Pero no es así.
Los Wearables tendrán su momento de gloria, pero son simplemente una tecnología de transición.
La tecnología del futuro dejará de ser algo externo, para incorporarse a nuestros propios cuerpos.
Esa es la próxima gran frontera.
Te presentamos nueve ejemplos de tecnología implantable en rápido desarrollo que acabarán por formar parte de tu vida (y de tu cuerpo) en un futuro próximo.
1. Smartphones implantables
Virtualmente nos pasamos conectados a nuestros teléfonos móviles las 24 horas del día, pero ¿qué pasaría si estuviéramos conectados a nuestros teléfonos físicamente de forma continua?
Bien, eso ya está empezando a suceder.
El año pasado, por ejemplo, el artista Anthony Antonelli empezó a llevar un chip RFID incrustado en el brazo que podía almacenar y transferir arte a su móvil.
Anthony Antonelli
Los investigadores están experimentando con sensores integrados que convierten los huesos humanos en altavoces biológicos.
Otros científicos están trabajando en implantes oculares que permiten que el ojo capture una imagen con un simple parpadeo y se pueda transmitir a cualquier dispositivo de almacenamiento local (como por ejemplo, un chip RFID incorporado en el brazo)
¿Pero qué sustituiría a la pantalla si llevas el teléfono está dentro de ti? Bien, los ingenieros de Autodesk están experimentando con un sistema que podría mostrar imágenes a través de piel artificial.
O incluso se está estudiando al posibilidad de que las imágenes que hasta ahora vemos en las pantallas, aparezcan en unos implantes oculares.
Las posibilidades parecen ilimitadas…
2. Chips Curativos
Actualmente, ya hay pacientes que utilizan implantes cibernéticos vinculados directamente con aplicaciones para smartphones, para controlar y tratar sus enfermedades.
En la Universidad de Boston se está probando un nuevo páncreas biónico que dispone de un pequeño sensor situado en una aguja implantable, comunicado directamente con una aplicación de smartphone y que es utilizado para controlar los niveles de azúcar en sangre de los diabéticos.
Científicos en Londres están desarrollando circuitos del tamaño de una cápsula, diseñados para ser ingeridos por via oral. Estas capsulas ingeribles tienen la capacidad de monitorear los niveles de grasa en pacientes obesos y además generan material genético que les hace sentirse saciados.
Actualmente, los sistemas de implantes comunicados con smartphones están siendo estudiados para ser aplicados en docenas de problemas médicos, desde soplos cardíacos hasta problemas de ansiedad.
3. Píldoras cibernéticas que hablan con su médico
Pero los implantes no sólo se comunicaran con un smartphone, sino que también tendrán comunicación directa con el médico.
Un equipo de investigación británico está desarrollando un proyecto llamado Proteus, consistente en unas ciber-pastillas con microprocesadores incorporados capaces de enviar mensajes a los médicos directamente desde el interior del cuerpo.
La función de estas píldoras sería cosechar y compartir información directamente del interior del organismo para ayudar a los médicos a saber si el paciente toma sus medicamentos correctamente y si estos producen el efecto deseado.
4- El Anticonceptivo implantable de Bill Gates
La Fundación Gates está apoyando un proyecto del MIT (Instituto Tecnológico de Massachussetts), consistente en la creación de un anticonceptivo femenino computerizado implantable activable por control remoto externo.
El diminuto chip genera pequeñas cantidades de hormona anticonceptiva desde el interior del cuerpo de la mujer durante un máximo de 16 años.
El implante no resulta más invasivo que un tatuaje.
“La capacidad de encender o apagar el dispositivo ofrece una gran comodidad para aquellos que planean crear una familia”, afirma el Dr. Robert Farra del MIT.
5. Tatuajes inteligentes
Si llevar tatuajes se ha puesto tanto de moda, ¿por qué no crear tatuajes inteligentes digitales capaces de realizar tareas útiles, como desbloquear el coche o otorgar la capacidad de introducir códigos de telefonía móvil con un mero movimiento del dedo o la mano?
Investigadores de la Universidad de Illinois han creado una malla de piel implantable formada de fibras computadorizadas más delgadas que el grosor de un cabello humano y que son capaces de monitorear el funcionamiento interno del cuerpo desde la superficie de la piel.
Una compañía llamada Dangerous Things ha creado un chip que se puede incrustar en un dedo a través de un proceso similar al de un tatuaje y que le permite desbloquear cosas o introducir códigos simplemente señalándolas con el dedo.
Por su parte, un grupo de investigación en Texas ha desarrollado micropartículas que se pueden ser inyectadas debajo de la piel, como la tinta del tatuaje y que permiten realizar un seguimiento de los procesos corporales.
6. Interfaz cerebro-ordenador
Tener el cerebro humano vinculado directamente con las computadoras es uno de los sueños (o pesadillas) más repetidos en las novelas de ciencia-ficción.
Pero ahora, un equipo de la Universidad de Brown llamado BrainGate, se encuentra a la vanguardia de las investigaciones que pretenden vincular el cerebro humano directamente con las computadoras, para conseguir una gran cantidad de funciones y usos.
Tal y como dice el propio sitio web de BrainGate, “utilizando una matriz de electrodos implantados en el cerebro del tamaño de una aspirina infantil, las primeras investigaciones del equipo de BrainGate han demostrado que las señales neuronales pueden ser ‘decodificadas’ por un ordenador en tiempo real y pueden ser usadas para operar dispositivos externos”
De hecho, el fabricante de chips Intel predice que las primeras interfaces prácticas cerebro-computadora empezarán a estar disponibles hacia el año 2020.
El científico de Intel, Dean Pomerleau dijo en un artículo reciente: “Con el tiempo, las personas estarán cada vez más dispuestas a ser ponerse implantes en el cerebro. Imaginen que son capaces de navegar por la Web con el poder de sus pensamientos”
7. Bio-baterías fundibles
Uno de los mayores retos que enfrenta la tecnología implantable es la forma de obtener energía que alimente los dispositivos implantados en el interior de un cuerpo humano.
Evidentemente, una vez implantados, resultará difícil e incómodo acceder a ellos y extraerlos para reemplazar la batería.
Sin embargo, un equipo del Laboratorio Draper en Cambridge, Massachusetts, está trabajando en la creación de baterías biodegradables.
Estas baterías generan energía dentro del cuerpo, la transfieren de forma inalámbrica cuando es necesario y luego, simplemente desaparecen.
Otro proyecto que está en vías de estudio, consiste en utilizar la propia glucosa del cuerpo para generar energía para los implantes.
8. Polvo inteligente
Tal vez la más sorprendente de las innovaciones implantables actuales es el polvo inteligente, formado por multitud de minúsculos ordenadores completos con antenas, cada uno de ellos mucho más pequeño que un grano de arena. Dichos microgranos pueden organizarse en el interior del cuerpo formando las redes necesarias para alimentar toda una serie de complejos procesos internos.
Imagínese enjambres de estos nano-dispositivos, llamados motas, atacando un cáncer temprano o aliviando el dolor a una herida o incluso almacenando información personal crítica de forma cifrada y difícil de piratear.
Con el polvo inteligente, los médicos serán capaces de actuar dentro de un cuerpo sin tener que abrirlo con un bisturí y la información podrá ser almacenada dentro de cada persona, de forma profundamente encriptada, hasta que el paciente decida desbloquearla.
9. Dispositivos de identificación personal
Los chips de identificación personal podrían utilizarse como medio de identificación de cada ciudadano.
El ejército de Estados Unidos ya dispone de programas en marcha cuya finalidad es dotar a los soldados con chips RFID (con identificación por radio-frecuencia) implantados, con los que mantener un registro automático de las tropas repartidas por todo el mundo.
Muchos críticos sociales creen que la expansión de este tipo de identificación es inevitable, a pesar de que plantean cuestiones relativas a la violación de la privacidad.
Algunos lo ven como algo positivo: mejora en la lucha contra el crimen, garantía de elecciones seguras universales, una revolución positiva en el mundo de la información médica y la respuesta a las enfermedades y acabar para siempre con las desapariciones de niños y personas mayores.
Sin embargo otros ven en estos dispositivos la sombra de la sociedad orwelliana perfecta: la llegada del Gran Hermano que, sabiendolo todo y viéndolo todo, nos controlará a todos.
Incluso algunos lo ven como el primer gran paso hacia la Singularidad, ese momento en que la humanidad se integrará con las máquinas para crear un nuevo modelo de inteligencia sobrehumana.