A principios de mayo se recaudaron un total de 8.000 millones de dólares (7.340 millones de euros) para el desarrollo de la vacuna, diagnóstico y tratamiento del coronavirus.
Impulsada por la Unión Europea, esta campaña de donaciones no ha pasado por alto ante personalidades influyentes como Madonna, quien donó ocho billones y especificó que a principios de marzo tanto ella como su equipo sufrieron los síntomas estipulados:
«Cuando uno da positivo por anticuerpos significa que ha tenido el virus, lo que claramente me pasó cuando estuve enferma al final de mi gira en París hace más de 7 semanas. (…)
«Cuando uno da positivo por anticuerpos significa que ha tenido el virus, lo que claramente me pasó cuando estuve enferma al final de mi gira en París hace más de 7 semanas. (…)
Todos pensamos que teníamos una gripe muy grave«, relató en una entrevista.
Tanto Bill como Melinda Gates han compartido en público su satisfacción, agradeciendo a Pedro Sánchez la aportación de 125 millones de euros a «la alianza para las vacunas».
Este acto de generosidad no ha causado sorpresa, ya que el compromiso del señor Sánchez para la fundación Bill Gates se ha vislumbrado desde, al menos, septiembre de 2019, siendo entonces presidente en funciones, donando también 200 millones de euros para la Agenda 2030 y declarando su compromiso con el «Nuevo Contrato Social Global», según reproducen algunos medios.
Sin embargo, no hay que viajar demasiado lejos para encontrar discrepancias ante la situación que atañe al coronavirus: Donald Trump ha sido tajante al acusar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de ser una «marioneta de China», amenazando con abandonarla en un decidido ultimátum, el cual «ha sido interpretado por sus oponentes como parte de una estrategia para buscar un enemigo externo al que responsabilizar de sus errores en la gestión de la pandemia».
or otra parte, la diputada italiana Sara Cunial habría sido expulsada por «hacer preguntas incómodas» según se expone en La Gaceta de Almería, ya que cuestionó la contaminación electromagnética y el 5G, exigiendo estudios independientes de intereses políticos, pues en numerosas ocasiones se ha argumentado que las empresas ocultan la peligrosidad de la nueva generación de telefonía por el suculento negocio que le acucia.
Esta firmeza en su hacer ha promovido el apoyo masivo del resto de diputadas que también han exigido la detención de la radiación 5G (en la alianza italiana Stop 5G hay hasta cincuenta instituciones públicas).
Después de que investigadores de 168 países del mundo confirmaran el riesgo biológico presente, así como que la tesis se respaldase por médicos, otros científicos (200 han pedido a la Unión Europea que congelen esta tecnología) y que un asesor del primer ministro también mostrara su apoyo, once mil italianos han firmado una petición para que se investigue el tema, según ha explicado a prensa el señor Herrera Plaza.
BATALLAS EN NUMEROSOS PAÍSES: REVOLUCIONARIOS INSULTADOS POR LA PRENSA
En el caso de España no sólo el 5G ha sido recibido con entusiasmo (el Ayuntamiento de Barcelona retiró de su web un artículo crítico contra él pues Isabel Díaz Ayuso insistió en que el Gobierno regional haría «todo lo que estuviera en su mano» para traer a la capital el Mobile World Congress), sino que expertos como Bartomeu Payeras, microbiólogo e investigador de la Universidad de Barcelona, han estudiado «la relación entre coronavirus y el emplazamiento de redes 5G».
De esta forma, ya es otro especialista más que «vincula la tecnología de esas redes de telecomunicaciones con la potenciación del coronavirus.
Afirma que sí existe una causa-efecto, que no es un bulo, sino el resultado de una amplia investigación». Paralelamente, y conforme las medidas del confinamiento se desarrollaban, capitales como Zaragoza se han «llenado» de antenas 5G y sus repetidores, algo que no evoca extrañeza, siendo que a mediados de junio de 2019, Vodafone lanzó en 15 ciudades de España la primera red comercial, siendo cuestión de tiempo que se asentase en definitiva.
La situación actual del país también parece centrarse únicamente en una creciente disputa que ha dividido en dos a los ciudadanos: quienes están a favor del uso de la mascarilla en espacios públicos, y quienes están en contra (la propia OMS lo desaconseja si no se está infectado), sumado a que en el Boletín Oficial del Estado se estipula que no es obligatoria su uso, ignorando que en numerosos países el descontento ha ido a más, trayendo manifestaciones contra la vacunación del coronavirus y las medidas de prevención mundiales.
En el caso de Alemania y algunas diputadas de Austria, como la de este vídeo que denuncia el Nuevo Orden Mundial, son llamados «detractores de las vacunas, enemigos de la democracia y adeptos de teorías de la conspiración».
En Polonia se rebelaron sobre todo «personas que trabajan al otro lado de la frontera y hoteleros, que demandan el restablecimiento de la libertad de viajar en Europa» y en Varsovia «se produjeron varias detenciones en una manifestación en demanda de más aperturas en el plano económico», todos bajo la repudia social.
LA ENCRUCIJADA DE PEDRO SÁNCHEZ: GEORGE SOROS, PERSEGUIDO
Por otro lado, el magnate George Soros estaría en busca y captura, ya que «Putin considera que [Soros] ha puesto en peligro la seguridad nacional rusa y que es el responsable o, en su defecto, animador de la crisis migratoria que vive Europa».
Según Panopticum, los servicios de seguridad federales «están preparando la detención [de George Soros] por comerciar ilegalmente con derivados financieros», algo que en España se habría silenciado por querer resguardarle: el 23 de abril el Gobierno salió «en defensa de la deuda perpetua de George Soros», quien sugirió comprar al país [bajo deuda perpetua].
Esta serie de acontecimientos pondrían a Pedro Sánchez en una encrucijada, pues tanto Merkel como Macron buscarían obligar al presidente del gobierno a romper con Iglesias a cambio del rescate. En lo que respecta a los españoles, son muchos quienes han organizado caceroladas y otras manifestaciones contra el Gobierno.
A su vez, China ya ha informado de que tiene tres vacunas en la fase 2 de ensayos clínicos: «Beijing acelerará la investigación y el desarrollo de reactivos de diagnóstico, medicamentos, vacunas y equipo médico. (…)
Además la ciudad trabaja para reforzar el apoyo a las nuevas tecnologías, tales como macrodatos, inteligencia artificial, 5G e internet de las cosas», y que «convertirá sus vacunas contra el coronavirus en bien público global para países en desarrollo», pero, ¿es posible encontrar siempre una vacuna, y más aún: en tan poco tiempo? La industria farmacéutica ya ha avisado de que «no habrá vacuna para el coronavirus antes de 12-18 meses».
¿Cómo sabremos quién debería ponérsela, siendo que sólo serían aptas para quienes tienen una salud óptima, pero la población no puede garantizar una fiabilidad con los test del coronavirus?
Por lo pronto, el plan de reapertura de centros de la Generalidad de Cataluña ha fijado como requisito tener el calendario de vacunaciones al día, prohibiendo volver a los niños que no lo cumplan.
Esta medida no deberá preocupar a los ciudadanos hasta pasado el verano (si no hay variaciones), pues el Congreso ha aprobado el estado de alarma hasta el 7 de junio «por una mayoría muy ajustada».
Asimismo, Illa prevé que toda España llegue a Fase 1 «los próximos días», pese a que la directora del Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades da por hecho una segunda oleada.