Los periódicos turcos están culpando abiertamente a la CIA y a la“Alianza Occidental” en las primeras páginas de sus periódicos por el asesinato del embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov.
Esto se produce mientras el presidente turco Erdogan (que por cierto, persigue y encarcela a la prensa contraria a sus designios) dijo: “Creo que esto es un ataque contra Turquía, el Estado turco y el pueblo turco, y también una clara provocación…en términos de relaciones turco-rusas. Estoy seguro de que nuestros amigos rusos también ven este hecho. Tanto Turquía como Rusia tienen la voluntad de no ser engañados por esta provocación”.
El presidente ruso Vladimir Putin respondió de manera similar, diciendo:“Este asesinato es claramente una provocación dirigida a socavar la mejora y normalización de las relaciones ruso-turcas…”
Frantz Klintsevich, vicepresidente de la cámara alta del comité de defensa y seguridad del Parlamento ruso, dijo a los periodistas: “Es muy probable que representantes de los servicios secretos de la OTAN estén detrás de este asesinato”.
Bien, siguiendo la lógica inherente a la narrativa de los hechos, todo apuntaría a que efectivamente, fuerzas pro-occidentales (sean la CIA, el Mossad, o estados del golfo Pérsico) estarían detrás del asesinato.
Recordemos también, que inmediatamente después del atentado, el gobierno turco estaba ya vinculando al asesino Mevlüt Mert Altintas con el movimiento FETO, la organización del predicador islámico Fethullah Gulen a la que las autoridades turcas responsabilizan de la intentona golpista.
Al respecto, han trascendido nuevas informaciones, que encontramos en Sputnik…
Los investigadores turcos destaparon vínculos entre Mevlut Mert Altintas, el asesino del embajador ruso en Ankara, y varios oficiales de policía suspendidos del cargo tras el fallido golpe de Estado de julio pasado, reporta la agencia Anadolu.
Según una fuente policial citada por la agencia turca, los especialistas de la Fiscalía de Ankara y del Departamento de Policía analizaron datos del móvil de Altintas y establecieron que este estaba en contacto con ocho usuarios de ByLock, una aplicación para enviar mensajes encriptados.
Ese programa es utilizado por miembros de la denominada FETO, la organización del predicador islámico Fethullah Gulen a la que las autoridades turcas responsabilizan de la intentona golpista.
Anadolu precisa entre los usuarios de la aplicación con los que mantenía contacto Altintas estaban cinco policiales, un comisario y su asistente y una persona más.
Y por lo visto, la implicación del movimiento de Gülen en el asesinato, podria empezar a desembocar en fuertes presiones por parte de Turquía y Rusia, para extraditar al clérigo opositor apoyado por la CIA y desmantelar toda su red.
Así es como nos lo cuentan en Hispan TV…
Rusia podría exigir a EE.UU. la extradición del líder disidente turco, Fethulá Gülen, en relación con el asesinato de su embajador en Turquía.
Mientras siguen avanzando las pesquisas sobre el asesinato del embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, ocurrido el pasado lunes, una fuente de alto rango en la Presidencia turca declaró el jueves al diario local Daily Sabah que Rusia barajará la petición de extradición de Gülen una vez finalizadas las investigaciones.
“Los rusos están convencidos de que FETÖ (organización terrorista Fethulá Gülen; el nombre con el que Ankara designa a la cofradía gülenista) está detrás del asesinato del embajador ruso. La parte rusa también podrá iniciar el proceso de extradición de Gülen de Estados Unidos”, afirmó la fuente.
Según la fuente, que prefirió el anonimato, esto significa una “guerra global contra FETÖ” y que Washington ya no podrá seguir haciendo caso omiso a la petición tanto de Turquía como de Rusia.
Bien, siguiendo la lógica inherente a la narrativa de los hechos, todo apuntaría a que efectivamente, fuerzas pro-occidentales (sean la CIA, el Mossad, o estados del golfo Pérsico) estarían detrás del asesinato.
De hecho, se intuye entre gran parte de la opinión pública, que esta creencia es bastante mayoritaria, al menos entre aquellos que sienten cierta proximidad con el bando ruso y siguen habitualmente sus medios. Y evidentemente, eso es lo que se opina en las corrientes mayoritarias de los medios alternativos de Internet.
Por lo tanto, lo fácil es subirse a este carro y seguir la corriente sin rechistar.
Pero debemos tener un espíritu crítico y hacernos preguntas alrededor de este atentado, tal y como ya hicimos en los anteriores atentados en Paris, en Bélgica y en otros países de Europa.
Para empezar, fijémonos en el tempo de la narrativa.
Como ven, todas las piezas encajan perfectamente: asesinan al embajador ruso, dos horas después el gobierno turco acusa a Gülen del asesinato, Rusia se suma a las acusaciones y en pocas horas se empieza a insinuar que se pedirá la extradición del clérigo.
Recordemos que Gülen es un protegido de la CIA, cuya extradición significaría una humillación para los EEUU y un duro golpe a su credibilidad, puesto que EEUU no solo aceptaría haber dado apoyo a un presunto golpista y asesino, sino que además demostraría que no es capaz de ofrecer protección ni cobertura a sus aliados y colaboradores. Y eso significaría que cada vez menos gente estaría dispuesta a “trabajar con EEUU y la CIA”, pues a la mínima presión rusa o de un país con cierto peso, traicionarían a sus colaboradores y los abandonarían a su suerte. Esto minaría la capacidad de influencia y reclutamiento de la CIA en el extranjero.
Por lo tanto, EEUU debería negarse, en la medida de lo posible, a extraditar a Gülen, para no verse humillado y para no perjudicar sus capacidades para influir en la política internacional.
¿Y entonces cuál será la respuesta ruso-turca, si EEUU se niega a entregar a su protegido?
Pues ya lo pueden intuir: que Turquía empezará a realizar movimientos para alejarse de la OTAN, amparada por una Rusia “profundamente dolida” por el asesinato de su embajador y dispuesta a ofrecer plena cobertura al gobierno de Erdogan, ante las “malvadas injerencias criminales de EEUU que nada respetan”.
A todo ello, las principales maniobras se producen cuando Obama aún es presidente de EEUU, de manera que Trump podrá culpar a la anterior administración de todo el desastre y quedar libre de toda responsabilidad.
¿Ven la posible jugada?
Evidentemente, lo que estamos diciendo, se puede enfocar desde 2 puntos de vista diferentes:
PRIMERO: O bien el atentado lo ha perpetrado occidente (a través de FETO o de quien sea), o bien SEGUNDO: se trata de una operación de falsa bandera turco-rusa, con el propósito de justificar la maniobra geo-estratégica antes mencionada.
En estos momentos, ambas posibilidades son plausibles.
Sin embargo, reiteramos nuestras dudas sobre algunos aspectos del asesinato del embajador Kárlov.
Seguimos pensando que es extraño que no detectaran las vinculaciones del asesino Mevlüt Mert Altintas con el movimiento FETO durante meses y que, tan solo dos horas después del asesinato, ya saliera el alcalde de Ankara estableciendo los vínculos. Parece la versión turco-rusa de“encontrar el pasaporte de los terroristas en los lugares donde realizan los atentados”, como por ejemplo, ha vuelto a suceder en el ataque con camión en el mercado navideño de Berlin.
Teniendo en cuenta las purgas generalizadas realizadas por Erdogan en el país tras la intentona golpista, resulta llamativo que no detectaran a este policía, que encima se comunicaba con otros miembros de FETO.
Pero lo que sigue sin explicación es que el embajador Kárlov estuviera desprotegido.
Es cierto que Putin ha salido a la palestra y ha justificado que Rusia no protegiera a su embajador:
“La seguridad a los diplomáticos se proporciona solo en el territorio de la Embajada”, ha señalado el presidente ruso, Vladímir Putin, explicando la ausencia de escoltas armados cerca del embajador ruso en Turquía, Andréi Kárlov, el día del asesinato.
Pero no nos engañemos: eso no explica, bajo ningún concepto, porqué Turquía no protegía a un personaje tan importante como el embajador ruso, tras dos días de manifestaciones ante la embajada rusa clamando venganza contra Rusia por Alepo y tras más de 400 atentados en un año y medio. Y todo ello, sabiendo que las fuerzas de Gülen podían buscar un ataque por el estilo y que los EEUU y otros países, harían lo que fueran por romper la aún frágil alianza ruso-turca.
Digan lo que digan, se mire como se mire, es MUY SOSPECHOSO que ni turcos ni rusos protegieran debidamente al embajador Kárlov. Turquía no es Nueva Zelanda, donde reina la paz y la tranquilidad, sino un estado en guerra, azotado por el terrorismo y por lo tanto, es absolutamente ilógico que Kárlov acudiera a un acto público con protección nula.
Y este es el punto que nos hace sospechar de toda la narrativa que se está desplegando ante nosotros.
Sin embargo, solo tenemos eso: sospechas.
No sabemos lo que está sucediendo en realidad, ni sabemos quién está detrás de este asesinato.
En estos momentos, es tan racional apoyar la idea de que EEUU o sus aliados están tras el asesinato para debilitar la alianza turco-rusa, como sospechar de los detalles que rodean el atentado.
Quizás la mejor opción es esperar acontecimientos…
Fuente:
https://elrobotpescador.com/2016/12/23/diarios-turcos-acusan-a-la-cia-del-asesinato-del-embajador-y-rusia-pediria-extraditar-a-gulen/