Miles de objetos como Oumuamua, primer asteroide interestelar, pueden estar atrapados en el Sistema Solar, de los que cientos pueden identificarse con sus órbitas, y cuatro ya habrían sido observados.
Un estudio que describe estos hallazgos apareció recientemente en arXiv y está siendo revisado para su publicación por Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Ha sido dirigido por Amir Siraj, un estudiante de pregrado del Departamento de Astronomía de Harvard, y el profesor de esta universidad Abraham Loeb, que recientemente sugirió en otra investigación que Oumuamua podía ser una nave alienígena.
Siraj y Loeb decidieron explorar las propiedades orbitales de posibles objetos interestelares capturados en el Sistema Solar para ver cuántos objetos similares a Oumuamua podrían encontrarse.
Siraj y Loeb decidieron explorar las propiedades orbitales de posibles objetos interestelares capturados en el Sistema Solar para ver cuántos objetos similares a Oumuamua podrían encontrarse.
Con ese fin, realizaron simulaciones dinámicas del sistema Júpiter-Sol y condiciones iniciales aleatorias para determinar las órbitas que tendrían tales objetos.
Luego compararon los resultados de estas simulaciones con los datos obtenidos por el telescopio Pan STARRS, con el que se descubrió Oumuamua.
Esto produce aproximadamente uno de esos objetos (de un tamaño de cien metros) por el volumen definido por el movimiento de la Tierra alrededor del Sol.
En total, cada sistema planetario necesita expulsar alrededor de 10.000 billones de objetos durante su vida útil. De ellos, una pequeña fracción queda atrapada por el Sistema Solar, ya que los objetos pasan cerca de Júpiter y pierden energía a través de su interacción gravitatoria con él.
El sistema Sol-Jupiter actúa como una red de pesca que alberga unos pocos miles de objetos capturados en cualquier momento. Los objetos finalmente son expulsados del sistema, pero otros nuevos se capturan, y por lo tanto hay una población estable.
En resumen, encontraron que miles de objetos similares a Oumuamua pueden existir hoy en nuestro Sistema Solar, y que cientos podrían identificarse según sus órbitas.
También calcularon que el telescopio LSST, que actualmente está en construcción y se espera que esté en pleno funcionamiento en enero de 2022, podrá descubrir decenas de estos objetos atrapados.
Cuatro candidatos Siraj y Loeb también identificaron cuatro candidatos específicos para objetos atrapados en su estudio que podrían haber sido descubiertos por sondeos anteriores.
Estos objetos están designados como 2011 SP25, 2017 RR2, 2017 SV13 y 2018 TL6, localizados desde 8,26 a 23,65 UA respecto al Sol y lo orbitan con un período de 23,76 a 115 años. «Ya que estos objetos están atrapados, podemos volar por ellos, tomar una fotografía o aterrizar en su superficie», declaró Loeb a Universe Today.
«Esto nos permitirá conocer su estructura, composición y orígenes. También nos permitirá inferir mejor las condiciones en sus viveros fuera del Sistema Solar.
Y, por último, puede permitirnos identificar objetos de origen artificial, como encontrar botellas de plástico en una playa de otra manera prístina».
Los investigadores creen que Oumuamua podría ser una vela solar flotando en el espacio interestelar, como escombro de una tecnología alienígena avanzada. Las implicaciones de estos estudios serían inmensas.
Suponiendo que tales objetos ocurren naturalmente, su estudio revelará cosas sobre las condiciones de otros sistemas planetarios, lo que podría evitarnos la necesidad de enviar sondas interestelares para investigarlas directamente.
Pero como señaló Loeb, si en realidad son objetos artificiales, como restos de sondas alienígenas (como sugirieron con Oumuamua), las implicaciones serían mucho mayores: «Esto será revolucionario, ya que demostrará que no estamos solos y arrojaremos luz sobre tecnologías avanzadas más allá de las nuestras.
Tiene el potencial de ser el resultado más importante en ciencia y tecnología durante los próximos siglos».
Edición: EP.