados en el Fondo de los Hermanos Rockefeller, anunciaron que venderían sus inversiones en combustibles fósiles para reinvertirlas en energía limpia.
La Fundación Rockefeller dijo que eliminaría su participación en Exxon, diciendo que la empresa había engañado al público acerca del cambio climático.
David Kaiser, un integrante del clan Rockefeller, publicó en la edición de diciembre de 2016 de The New York Review of Books, una revista literaria estadounidense, un ensayo en donde criticaba la financiación en el pasado por ExxonMobil de estudios que cuestionaban la gravedad del cambio climático.
Mientras que, según el medio estadounidense, ExxonMobil acusa a entidades de la familia Rockefeller de promover y en ocasiones financiar investigaciones contra las actividades de la empresa.
Ambos lados niegan las acusaciones.
Lo que se intuye en este enfrentamiento, parece ser un reflejo de los enfrentamientos que estamos presenciando entre los diferentes grupos de poder en las élites.
No se trata de un enfrentamiento entre “buenos y malos”, como múltiples medios de todo el mundo tratan de venderle falsamente al público en las redes, sino de un simple enfrentamiento entre grupos de poder para dirigir los últimos pasos de la globalización y la instauración del Nuevo Orden Mundial en pos de sus respetivos intereses.
Así, esta amalgama de grupos, se enfrentan entre sí defendiendo diversos modelos de actuación: multipolares contra unipolares, defensores de una rápida integración económica, política y social contra los defensores de los viejos esquemas económicos, sociales y políticos, que quieren ordeñar hasta la última gota de esos modelos que durante tanto tiempo les han favorecido y les han mantenido en la cúspide del poder.
Esto es lo que simboliza la batalla entre Exxon y los Rockefeller: una batalla entre los que quieren realizar transformaciones rápidas para crear el Nuevo Orden, y los que quieren llegar al Nuevo Orden manteniendo en pie las estructuras que les han beneficiado durante tanto tiempo.
Tomar partido por unos u otros, es tan absurdo como ver pelearse a dos verdugos y tomar partido por uno de ellos, aduciendo “yo quiero que me ejecuten en la horca, como siempre se ha hecho y no por inyección letal: estos nuevos verdugos quieren destruir nuestras tradiciones y todo lo bueno que hay en el mundo”
Este es el nivel de debate en el que quieren meternos…
TILLERSON Y LOS DERECHOS DE LOS GAYS EN LOS BOY SCOUTS
Uno de los aspectos más curiosos de este cristiano ultraconservador, es su relación con los Boy Scouts y con una de sus reformas más polémicas de los últimos años: la aceptación en la organización juvenil de miembros abiertamente homosexuales.
Tillerson, fue presidente de la organización de 2010 a 2012 y durante su mandato, convenció a los Boy Scouts para aceptar la inclusión de los jóvenes abiertamente homosexuales en sus filas, aunque no fue hasta julio de 2015 que se levantó la prohibición de incoporación de líderes homosexuales a sus filas.
Sin duda, su aportación a los derechos de los gays, no debería ser bien vista por parte de aquellas personas que crean que existe una “conspiración gay”.
Recordemos además que los Boy Scouts ya se han visto plagados por multitud de acusaciones de pederastia por parte de los líderes Scouts durante años, así como de un persistente encubrimiento de multitud de estos casos de abuso.
Añadamos a ello las informaciones vertidas por los medios más ultra-conservadores, que vinculan directamente la homosexualidad con la pederastia, para ver que la posición de Tillerson al respecto, cuando comandó los Boy Scouts, abogando por la inclusión de los gays en el movimiento Scout, puede resultar contradictoria para muchos defensores de Donald Trump.
Sea como sea, lo cierto es que Trump está considerando situar a un multimillonario más en su administración, un alto empresario de una de las empresas más poderosas del planeta.
Al respecto, queremos recordar un pasaje de nuestro anterior artículo,QUÉ SE ESCONDE TRAS LOS ESCÁNDALOS DE EVASIÓN FISCAL, donde advertíamos que la presidencia de Trump, entre muchos otros factores, tendrá la función de implantar en el imaginario público la idea de que los Estados sean gestionados como empresas y dirigidos por grandes empresarios o gestores, paso previo a la implantación del sistema del Nuevo Orden Mundial, en el que seremos gobernados directamente por las multinacionales.
Como decíamos Donald Trump, ha sido puesto como líder del país más poderoso de la tierra, bajo el lema de que “él hará ‘America Great Again’”, porque “la gestionará como una empresa”.
Pues bien, al respecto, cabe destacar este párrafo de un artículo de RT:
El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, respondió a las críticas recibidas en los últimos días por la elección de su gabinete, conformado por varios empresarios multimillonarios, durante una intervención pública este jueves en la ciudad de Des Moines (Iowa, EE.UU.), informa ‘Fortune’.
El republicano, que asegura que su equipo de trabajo será“uno de los más grandiosos de toda la historia de la nación”, señaló que desea en su Gobierno a “gente que haya hecho una fortuna” porque ellos serán los encargados de negociar a favor de los intereses de todos los ciudadanos. “Ellos negociaran para ustedes”, resaltó subrayando que contará con algunas de las personas “más exitosas del mundo”.
Como pueden intuir, tras las afirmaciones de Trump, hay la intención casi mesiánica, de identificar a estos “multimillonarios de éxito” con una especie de “salvadores del pueblo”.
Es una curiosa pirueta argumental ver como personas que se han pasado la vida dedicándose a enriquecerse, ahora nos serán vendidas como “defensores del bien común” y de las clases medias y populares.
Pero lo más destacable de todo ello, es el efecto psico-social del ascenso de Trump, en forma de implantación de conceptos nuevos en el imaginario popular…
EL GOBIERNO DIRECTO
Si una cosa simboliza este gobierno de Trump, es que los ricos y multimillonarios dan un paso adelante y dejan de estar manejando los hilos desde las sombras, para pasar a gobernar directamente los estados, dando la cara de forma explícita.
Es como si apartaran a un lado a los títeres políticos que hasta ahora les obedecían, para clamar explícitamente “sal de aquí, inútil, ya lo hago yo”.
Es un proceso que evidentemente viene produciéndose desde hace años en muchos países, pero que en el caso de Trump, adquiere una especial significancia, debido a que el mensaje que se da es explícito e inequívoco y tiene un carácter altamente simbólico, no solo por el país donde se produce, sino por las circunstancias que lo rodean.
Los más ricos, ya no lo gobernarán todo entre bambalinas: ahora nos gobernarán directamente, a ego descubierto y encima actuarán como nuestros salvadores, pues nosotros somos una masa de “perdedores”que no sabemos cómo hacer las cosas, en contraste con ellos, que han alcanzado el éxito gracias a su superioridad.
Es la sublimación absoluta del elitismo.
DE ESTADOS A EMPRESAS. DE REPRESENTANTES A JEFES
Otra de las ideas que conlleva la victoria de Trump, es que los Estados deben ser gobernados como empresas y por lo tanto, deberán preponderar la eficiencia y los resultados, como en cualquier corporación, por encima de cualquier otra consideración “poco práctica”, como el “bienestar”, la“justicia” o los “derechos”.
Como consecuencia de este cambio de mentalidad, inoculada sutilmente en la mente de las masas, si el Estado se acaba identificando con una empresa, los magnates ahora convertidos en gobernantes o gestores, pasarán a identificarse como “nuestros jefes” y, por lo tanto, nosotros, los ciudadanos, como “sus empleados”.
Y todo ello, combinado con la destrucción de la “vieja política”, hábilmente identificada con modelos de corrupción e ineficiencia. Recordemos que en la vieja política, los “representantes electos”, teóricamente debían actuar como “empleados al servicio del pueblo”, aunque las masas, en su proverbial estupidez, olvidaran dicho concepto y permitieran que los que debían ser sus empleados, se convirtieran en grupos mafiosos de mangantes con privilegios superiores al resto de la población a la que debían servir.
La llegada de Trump, sin embargo, amenaza con romper esos esquemas mentales e implantar las bases de unos nuevos: ahora, los dirigentes ya no serán “políticos elegidos por el pueblo”, para servir, aunque sea solo en teoría; ahora, los dirigentes serán directamente hombres ricos y poderosos, de éxito, que representan el “único bien posible para las masas”, porque son una especie de casta superior que sabe cómo hacer las cosas; unos seres superiores que no actúan como “elegidos por el pueblo”, sino como nuestros jefes, paso previo a actuar directamente como nuestros amos en un futuro no muy lejano.
Este es el mensaje inconsciente que implanta el triunfo de alguien como Trump en el imaginario popular y del que mucha gente no quiere darse cuenta.
Y encima de sentar las bases para la adoración de unas élites conformadas por “seres superiores de éxito”, encima de todo ello, nos lo venden como un “rebelde, un revolucionario y un anti-elitista”.
Estamos pues, ante una obra maestra de la manipulación social.
Así pues, disfrutemos de la elección de Tillerson como Secretario de Estado de EEUU si es que al final lo acaban nominando: ya tendremos otro “nuevo amo” al que lamerle los pies.
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